Mi padre, mi héroe
Un padre tiene un lugar indispensable en su familia y en la sociedad, pero más que nada en el corazón de sus hijos pues para ellos su papá es nada más ni nada menos que un héroe.
Denhi Chaney
Hace mucho vi una película que se dirigía a los papás. Se trataba de sus obligaciones, de su importancia y especialmente de lo que se requiere para ser un buen padre: mucha valentía, como lo indica el mismo título de la película: ‘Courageous’ (Valeroso, valiente). Una de las cosas que más me llamo la atención fue la hija del protagonista. Cuando su papá le está dando las buenas noches se puede ver un cuadro arriba de su cama en el que se lee: “He encontrado a mi príncipe azul. Su nombre es Papá.” No puedo negar que tal oración me conmovió, puesto que muchos hemos tenido el privilegio y el gozo de tener nuestro padre, al cual hemos admirado desde niños y ha sido un ejemplo a seguir.
Con todo, creo que a veces olvidamos que la labor de ser papá no es tarea fácil. Con todos los elogios que reciben las madres –y con justa razón–, me parece que podemos llegar a minimizar el arduo trabajo y responsabilidad que tienen los papás y que de la misma forma merecen elogio, aprecio y admiración. Aunque no nos demos cuenta de todas las cosas que hace, papá cumple, al menos, con los siguientes roles, nada sencillos:
1. Un proveedor
Este punto es tan esencial y sin embargo lo olvidamos con frecuencia, o lo vemos como su obligación y por ende como algo que no hay que agradecer. En mi caso, no fue sino hasta que empecé a trabajar y supe lo que cuesta ganarse el pan de cada día, que mi corazón se llenó de gratitud hacia mi padre. Aunque sea su responsabilidad, ¿cuántos papás no conocemos abandonan este deber? Aquel que no huye se enfrenta con la carga de asegurarse que a la familia no le falte nada, lo que trae consigo estrés y fatiga, pero que muchos hacen por el amor que sienten por sus hijos. Por esto me ha quedado claro que la responsabilidad no es suficiente motivación para enfrentarse con toda una vida de trabajo solo el amor lo propala.
2. Una imagen de un hombre y no de niño
Nuestra primera impresión de lo que significa ser un hombre casi siempre proviene de nuestro padre. No existe papá perfecto, pero aquel que se ha esforzado ha dado una imagen clara de la diferencia abismal entre un niño y un hombre. Esta diferenciación ayuda tanto al hijo en convertirse en hombre como a la hija a no aceptar nada menos que tal.
3. El príncipe azul
Para aquellos que hemos tenido un día arduo en el trabajo sabemos bien que el demostrar afecto hacia nuestra pareja e hijos puede llegar a ser difícil, puesto que muchas veces queremos que nos dejen solos. Puedo apostar que cualquier papá ha pasado por un día horrendo –sí, muchas veces lo son– en el trabajo, y aun así se toman el tiempo de besar y abrazar a su pareja e hijos. Esto es todo un triunfo que nunca debería ser ignorado.
4. El protector
Sin duda alguna, un papá es un protector. Es casi siempre el papá el primero en entrar a la casa si algo se ve mal, o el que baja las escaleras para checar que todo esté bien en medio de la noche, o el que con una mirada de desaprobación le hace saber a su hija que la está protegiendo de cualquier patán que quiera romperle el corazón. Está en su naturaleza proteger. Un papá siempre protege.
Un padre que ha hecho su mejor esfuerzo es nada más ni nada menos que un héroe, por estas y muchas otras razones que nunca terminaría de enumerar. Cada padre tiene un lugar indispensable e irremplazable en la vida de sus hijos, y esto nunca se debe de olvidar, pues el bienestar de las futuras generaciones depende de ello.