Sánate a ti misma conociendo a tus antepasados

Tú eres, de muchas formas, el resultado de las buenas o no tan buenas decisiones de tus antepasados. Conocer y aprender de sus vidas puede ayudarte a sanar, a tener un futuro brillante para ti y tus descendientes.

Emma E. Sánchez

Hace poco más de veinte años que comencé a investigar la genealogía de mi familia, ya que me intrigaba mucho saber quiénes habían sido mis abuelos pues nunca tuve la oportunidad de conocerlos. Todo lo que sabía de ellos era a través de anécdotas y algunas pocas fotografías en blanco y negro. Me intrigaba de manera especial saber más de mi abuela paterna, de quien me pusieron sus dos nombres: Emma Ernestina.

Siempre imaginé que ella debió haber sido una persona muy especial como para que mi padre, quien no se crio a su lado, decidiera llamarme como ella. La historia de su vida siempre fue una verdadera intriga para mí, ya que si bien me contaban cosas increíbles y fascinantes sobre ella, había otras trágicas y sumamente tristes, que al pasar de los años seguían causando dolor entre los miembros de la familia y en especial en mi padre.

De esta forma, aquel dolor del pasado que seguía presente comenzaba a afectarme a mí también, razón por la cual me dediqué a investigar sobre mi historia. Es así que comprendí que investigar, aprender y conocer nuestra historia familiar puede ayudarnos a resolver los misterios del pasado, aliviar las penas del presente y llenar de amor a las generaciones futuras. A continuación te comparto algunas de las rutas que puedes seguir para iniciar este camino.

1. Preguntar información específica a las fuentes cercanas

Indaga con tus padres, abuelos u otros parientes sobre tus familiares ya fallecidos; pregunta específicamente su fecha y lugar de nacimiento, los nombres de sus padres y hermano así como toda aquella información que pudiera serte útil al momento de investigar en otras fuentes, como las que a continuación te sugiero.

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2. Visita registros civiles, parroquias y archivos generales

En la actualidad se ha vuelto mucho más fácil realizar este tipo de búsquedas, ya que mucha de esta información se encuentra en sitios de internet especializados a los que puedes tener acceso sin ningún costo. Al consultar este tipo de documentos, puedes obtener información valiosa sobre la identidad y algunos datos generales de tus familiares.

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3. Pide que te cuenten anécdotas, historias y experiencias de vida

Cada historia que te cuenten es una valiosa pieza del gran rompecabezas que irás armando poco a poco. Este paso es muy importante, pues es aquí en donde puedes llegar a conocer y enterarte de muchas situaciones del pasado. Si bien habrá historias felices también te encontrarás con momentos tristes que sucedieron en el pasado, situaciones que deberás enfrentar y ayudar a procesar a quienes las consecuencias los alcancen, probablemente incluyéndote a ti. En algunos casos, te darás cuenta que en tu historia familiar se repiten situaciones tristes generación tras generación (alcoholismo, divorcios o abandonos por ejemplo), sin embargo, una vez que descubrimos esto y nos hacemos conscientes de ello, nos ponemos en el control de los hechos y podemos evitar que se repitan.

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4. Escribe las historias de tu familia

Desde la nueva perspectiva que te ha dado conocer los orígenes de tu historia y descubrir cómo los problemas se enfrentan y se superan, será de gran valor que dediques un tiempo a escribir estas historias de familia. Aquellos que puedas plasmar en un texto, será un valioso legado para las siguientes generaciones de tu familia, así como una guía para la vida que quizá les permita evitar aquellas cosas que no deseas que se repitan. Tus hijos y nietos merecen un futuro nuevo y limpio en todo sentido.

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En lo personal, me tomó muchos años de viajes, pláticas y lágrimas llegar a conocer a Emma, entender las razones por las que había abandonado a su hijos pequeños y lo mucho que ella también había sufrido. Descubrí que era una mujer fuerte, decidida y que hizo todo lo mejor que pudo, que logró muchísimo más de lo que cualquiera hubiera esperado de ella y que hizo todo por recuperar a su familia hasta los últimos días de su vida.

Lamentablemente, la verdad de las cosas llegó a sus hijos cuando ella ya había fallecido. Sin embargo, cuanto ellos supieron su historia, el perdón que tan anhelosamente ella buscaba llegó y mi padre principalmente, dejó de sufrir. Jamás imaginé que yo llegaría a ser su portavoz en el presente, ni que contribuiría a mantener su memoria para el futuro. En mi búsqueda, alguien me regaló una foto a color de ella, ¡me encanta! Ella es la mujer de la cual me siento orgullosa de conocer y llevar su nombre.

Al respecto de este tema, también puedes leer: Los beneficios que te deja saber perdonar

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.