Que el estrés no te parta el corazón

La frase “se me ha roto el corazón” se vuelve real luego que aumentan las hormonas vinculadas con el estrés, pudiendo incluso provocar la muerte.

Marta Martínez Aguirre

Ernesto escuchó pitar la caldera sobre la estufa. Había peleado ya tantas veces con Amalia, su esposa, que pensó que era una discusión más que se colaba entre las sábanas. Por primera vez, sintió un dolor raro en su lado izquierdo del pecho. “Es un tirón de los nervios”, pensó, y consideró que no tenía sentido discutir así por una factura excesiva en el suministro de luz. Colocó el agua hirviendo en el tazón, mientras sus ojos saboreaban por anticipado la sopa de espárragos y jamón. Con sus manos temblorosas, tomó un trozo de pan mientras la noche caía lentamente sobre las chimeneas encendidas. El invierno había llegado traidor y más cruel que nunca. Cuando el perro aulló por tercera vez, sintió que el dolor se hacía más punzante. “Son calambres” pensó, y mojó el pan en el caldo espeso como su dolor, por la discusión con Amalia. Ernesto sintió la puñalada, “Estoy frito” se dijo a sí mismo, mientras sentía caer lentamente su cuerpo al suelo. A los quince minutos, los paramédicos llamaron a la puerta. En menos de un segundo, taparon los gritos enloquecidos de Amalia con una pastilla bajo su lengua, mientras a Ernesto lo cubrían con una sábana.

Síndrome del corazón roto

El “síndrome del corazón roto” o cardiomiopatía de Takotsubo parece un ataque cardíaco por los síntomas, (dolor en pecho y dificultad para respirar), pero en realidad no afecta las arterias coronarias, sino al músculo cardíaco. Una fuerte discusión como la de Amalia y Ernesto pueden provocar, literalmente, que el corazón se rompa. Así que la frase “se me ha roto el corazón” se torna real luego que aumentan las hormonas vinculadas con el estrés, como la adrenalina, pudiendo provocar la muerte.

Tu psiquis, tu cuerpo y tus emociones, reaccionan frente al estrés. Algunas personas sufren de constipación, caída del pelo, náuseas, diarrea, molestias generales, pulsaciones aceleradas, mal humor, agotamiento, dolores en el pecho, pérdida o aumento del apetito, olvidos, preocupaciones excesivas, ansiedad y toma de malas decisiones. Aprender a manejarlo es de vital importancia. Aquí te doy unos consejos para evitar que el estrés te rompa el corazón:

Valora la situación

Trata de mirar con tranquilidad toda situación que te desespera. Sé que es difícil, pero pregúntate ¿vale la pena morir por esto? Y si ves que no vale la pena, busca alternativas, o pide ayuda.

No trabajes en exceso y descansa

Evita trabajar más de diez horas al día, busca descansar entre tareas. Tómate tu media hora de descanso y ve al baño. Trata de dormir entre siete y ocho horas diarias. Si no descansas bien, al otro día estarás más propensa a estar quisquillosa.

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Planifica tu agenda de vida

Graduarte, tener un hijo y aceptar otro trabajo al mismo tiempo pueden ser cambios maravillosos, pero detonantes de algún padecimiento. Busca la forma de planificar eventos trascendentes, poniendo prioridades y aceptando tus limitaciones.

Organiza tus tareas

Lavar el perro, ayudar en las tareas de tus niños, poner a lavar ropa, preparar el vestido de novia de tu hija y ayudar en un funeral, reflejan una agenda apretada. Organízate, delega responsabilidades, realiza una tarea a la vez y luego pasa a la siguiente.

Comunícate con franqueza

Si aprendes a decir “no” de vez en cuando y planteas tus limitaciones, estarás dando un paso esencial a la lucha anti estrés. No tengas miedo de hablar de tu cansancio, de tu deseo de sentarte a mirar por la ventana y ver la gente pasar en vez de estar corriendo todo el día. Abre tu corazón y comparte tus emociones. También trata de ser empática, ponte en el lugar del otro y escucha con atención antes de pegar el grito.

Recompénsate

Cuando hayas avanzado en tus logros cotidianos, busca la forma de gratificarte: un helado a media tarde, media hora para sestear, tomar un masaje relajante. Si has alcanzado una meta más importante, planea un fin de semana al aire libre, visita a tus familiares, planea un descanso con tu esposo, hazte un regalo especial.

Evitar un corazón partido u otros síntomas molestos, sólo requiere cambios en el estilo de vida y una actitud positiva.

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Marta Martínez Aguirre

Marta Martínez es de Uruguay. Posee una licenciatura en Psicología, y un posgrado en Logoterapia. Ama todo lo que hace y adora servir. Es especialista en atención psicológica domiciliaria. Contacto: