Pornografía: fantasía versus realidad

La pornografía puede ser un escape de la monotonía, pero es la condena de tu felicidad en el hogar, descubre por qué.

Erika Otero Romero

Ella se despertó y miró el reloj: las dos de la mañana. La había despertado el titilar de la luz de un televisor o un monitor de computador, que se colaba por la rendija de la puerta y le daba justo en el rostro. Se giró para el lado de su esposo, pero se topó solo con un espacio vacío. Ella se volvió sobre su lado, tapó su cara con la sabana y empezó a llorar. Para qué levantarse si sabía bien lo que él estaba haciendo: de nuevo viendo pornografía.

Al otro día, él quiso darle un beso de buenos días pero ella lo rechazó. Él ni siquiera preguntó la causa de su actitud. Sabía que ella había notado que de nuevo lo estaba haciendo, pero era algo que él no podía controlar. No era que no la amara o que su vida íntima no fuera satisfactoria; solo que le hacía falta esa “cuota picante” que de una forma u otra le daba un giro a lo que él consideraba monotonía. Sin saberlo, o peor aún, sin querer reconocerlo, estaba acabando con la confianza y el amor que su esposa tenía hacía él. Su matrimonio iba directo al divorcio.

La realidad versus la fantasía

La pornografía puede entrar de manera muy cómoda en nuestros hogares; el acceso a ella es cada vez más fácil. Desde vídeos, televisión por cable, internet o smartphones, nos saturan de invitaciones constantes a hacernos adictos a su uso. Lo que hace realmente escalofriante esta situación, es que puede generar sendos problemas en una relación marital, ya que puede llevar a la persona aficionada a la pornografía a persuadir a su pareja de ver este tipo de películas e incluso, incitarla a llevar a cabo algunas de las fantasías allí proyectadas.

Y es acá donde está el meollo del asunto: TODO, absolutamente todo lo que se muestra en el mundo del porno es irreal. Tanto las mujeres como los hombres que se muestran en esas películas, para nada tienen algo en común con tu pareja: ellos lucen ese aspecto físico porque esa es su ocupación, es requisito para ocupar ese oficio. Por lo demás, nadie ha dicho que un actor o actriz porno no tengan problemas en sus vidas personales, o que no se enfermen o tengan dificultades monetarias o una familia por la que desean luchar.

Consecuencias

Dicho lo anterior y sin que mi deseo sea aumentar la inquietud, es mi deber alertar acerca de las otras consecuencias que suelen sufrir los consumidores de pornografía:

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  • Deteriora la confianza en la relación de pareja.

  • Puede volverse en contra del consumidor, pues lo llevará a aislarse de sus seres queridos.

  • Daña la comunicación entre la pareja.

Y se puede poner peor: imagina lo que sucede a los hijos de un espectador de ese tipo de contenido, si es sorprendido por ellos en ese acto. El mejor inicio para superar esta adicción, es hablar con tus seres amados, hablar con confianza con tu pareja sobre tus molestias e inconformidades. Y, sobre todo, buscar ayuda profesional, tanto para la persona afectada como la pareja. Si estás atrapado en medio de esta adicción, piensa en tu esposa, en tus hijos, en no defraudarte a ti mismo. Y por su puesto, inicia hoy mismo con un proceso de recuperación.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.