Mi hijo va por primera vez a la escuela ¿Qué hacer si llora?
Cuando nuestro hijo va por primera vez a la escuela, muchas veces es la primera vez que se separa de nosotras. Este es el gran momento cuando ellos necesitan de nuestro apoyo. ¿Cómo podemos ayudarles?
Millerlandy Medina
En mi experiencia como psicóloga, he tenido que ver decenas de casos en los que, cuando los niños son llevados por primera vez a la escuela, los padres se enfrentan a la difícil decisión de si dejarlos allí o no, ya que se sienten temerosos por el mundo en el que se van a enfrentar. Aquí vale la pena hacerse la pregunta: ¿Quién de las dos partes sufre más? ¿Los padres o los niños?
En muchos casos, los padres de familia deciden que sus hijos no volverán al colegio ese ciclo escolar. Sienten mucho pesar al dejarlos en ese lugar, expuestos a que les pase algo, pero esta decisión no está bien, porque con ello, no alimentamos en el niño el sentido de la responsabilidad. Vale la pena tener presente que estamos formando personitas para el mañana. Lo que he explicado a los padres de familia cuando dejan a sus hijos en la escuela y me preguntan qué hacer cuando su hijo llora, mis consejos son los siguientes:
No dejes que te engañe el desapego
El ir a la escuela es un paso muy grande que dan nuestros hijos, pero recordemos que el desapego lo sufren más los padres de familia porque están predispuestos a que a sus hijos algo malo les va a pasar. Esto se ve principalmente cuando se trata de hijos únicos. Los niños no sufren al quedar en el colegio; solo extrañan los espacios. Es lógico que algunos de ellos sientan que están siendo abandonados por sus padres; este es un proceso de adaptación que deben de vivir las dos partes, los padres y los hijos, pero nunca debemos de sacar a los niños del colegio porque lloran, o porque digan que están aburridos de los compañeros.
Piensa que la somatización es algo normal
Cuando los niños dan ese primer paso de separarse de sus padres por unas horas, es normal que algunos empiecen a somatizar. Es decir, en las mañanas despiertan con dolor de cabeza, les duele el estómago, algunos dicen que no ven bien, en ocasiones vomitan, sienten dolores en los dedos, etcétera. Lo que importa es que como padres no terminemos enganchándonos en ese juego.
Motívalos, mostrando entusiasmo
Todo cambio es difícil, sobre todo cuando no sabemos a qué nos vamos a enfrentar. Ahora imagínate los niños, que entran a un mundo que para ellos es desconocido por completo. Lo que como padres debemos hacer, es motivar a nuestros niños, mostrando alegría por aprender; no les mostremos la escuela como una responsabilidad, sino como la oportunidad para hacer amigos y aprender cosas nuevas: llevemos a los niños a explorar, a que se vuelvan inquietos por aprender y así haremos que el paso del hogar a la escuela no sea un trauma para ellos.
No te desesperes, se acostumbrará pronto
Los niños tardan más o menos dos semanas en adaptarse al nuevo ritmo de vida. Por lo mismo, procura que esos días sean amenos para él. Durante ese tiempo de adaptación, procura despertarlo con un abrazo y un beso, haciéndole saber que hoy es un gran día en donde aprenderá muchas cosas nuevas.
Podemos enseñar a nuestro hijo a que adquiera la responsabilidad desde pequeño, de una manera agradable y con amor. No permitamos que a nuestro hijo le dé pereza la escuela. Al contrario, alimentemos día a día este paso, recordemos que los niños son el futuro.