9 formas en que los padres construyen valores en sus hijos
La familia representa el primer núcleo social donde los niños crecen y reciben formación y educación. Aquí encontrarás nueve consejos para construir las bases sólidas que tu hijo necesita.
Yessica McGregor
Todos pertenecemos a una familia que nos acoge y nos ama desde pequeños. Sin matrimonio, sin familia, no puede existir la sociedad, ya que ésta es el pilar, es el primer círculo social en el que la persona nace, se desarrolla, recibe educación y aprendizaje. Desde el punto de vista social, el núcleo familiar es el más importante ya que aquí es donde se da la procreación y la educación, se aprende a pensar, se cultiva la inteligencia de los individuos y se edifican los valores humanos. La familia desempeña un papel insustituible en la formación de individuos; es la única constructora de la civilización del amor.
Nadie puede dar lo que no tiene, y así sucede con el niño quien, al ser amado por sus padres durante su infancia, podrá también dar amor cuando crezca o, al no recibir amor en su infancia, tendrá dificultades para expresarlo cuando sea adulto. Los padres son los educadores que otorgan las bases para que en un futuro ese individuo que están formando pueda tener a su vez un matrimonio y una familia sólida y edificada.
La familia, debe ejercer una función de educación y formación, y lo puede hacer por medio de los siguientes puntos:
Centrar la educación en principios correctos
, ya que son éstos los que orientan las acciones de las personas hacia una realización plena y una convivencia social armónica, son ideales que nos marcan retos para la vida diaria. Es necesario que los niños en su educación tengan un marco de referencia basado en valores éticos, ya que sin éstos, las personas sólo existen para la autosatisfacción, sin compromisos para con sus semejantes o para con la sociedad.
Enseñar por precepto, con paciencia y constancia
Los padres deben reconocer que no es una tarea sencilla el infundir valores, pero también deben aceptar que estos son realmente importantes y necesarios, por lo que tienen que llenarse de constancia y paciencia, ya que no es un proceso que ocurre de la noche a la mañana.
Reconocer que la enseñanza más importante, es a través del ejemplo
No todo se da a través de la palabra. El ejemplo es la herramienta más importante para un aprendizaje significativo. Por ejemplo, no hay nada mejor para que un niño sea ordenado, que el notar que sus padres también son ordenados con sus cosas.
Enseñar a los hijos a conocerse a sí mismos
Es muy importante que en el seno de la familia se le guie a los integrantes a conocerse a sí mismos y conocerse entre ellos para poder descubrir cuáles son sus virtudes humanas dentro de su propia naturaleza. La labor de los padres es menos el “vaciar” conocimiento dentro de los hijos, que el hacer que ellos desarrollen sus propios talentos.
Establecer límites
con una autoridad amable pero firme, conjugando el amor con la disciplina sin caer en un autoritarismo pero tampoco siendo permisivo, sino encontrar la virtud en el punto medio ofreciendo a los hijos estabilidad y confianza.
Analizar, dosificar y controlar qué programas de televisión ven sus hijos
Al compañarles a verlos y, al analizar con ellos, ayudarles a formar su propio criterio. Criar buenos hijos no implica sacarlos del mundo, sino ayudarles a decidir. Uno de los grandes riesgos de nuestra sociedad radica en que muchos padres están ausentes y quien educa a los niños es la televisión.
Reforzar los lazos familiares
y comprender que la familia está vinculada a la sociedad, por lo que es fundamental que se fomente la ayuda recíproca a los demás, tomando como base la caridad, que debe ser un principio fundamental en todas las relaciones
Tener constantemente una comunicación de calidad
entre cada integrante, respetando cada uno de los gustos e intereses. Para ello ayuda el tener una reunión semanal donde se externen puntos de vista y se cree un ambiente de confianza, impulsando el aprendizaje de valores básicos tales como: la laboriosidad, el orden, responsabilidad, respeto, sinceridad, generosidad, fortaleza, amistad, alegría, entre otros.
Pasar tiempo con los hijos
también en básico. ¿Cuánto tiempo? Tanto como sea posible. ¿Cómo hacer que el tiempo de familia sea tiempo de calidad? Al tener al menos una comida al día juntos como familia; realizar actividades recreativas; ayudarse a conocer entre ellos por medio de juegos de preguntas; resaltar las virtudes de cada individuo.
Constantemente nos preocupamos por lo mal que está la situación en cuanto a la economía, la política, la contaminación y la inseguridad; hablamos acerca de dejarle un mejor mundo a nuestros hijos, pero acaso ya nos detuvimos a cuestionarnos: ¿Y nosotros qué hijos le estamos dejando al mundo? Si seguimos estos simples pasos, estaremos dejando unos hijos que harán de este mundo, un lugar mucho mejor para vivir.