No te alarmes si tu hijo siente pasos en la azotea. Es más común de lo que imaginas
Contrario a lo que muchos creíamos, los piojos no se han erradicado de los seres humanos; por el contrario, nuevas epidemias se están presentando en diversas partes del mundo. ¿Cómo prevenirlos? ¿Cómo eliminarlos?
Emma E. Sánchez
Se le llama pediculosis al hecho de tener piojos, y actualmente se le reconoce como una epidemia que se propaga por lo general entre los niños de educación primaria y adolescentes. Se presentan por lo común en la cabeza, axilas y pubis, siendo niñas y mujeres más propensas a contraerlos que niños y hombres.
-
¿Cómo se transmiten? Por el simple contacto con otra persona que los tenga. Se ha encontrado que los piojos pueden llegar a saltar ¡hasta un metro!, así que entre los niños contraer piojos resulta muy sencillo. Es importante señalar que usar ropa, cepillos, peines, gorros o ropa de cama que una persona con piojos uso previamente da por seguro tener piojos también.
-
¿Cómo puedo saber si mi hijo ya los tiene? Una de las primeras señales –y que casi nunca falla– es que comenzarás a ver que tu hijo se rasca de forma constante la cabeza. Cuando esto sucede ya los animalitos andan caminando por todo su cuero cabelludo. Otra manera de descubrirlos es tomar un peine de dientes finos y, usando guantes, abrir el cabello y revisar de manera concienzuda; puedes observar principalmente la nuca, detrás de las orejas y en las sienes, ahí les gusta mucho a los piojos poner sus huevecillos; si nunca has visto un huevo de piojo, imagina pequeñas “gotas” adheridas a la raíz del cabello, y que no se desprenden con facilidad. Puedes arrancar una con las uñas y al oprimirla tronará, esta es una prueba inequívoca de que el niño ha contraído pediculosis. A los huevecillos también se les conoce como “liendres”.
-
¡Mi hijo tiene piojos! ¿Qué hago? Muchas madres lo primero que hacen al saber que su niño es portador, se espantan y aseguran que bañan a sus hijos todos los días; de modo que primero: no te espantes. La pediculosis hoy ya no se relaciona con la suciedad, pues se ha comprobado que los piojos resisten el agua y jabón diarios, y que tampoco tienen que ver con la pobreza, porque se contagian en personas de cualquier estrato de la sociedad.
Una vez que has detectado que tu niño tiene pediculosis debes lavar su cabello con los productos de higiene que se venden en las farmacias, y que no requieren receta médica. Después, es muy importante que, auxiliada de un buen peine y una buena luz, te dediques a quitar todas las liendres que pudiera tener, pues la vida de un piojo es más o menos de un mes, en tanto que las liendres pueden vivir hasta quince días. Es recomendable también que revises a toda la familia y cambies toda la ropa de cama. Lavar los peines y cepillos de la familia es una buena opción.
Si tu pequeño continúa presentando este problema por más de un mes es necesario recurrir al médico, pues aunque ahora sabemos que los piojos no generan ni propagan enfermedades, el rascarse puede provocar laceraciones e infecciones que pueden ser graves. El especialista revisará la gravedad del caso y, en su defecto, podrá recetar algún tratamiento oral a base de desparasitantes, que debes seguir al pie de la letra.
Es importante que le comuniques a la maestra de tu hijo la situación, pues así ella estará atenta a que no se propaguen y podrá detectar a otros niños, a fin de que sus padres los atiendan oportunamente. La educadora también podrá, en este tenor, cuidar a tu hijo para que nadie se burle de él o lo haga sentir mal por tener piojos. Los maestros son sensibles a esta epidemia y sabrán hacer lo correcto. Si ocultamos el problema, lo más probable es que en poco tiempo tengamos una verdadera epidemia y corramos el riesgo de que se cierren los grupos y los niños, por ende, pierdan clases.
A prevenir el problema:
-
Enseña a tus hijos a no compartir artículos de uso personal, tales como cepillos, ropa o peines.
-
Acostumbra a tus hijos a estar peinados siempre y con el cabello corto. Las niñas en especial deben recoger su cabello en “colitas” o “chonguitos”, pues esto dificulta que los piojos se suban.
-
Al peinarlos diariamente puedes utilizar algún producto de higiene y al regresar de la escuela, vuelve a peinarlos a modo de revisar que no venga con ellos “otro pasajero”.
Advertisement -
Limpia con mayor frecuencia las camas, lava todos los días las toallas de baño y no permitas que tus hijos usen ropa sucia.
-
Algunas escuelas o guarderías evitan el paso a sus instalaciones de niños con pediculosis. Si es tu caso, no te molestes, más bien entiende que se trata de medidas sanitarias que a todos benefician; tan pronto como limpies su cabeza tu hijo podrá regresar a clases.
Platica con tu familia y recuérdales que los piojos son una epidemia que cualquiera puede contraer, que no son personas sucias quienes los portan y que mucho menos tiene que ver con su condición económica.