Consejos para actuar mientras crías hijos adolescentes
Educar con el ejemplo es una excelente manera de guiar a nuestros hijos en la dirección que queremos
Yordy Giraldo
“Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”
nunca ha sido un argumento válido, mucho menos cuando se trata de nuestros hijos adolescentes, en esta etapa ellos requieren que seamos su faro, que nosotros y nuestro proceder sea constante, pues aun sin ser conscientes de ello, eso les permitirá sentirse seguros.
Como padres somos ejemplo de vida
, y como ejemplo es más importante lo que hagamos que lo que digamos, pues lo que vean en nosotros y la forma en que interactuemos con ellos determinará su vida adulta. Sigmund Freud, dijo al respecto que “infancia es destino” y en mayor o menor medida ello es totalmente cierto.
Al nacer aprendemos a hablar por imitación, a caminar por imitación, a desempeñar roles por imitación, la forma en que usamos los cubiertos o incluso nuestra ropa la escogemos dependiendo de qué tan identificados nos vemos con mamá y papá.
Decirles a nuestros hijos que no mientan, al tiempo que les pedimos que inventen una excusa para no pasarnos el teléfono; que no beban alcohol cuando nosotros sí lo hacemos; o exigirles que sean responsables y respetuosos, cuando nos ven tirar la basura en la vía pública, o nos escuchan cómo ofendemos en la calle a conductores o a transeúntes, denigrándolos por su peso, apariencia física o estrato social, todo eso hará que si la educación que queremos inculcarles a nuestros retoños sólo se basa en palabras, como palabras se irán con el viento.
La comunicación es un tema constante en todas las relaciones que deseamos que lleguen a buen término, comunicarnos implica honestidad, tolerancia, disposición al cambio. Sin embargo, si bien con el resto de las personas tal vez podría ser una decisión personal, lo cierto es que en el caso de nuestros hijos es ineludible, si queremos que nuestros hijos sean sanos emocionalmente.
Cuando nuestros hijos son pequeños, somos sus héroes; como somos su marco de referencia, no ven nuestros errores y somos sus héroes, pero en esta etapa de la adolescencia, todo se hace más complicado, ya que dejan de ser dependientes de lo que papá y mamá dicen para darle más peso a lo que dicen sus pares. Por lo mismo, nuestra palabra deja de ser ley y se convierte en objeto de escrutinio y descrédito. Y no es que con estas conductas pretendan faltarnos al respeto: lo que ellos quieren, es demostrar que sus opiniones también tienen peso, que ya crecieron y que pueden solos. Es por ello que además de unas cuantas dosis extras de paciencia y tolerancia debemos ser congruentes entre lo que decimos y lo que hacemos, perder la credibilidad y la calidad moral como padres ante nuestros hijos, lo único que provocará es que pierdan la brújula que somos para ellos.
La falta de liderazgo en sus vidas, hará que busquen esa guía en otras personas que a sus ojos sean confiables, fuertes, auténticas; el problema con eso es el riesgo de que esa figura sustituta no le preocupe ser buena o mala influencia en la vida de nuestros hijos, tampoco lo que suceda a futuro con ellos, eso sin mencionar que existen posibilidades de que esa persona o grupo que emulen sean del tipo que sólo quiera sacar ventaja de su entusiasmo e inexperiencia y cuya calidad moral sea en realidad cuestionable. Por lo que algunos consejos que podemos tratar de adaptar a nuestra dinámica familiar para educar a nuestros hijos con nuestro ejemplo son:
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No gritar, enseñémosles que los argumentos tienen más peso que los gritos.
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Cumplir nuestras promesas, eso mostrará el valor de la palabra empeñada.
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Reconocer los errores propios.
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Decirles con frecuencia lo mucho que se les quiere y demostrarlo.
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Nunca castigarlos por ser honestos.
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Valorar sus esfuerzos aunque los resultados no sean los óptimos.
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Nunca hacerlos sentir menos.
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Ser congruentes.
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Ser constantes.
La labor de padres es un trabajo de tiempo completo y es para toda la vida, no importa la edad de ellos o la nuestra, nuestras acciones siempre repercutirán en sus vidas. ¡Hagamos lo necesario para que cuando al paso del tiempo nos recuerden lo hagan pensando en sus padres como personas de las cuales se sientan orgullosos!