Perdonar la infidelidad. ¿Seguir con tu pareja?… Esa es otra historia
El primer paso para superar una infidelidad es el perdón. Después renovarás tu vida. Con tu pareja o no, pero con el alma limpia de rencores, dispuesto a crecer como ser humano. Perdonar la infidelidad. ¿Seguir con tu pareja?&h
Myrna del Carmen Flores
Cuando Ángela escuchaba la confesión de su marido se imaginó dentro de una pesadilla: el hombre con el que había vivido por casi veinte años ahora confesaba su infidelidad, calificándola como un error. Era tal el peso de su arrepentimiento que no se sintió, según sus palabras, capaz de seguir ocultando lo que había sucedido unos meses atrás. Ella ni siquiera lo había sospechado. Siempre había sido un excelente marido; un buen padre, cariñoso y detallista.
Graciela pasaba por una situación parecida a la de Ángela, pero a diferencia de ella no fue una confesión la que le abrió los ojos, sino que ella misma descubrió la infidelidad de su marido. Otra divergencia es que esta situación no le es nueva, pues su marido ha sido infiel en más de dos ocasiones durante sus diez años de matrimonio.
Arsenio comenzó a sospechar el engaño de su pareja. Sus silencios eran más frecuentes, miraba distraída hacia la ventana con una sonrisa dibujada en su rostro; prefería pasar el tiempo frente a la computadora; recibía muchas llamadas telefónicas de “amigas” que nunca antes había mencionado. Y fue así como en un descuido él pudo descubrir los mensajes entre su mujer y el hombre con el que sostenía una relación.
La duda
Los tres, como amigos míos, me hicieron la misma pegunta: “¿Debería perdonar su infidelidad?”. A lo que sin asomo de duda, respondí: “Eso es definitivo. Tienes que perdonar para poder superar todo el dolor que hoy estás viviendo”. Ahora bien, el decidir seguir o no con la relación eso ya depende de cada circunstancia y de cada persona. Esa es una decisión personal en la que nadie –más que la pareja y tal vez un terapeuta– debe intervenir.
Cada una de las situaciones expuestas al principio es distinta. Tal vez sea más fácil entender un error después de veinte años de matrimonio que la infidelidad recurrente. Quizás no sea igual una confesión de alguien arrepentido que descubrir a un infiel que esté lejos del arrepentimiento.
El perdón es preciso
Antes de tomar la decisión de continuar o no se debe perdonar. Perdonar es una elección. No confundamos los términos: una cosa es el perdón y otra la reconciliación. Lo primero que tenemos que hacer para perdonar es sustituir todos nuestros sentimientos negativos por positivos. Es decir, sacar todo el resentimiento y deseos de venganza, sustituyéndolos por un deseo de bien para el ofensor.
Lo que supone perdonar
El perdonar no implica olvidar. El olvido es algo que se irá dando con el tiempo, conforme la vida nos vaya entregando nuevas satisfacciones. Solos o con nuestra pareja se restaurará nuestro camino, de manera que los recuerdos duelan cada vez menos. Tampoco significa no darle importancia a las heridas infligidas; por el contrario, es necesario analizar todo el daño que esta situación nos ha provocado, para poder decidir la manera en que se puede reparar.
El perdonar es algo que te debes a ti mismo, más allá de si el ofensor lo merece, lo pide o lo necesita. Perdonar alivia nuestro espíritu para poder seguir avanzando como individuos. Porque, como lo dice el terapeuta Marcel Duvois: “Está comprobado científicamente que cuando perdonamos nuestra mente produce sustancias que nos reportan bienestar y alivio interior. El peso del dolor y la angustia que sentimos en el centro de nuestro pecho empieza a desaparecer con el tiempo y la práctica”.
Myrna del Carmen Flores
Myrna del Carmen Flores es maestra de inglés y madre de dos jóvenes. Puedes contactarla en
