Si supieras que toda la felicidad de tu hijo depende de ti, ¿Qué harías?

Los talentos de tu hijo no sólo son adornos, pueden ser su modo de vida. Les ayudarán a ser felices y prósperos, pero necesitan de ti para descubrirlos.

Erika Otero Romero

Todos los seres humanos nacemos con algún talento o don especial. Unos los descubrimos nosotros mismos o nuestros padres a edad muy temprana, y desde entonces podemos sacarles provecho. Otras personas los descubren un poco más tarde, pero igual disfrutan de ellos a su manera y en justa medida. En cambio, otras tantas desarrollan capacidades específicas que sólo con la práctica va dándoles la luz que les hace saber cuál es su misión en esta vida. Lo que es un hecho indiscutible, es que absolutamente todos venimos con un equipaje especial que nos distingue a unos de otros.

Los sueños de un niño

De niños soñamos con ser doctores, bomberos, policías, madres o princesas. Lo difícil es despertar del sueño siendo un joven egresado de la enseñanza media (bachillerato, preparatoria, secundario) y no saber qué hacer de nuestras vidas: si conseguir directamente un empleo o ir a la universidad o a un instituto de carreras tecnológicas. Esa decisión no puede tomar toda la vida, y aun así vemos jóvenes que van de una carrera a otra sin rumbo fijo; pasan los años y ya han dejado tres o más carreras a medias y, tras eso, padres desesperados porque ningún bolsillo ni ánimo aguanta ese ritmo por mucho tiempo. El resultado: adultos trabajando en oficios que no los satisfacen, en los que se sienten mediocres y con los que apenas ganan lo justo para pasar el mes. Por supuesto, los padres se sienten frustrados y fracasados, no saben qué hicieron mal o qué dejaron de hacer para que sus hijos no sean capaces de ser exitosos en lo laboral ni felices en su vida.

Nunca es demasiado tarde para encontrar tus talentos

No hace mucho tiempo vi uno de esos populares programas de televisión donde las personas muestran su talento en el escenario. Me llamó la atención un hombre de poco más de treinta años que trabajaba como asesor en una empresa, pero su sueño siempre había sido cantar. Las cuatro ocasiones anteriores en que el programa había ido a su país, él había llenado su solicitud y, antes de enviarla por correo, rompía el sobre por temor al rechazo. Ese temor venía de la influencia que sus “amigos” pesimistas le infundían. Le decían que ya era muy grande para eso, que no tenía talento y lo rechazarían. Pero finalmente se aventuró, envió la solicitud de cupo, y ahí estaba: más cerca de su sueño. El día de la audición se presentó ante un público de más de mil personas, hecho un manojo de nervios y lágrimas. Se presentó ante la falta de fe de algunos de sus conocidos, un jurado que lo miraba inexpresivo, y un público impasible. Tan pronto como cantó la primera frase de su canción, dejó muda de asombro a toda la concurrencia, y sedienta de su voz. Llegó hasta las finales del concurso y hoy se dedica a cantar.

Teniendo en cuenta sólo este ejemplo, quiero mencionar de algunos aspectos que podemos tener presentes si deseamos que nuestros hijos reconozcan su don y tengan el placer de hacer lo que aman para ganarse la vida.

Déjalo hacer una labor extra clases

Si bien es cierto que ya el estudio básico es costoso, hay cursos de arte, música o deportes que están al alcance del cualquier bolsillo e incluso son gratuitos y permitirán a tu hijo ir despertando o desarrollando sus talentos, cualesquiera que éstos sean.

Apóyalo en sus labores extracurriculares

Muchos niños muestran un especial interés en algunas áreas como la danza o el teatro. Acompaña a tu hijo o hija a sus recitales y hazle ver lo bueno que es y puede llegar a ser.

No todo es Bellas Artes y fútbol

No todo niño se interesa por la danza o la música o deportes. Muchos pequeños o preadolescentes se sienten inclinados por la mecánica o la carpintería y otras actividades de tipo manual, así que muchos padres que sean “manitas” o se les facilite las actividades de este tipo, pueden ser los maestros de sus hijos.

Ayudarlos en sus tareas de clase

También les permitirá a los padres conocer el tipo de intereses o talentos que tienen tus hijos, bien sea en las matemáticas, las ciencias naturales, sociales (humanidades), artes, las posibilidades son infinitas.

Comparte tiempo libre con tu hijo,

Eso afianza la confianza padre e hijo, le permitirá verte como un ejemplo a seguir, aprenderá de tus gustos o aficiones. Si te gusta leer, despertarás ese interés por los libros, o si te gustan los computadores o los juegos de video o la cocina, las posibilidades son muchas, solo permítele ver que te gusta, como niño te irá imitando y de a poco descubrirán juntos sus gustos y dones.

Dale a tu hijo las herramientas para ser feliz y una persona de valor para la sociedad, tú puedes ser la luz que ilumine su camino, solo dale la oportunidad de que él realice sus propios sueños. No trates jamás de hacer que él haga realidad los tuyos: eso solo logrará frustrarlo y no lo hará feliz y, menos todavía, agradecido. Nunca olvides que los lazos más fuertes son los que se cuidan con amor y se fortalecen por medio de la confianza.

Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.