Recién casados, recién peleados

"Un matrimonio excepcional no se da cuando se casa una pareja perfecta; se da cuando una pareja imperfecta aprende a disfrutar sus diferencias" Dave Muerer

Camila Ignacia Gómez González

José y Fernanda llevan dos meses de feliz matrimonio. Todo ha sido miel sobre hojuelas, sin embargo, poco a poco han comenzado a tener roces por cosas tan sencillas como dejar la pasta de dientes (dentífrico) abierta o la tapa del inodoro arriba. José es desordenado y Fernanda no concibe la vida sin tener la casa reluciente para que cuando lleguen visitas, encuentren todo perfecto.

Este el típico caso de recién casados que empiezan a lidiar con pequeños problemas como parte de descubrir a quien tanto aman dentro de cotidianidad. Y es aquí donde la tolerancia, valor fundamental dentro de un matrimonio, debe hacerse presente para el resto de la vida, porque se está viviendo una etapa de grandes ajustes que llevarán a la pareja a tener un estilo de vida propio, a construir una familia sobre bases sólidas de amor.

Compartir una casa es algo sencillo si lo comparamos con lidiar con las complicadas responsabilidades económicas y laborales que decidieron asumir juntos cuando dieron el “sí” delante de Dios. Por eso, es muy importante considerar algunas cosas:

Repartan los quehaceres

Compromisos, tareas y deberes que la administración doméstica y económica implica, para que ambos se sientan a gusto dentro de la familia que han comenzado a construir.

Platiquen de todo, todo el tiempo

Atravesar esta etapa de adaptación requiere tiempo, por algo dicen que el primer año de casados es “el más largo”. No duden en conversar cada vez que se sientan inseguros sobre algún tema o decisión en particular. Platiquen todo el tiempo que necesiten, esto los llevará a comprenderse mejor y a limar asperezas antes de caer en una profunda crisis matrimonial.

Acéptense el uno al otro

Es importante que aprendan a aceptarse tal cual son, muchas parejas caen en el error de querer cambiar al otro, olvidando que fue su manera de ser, de vestir y los pequeños detalles que le distinguen lo que les conquistó poco a poco.

Respeten el espacio del otro

Establezcan espacios para que ambos puedan disfrutar sana y libremente, tanto juntos como por separado. Esto enriquecerá su relación, pues tendrán siempre algo nuevo que contar.

Resuelvan sus problemas sin involucrar a terceros

Es importante que aprendan a resolver problemas de pareja en pareja, y no con amigos o familiares. Asuntos como la llegada de los hijos, las cuentas por pagar y todo tema íntimo, hay que tratarlo con delicadeza, amor y tolerancia dentro de las paredes de su hogar, sin permitir que los demás interfieran en su relación.

Y lo más importante no olviden que el mundo tardó siete días en crearse, por lo que no pueden pretender que la solidez de su matrimonio llegue de un minuto a otro. ¡Disfruten, sean felices y ámense cada día un poco más!

Camila Ignacia Gómez González

Camila, es Relacionadora Pública, con orientación en Marketing, actualmente reside en Villa Alemana, Chile. Es esposa y madre, y ama escribir para ayudar a fortalecer los lazos familiares.