Principios para fortalecer tu matrimonio: las distorsiones cognitivas (Parte 1)
Muchos matrimonios llegan a pasar por un estado de apatía. Eso no es el fin de la relación: por supuesto que hay soluciones. Decídanse a ponerse en acción y refresquen su matrimonio.
Paola López Martínez
Es más o menos frecuente que a mi consultorio lleguen matrimonios que atraviesan por lo que ellos nombran “crisis”. Lo primero que les digo es que olviden por completo esa palabra; que no la vuelvan a pronunciar nunca. Pensar en una palabra trae acción, y al reforzarla cumplimos con un ejercicio que los psicólogos llamamos condicionamiento clásico. Todo lo que pasa por nuestra mente ejerce influencia sobre nuestra acción y se refuerza cuando vamos por la vida contándolo y mostrándoselo a todos.
A través de mi experiencia como psicóloga y como embajadora de la familia he visto, más bien, que muchos matrimonios pasan por momentos de apatía. Esta situación surge debido a que la pareja da rienda suelta a distorsiones cognitivas que esposo y esposa tienen respectivamente acerca de la situación actual de su matrimonio. Con relativa frecuencia hallo que la esposa cree que ya no es atractiva para su esposo y por su parte, él cree que su mujer tiene más atenciones para los niños que para él, ¡pero lo interesante es que ninguno de los dos dice nada! Se repiten estas ideas cuando menos dos veces al día, por un lapso de tres a seis meses. Eso que piensan, de tanto repetirlo ¡lo creen! En la consulta hablo en privado con cada uno, individualmente expresan lo que piensan y descubro que solo son percepciones erróneas; y que en realidad los dos se siguen amando. Como en todos los matrimonios, estas parejas tienen distractores y preocupaciones como el trabajo, los gastos, la educación de sus hijos, entre muchos más; lo único que ellos han olvidado, es buscar un tiempo en donde los dos puedan expresar lo que piensan y sienten y darse cuenta de que lo único que los aleja son dichas distorsiones cognitivas.
Durante la consulta, mi siguiente propuesta es invitarlos a redefinir su proyecto de vida, (en el cual pondré mayor énfasis en el la parte dos de este artículo). El día de hoy les invito a que recuerden sus planes de vida matrimonial. Recuerden en dónde empezaron, definan dónde se encuentran, en qué momento se perdieron y hacia dónde quieren ir. Al hacerlo, y esto es muy importante, pongan énfasis en las cosas buenas, por favor: lo importante es descubrir cómo y cuándo se perdieron, con el único objetivo de no volverlo a repetir; no centren su atención y se desgasten reprochando y culpabilizando. El objetivo es aprender de lo vivido, no seguir viviendo en ello.
Por eso, si en este momento sientes que tu matrimonio necesita fortalecerse, te doy algunos consejos que puedes poner en práctica de inmediato para sacar de tu cabeza las percepciones erróneas y envuelvas con nuevos ánimos a tu pareja:
No dejes que el amor se enfríe
No permitas bajo ninguna circunstancia que existan otras personas o circunstancias que te roben momentos felices junto a tu pareja. Los hijos también pueden estar involucrados, pero te invito a que busques tiempo a solas con tu cónyuge.
Interésate en tu cónyuge
Pon atención a todo lo que te dice, hace y siente. Interésate por su trabajo, por sus actividades del día, felicítale, halágale, sorpréndete de sus logros.
Arréglate
Cuida tu aspecto físico para complacer a tu pareja. Ponte el vestido o los jeans que tanto le gusta ver en ti. Pequeños detalles son los que dan diversidad a su relación.
Hagan cosas diferentes
Salgan de la rutina en sus tiempos libres, hagan cosas que hacían cuando estaban recién casados, vayan al cine o hagan su propia función de cine en casa (eso dará más intimidad al momento), vayan a tomar algo o salgan a caminar. ¿Te has preguntado, por ejemplo, cuánto tiempo hace que no caminan tomados de la mano?
Busquen tiempo para estar a solas
Una vez a la semana esfuérzate un poquito más en tu trabajo y sal una hora temprano, dejen a los niños en casa de los abuelos o con la niñera y busquen pasar juntos el mejor momento.
Celebren el “jueves que hemos decidido dar un nuevo aire a nuestro matrimonio”.
O festejen cualquier fecha, no es necesario esperar hasta el aniversario, pueden celebrar “el jueves que hemos decidido dar un nuevo aire a nuestro matrimonio” hagan una cena especial, vístanse como si fueran a una fiesta, celebren, es el momento ideal para hablar acerca de la activación (en vez de la apatía) de su matrimonio.
Recuerden
Es muy sano traer a la memoria la forma en que se conocieron, su noviazgo, su boda, los primeros años de matrimonio, el nacimiento de los hijos, momentos en los que han estado en verdadera comunión.
Demuestren su amor
Tómense de las manos, bésense, mírense a los ojos, ámense con caricias y miradas.
Nunca se duerman enojados
Aunque se tengan que desvelar, arreglen cualquier desencuentro antes de dormirse. Es fundamental que siempre se den el beso de buenas noches y el buenos días por la mañana, pero que esto no sea un ritual vacío de intenciones y significado.
Déjense notas de amor
Déjala dentro de su lunch, en su cartera, en su agenda, en el espejo, en el coche, envíense mensajitos por el teléfono celular o por las redes sociales.
Entreguen todo y sin reservas
No lo dejes para mañana, empieza hoy. Evítate un día más de reforzamiento de distorsiones cognitivas. Comuníquense asertivamente y aclaren sus dudas y pensamientos, déjense amar, no se queden con nada, ¡el momento es hoy!
Recuerden que tanto el amar a una persona, como el mismo matrimonio, son una decisión. Y para dar buen rumbo a una decisión, se necesita voluntad. Dar el sí y compartir tu vida junto al alguien es maravilloso. Sin embargo, requiere de esfuerzos continuos. Es cierto, esos esfuerzos muchas veces se verán opacados por circunstancias ajenas al amor. Pero si les damos alojamiento en nuestro pensamiento, también se harán dueños de nuestro lecho nupcial. ¡Rompe con esas distorsiones cognitivas hoy!