Si tu hijo batalla para dormir, este artículo es para ti.
¿Te cuesta trabajo que tus hijos se vayan a dormir?, quizás es tiempo de leer este artículo y enterarte de los múltiples beneficios de establecer una rutina antes de dormir. El sueño es plácido si se sigue una rut
Camila Ignacia Gómez González
Hasta hace cinco años mi vida era completamente diferente a la que llevo hoy: no sabía de pañales, ni de chupetes (chupones), de vacunas, de controles pediátricos y mucho menos de los múltiples beneficios que otorga el tener rutinas establecidas antes de que los niños se vayan a dormir.
De modo que como madre primeriza e insegura, cada persona que me visitaba me daba un consejo diferente para comenzar a criar a un pequeño feliz y obediente, por lo que decidí ir a la consulta del pediatra, y de esa amena charla destaco lo siguiente:
La rutina antes de dormir nos ha otorgado seguridad a ambos
De una u otra manera ambos logramos llegar al final del día sin sobre exigirnos, pues sabemos que luego de la cena y un reconfortante baño tenemos tiempo de leer o inventar algún cuento, que avisa que el día ajetreado ha terminado. Esto también me ha traído beneficios para poder trabajar con tranquilidad en casa, pues sé que luego de las nueve de la noche no debo preocuparme por juguetes tirados en el suelo, peligros de accidentes o rabietas por agotamiento excesivo.
Ha fijado límites
Sin darme cuenta el día de Santiago ha ido ajustándose a las necesidades de su edad, sin dejar tiempo para que el aburrimiento u ocio se apoderen de él, pues todas las actividades que realiza tienen un límite de tiempo que a sus cinco años sabe respetar muy bien. Por ejemplo, sabe que después de estudiar dispone de tiempo para sacar sus juguetes favoritos o que luego de jugar debe ordenarlos para poder cenar y tomar un baño tibio.
Le permite estar activo, pero sin cansarse de más
Como casi todos los niños de su edad, Santiago es MUY activo. Ama correr, andar en bicicleta, le apasionan los deportes, el arte, salir a jugar con amigos, etcétera; pero para mantener este ritmo de vida necesita descansar varias horas, por ello es que toma una siesta de dos horas y por las noches duerme otras ocho.
Hoy sigo siendo una mamá primeriza algo asustada por cada etapa, de eso no tengo duda alguna, aunque también tengo la certeza de que una de las mejores inversiones de tiempo que he hecho ha sido crear una rutina saludable para la hora de dormir, que no solo ha redundado benéficamente en que Santiago sea un niño seguro de lo que ocurre en su entorno, sino que nos ha dado la oportunidad de aprender juntos de cada etapa, respetando los tiempos de cada uno.