¿Quieres que te manden a dormir al sillón? Usa cualquiera de estas frases
Todo hombre debe ser muy cuidadoso para no ofender a su pareja. Parafraseando a Serrat, todos tenemos la vida y la muerte bordadas en la boca. ¿Quieres que te manden a dormir al sillón? Usa cualquiera de estas frases
Erika Otero Romero
Antes de iniciar, debo advertir que esta es la perspectiva de una mujer respecto a lo que un hombre NO debe decir o hacer a su pareja si no desea lastimarla y terminar durmiendo en el sillón. Como todo ser humano hay ciertos detalles, palabras y gestos que soy capaz de tolerar, así como otros tantos que me colman la paciencia en un santiamén, sobre todo cuando se trata de mi pareja. No es que sea una persona exigente, pero ¿quién quiere ser atropellado por alguien que se comporta y habla sin ningún tipo de control o empatía por lo que sientes? Respecto al asunto anterior, tengo una regla que me ayuda a hacerme una idea respecto a cómo sería un hombre en una relación sentimental, y es la siguiente: “Un hombre que trata a su compañera como una princesa, demuestra que fue criado por una reina”.
Hace tiempo tuve una relación con alguien que me dejó grandes enseñanzas: me hizo tener muy claro el tipo de hombre que NO deseo volver a encontrar en mi vida. En mi experiencia, una relación que mal empieza, mal termina. No importa cuánto quieras justificar algunos comportamientos, no hay ninguna defensa para la mentira y el maltrato, y si deseas que la cosa empeore, ignora a tu compañera. Entonces te darás cuenta de que si le tenías respeto, con eso le dejaste en claro que no era mucho y que el poco que tenías, por cierto era deleznable. Estos son actos simples y concretos, pero cuando se habla de lo que expresas, queda un buen terreno por abarcar y más si partimos de la premisa de que lo que sale por tu boca antes ha pasado por tu cabeza; entonces, la cosa tiende a ponerse “color de hormiga”.
Frases típicas y, por qué no decirlo, decepcionantes
Con lo anterior ya ha quedado claro que es mejor una verdad que duela a una mentira que alegre, y aunque esto ocurra, la mentira no es una buena herramienta para conservar a alguien. Tampoco es lo único que algunos hombres hacen o dicen para alejar a alguien o mantenerla a su lado; aquí seis ejemplos de eso:
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Cuando tu compañera se esmera por prepararte un platillo delicioso, de tu entero gusto y tú comparas la comida con la que hacía tu madre, y por si fuera poco le sueltas: “El estofado de mi mamá es más rico”; si haces eso, mejor escóndete o prepárate para volver a comer donde mamá. O para dormir en el sillón.
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Cuando te habla y estás por las nubes, evita decir: “¿Cómo dices?, no te estaba poniendo atención”; te aseguro que la vas a pasar mal, no hagas sentir a tu amor que la ignoras o que lo que te dice no te interesa, porque de seguro pasarás la noche en el sillón.
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Que la compares con alguna de sus amigas, y le digas: “Tu amiga está guapa”, porque la verás enfurecer debido a que no es agradable y la lastimarás; si es así, prepárate para no dormir en tu cama.
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Seguro alguna vez te pasó que en medio de una discusión te han dicho en un tono algo sabihondo: “¡Cálmate!”. Y no hay expresión que más haga subir las ganas de continuar discutiendo.
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Cuando una mujer da a luz es casi una regla infalible que su cuerpo quede una o dos tallas más grande, lo cual requiere un poco de consideración por parte de su compañero; sin embargo, ocurre que alguno se pase de imprudente y exprese sin filtro: “Estás un poco gorda”. Créeme, no solo NO surtirá el efecto deseado que quizá sea el que se cuide más, sino, por el contrario, la hará sentirse infeliz e insegura de sí misma. ¡A dormir al sillón!
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Seguro que cuando vas al trabajo no es que te sientes a mirar hacia el techo, te puedo asegurar sin temor a equivocarme que tu pareja tampoco se ha quedado en casa descansando, o si no ¿quién te tendría preparada la cena? De modo que jamás preguntes lo obvio: “Pero, ¿por qué estás tan cansada?” Adivina por qué. Y tras de que lo adivines, prepara el sillón para dormir.
Podría citar muchas más, pero estoy segura de que ya las conoces y posiblemente las has usado. ¿Quieres ser amado por siempre? Seguramente. Entonces, sé más consiente de tus actos, ponte en el lugar de la otra persona y tendrás una vida más armónica en pareja.
Erika Otero Romero
Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.
