No sé si podré querer a mis hijos tanto como al primero
El amor por el primer hijo es inmensurable, intenso y maravilloso. Por eso existen tantos temores y dudas al planear al segundo bebé. Si temes que con ello le restarás amor y cuidados, este artículo es para ti.
Maria Josie Hernandez Cabrera
Cuando sostienes a tu primer hijo en los brazos sientes un amor tan intenso, que te vuelves completamente loca por él. Sientes que nunca podrás sentir algo similar por otro ser humano sobre la tierra. Incluso, que dejas de existir para ti misma. Ya no te puedes imaginar la vida sin ese bebé frágil e indefenso, y quien te inspira los sentimientos más puros y hermosos.
Sentimientos encontrados
Pero, ¿qué pasa cuando es tiempo de planear un hermano para tu hijo? Sobrevienen todo tipo de sentimientos encontrados. No deseas, por nada del mundo, restarle atención, cariños o cuidados al primero, y sientes que la llegada de alguien más a tu vida te va a dividir y te va a hacer menos mamá para el primero, quien te robó el corazón al instante. Comienzan a surgir los temores y las dudas. Muchas mamás nos preguntamos si realmente queremos hacerle eso a nuestro hijo. Creo que esto ocurre con más frecuencia en la transición del bebé número uno al dos. Pero del tercer bebé en adelante, la decisión de tener más hijos te será mucho más fácil. ¡Créeme!
Los hermanos en nuestra vida
Para tu tranquilidad, los estudios y la misma experiencia familiar nos muestran que los hermanos son de gran beneficio para los seres humanos, de hecho, algunos sugieren que entre más hermanos tengamos, más habilidades y capacidades desarrollaremos para la vida. No es casualidad que grandes líderes, artistas, genios de la humanidad y hasta santos, provengan de familias numerosas. Además, en el fondo, tú misma quieres que esa personita tan hermosa y especial no crezca en la soledad.
Cómo saber si le estoy haciendo un bien a mi hijo
En mi experiencia, te puedo decir que cada hijo, cada embarazo y cada vivencia son diferentes. Pero la intensidad del amor es exactamente la misma. Tus hijos mayores pasarán por una etapa de adaptación al nuevo miembro de la familia, que algunas veces será difícil o muy larga, pero una vez superada, serán los niños más felices de contar con ese nuevo compañerito de aventuras y juegos.
Claro que habrá dificultades en el camino, por supuesto que surgirán pleitos, habrá gritos y patadas más veces de las que puedas imaginar; pero al final del día, serán hermanos y estarán ahí unos para otros.
Aumenta tu capacidad de amar
Cada vez que veía una familia grande y a la mamá en espera de un nuevo bebé, me preguntaba (tal vez como muchas personas) si esa madre sentía alguna ilusión de tener a un nuevo bebé en brazos, considerando lo cansada que debía estar ya con tantas labores de madre y esposa.
Como siempre, el conocimiento nos llega hasta que la vivencia se vuelve personal: hace unos días fui a mi consulta médica para ver mi ultrasonido de 20 semanas. Cuando vi a mi bebé en esa primera pantalla, completamente formado, dando patadas y moviendo sus brazos, me rodaron las lágrimas hasta el cuello de la emoción, yo pensaría que por ser toda una “mamá experta de cinco” y después de haber visto tantos bebés a través de esa misma pantalla, mis sentimientos estarían un poco más controlados. ¡Nada de eso! Lloré como si fuera la primera vez, me emocioné como si nunca lo hubiera vivido antes; fue realmente hermoso y especial.
Con cada bebé nuevo que llegaba a nuestro hogar, sentíamos una inmensa alegría, cada carita nueva nos enternecía hasta lo más profundo del corazón, lo mismo que cada nuevo avance de nuestros hijos: desde las primeras palabras, los primeros pasos, el primer día de escuela, etcétera. Todo era como una nueva experiencia, con la diferencia de que ahora teníamos menos temores, más ayudantes y nos sentíamos más relajados para disfrutar a cada nuevo miembro de la familia.
No subestimes tu capacidad de amar, tu bebé número tres, cuatro o cinco será igual de especial y amado que el primero.
El mejor regalo para tus hijos
Ciertamente, los más pequeños necesitarán más de tu atención y cuidados, y los mayores podrán sentirse un poco desplazados, pero más pronto de lo que te imaginas ellos también estarán involucrados en el rol de proteger y amar incondicionalmente a los más chiquitos, algo que les ayudará a desarrollar virtudes hermosas para la vida, entre ellas la compasión por los más indefensos.
No hay nada más hermoso y beneficioso que le puedas dar a un hijo, que el amor y la compañía de un hermano. ¿Qué mejor manera de demostrarle tu amor que darle un compañero para la vida?