Si tus hijos te están volviendo loca… descuida, eres normal

Si tus hijos te vuelven loca y te sientes mal por siquiera pensarlo, este artículo es para ti.

Denhi Chaney

Muchas veces, tal vez más veces de las que quisiéramos, queremos que nuestros hijos se duerman todo el día, o que se vayan con un familiar por unas cuantas horas, o cualquier cosa para obtener aunque sea un pequeño descanso, ya que la realidad es que… bueno… ¡te están volviendo loca! Puedes decir con convicción que los amas más que a nada en este mundo, pero al mismo tiempo, que hay veces que los quieres regresar. Al tener estos sentimientos, muchas nos llegamos a sentir mal, como las peores madres del mundo al desear que nuestros hijos se fueran por unas cuantas horas; sin embargo, créeme que toda madre ha llegado a su límite y ha pensado lo mismo. Por tato, si tus hijos te están volviendo loca, descuida, eres normal.

Ahora, ¿cómo es que nuestros hijos nos vuelven locas? Existe un sinfín de posibilidades pero aquí te presento algunas:

  • Requieren toda nuestra atención, cada minuto, cada segundo de todo el santo día.

  • Tenemos que intentar mantener la calma, aun cuando ellos se comportan como dignos merecedores de una buena tunda.

  • Se nos requiere que disciplinemos y no solo castiguemos, aun cuando se nos han acabado las ideas.

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  • Tenemos que estar de pie casi todo el día, entre jugar, preparar comida, baños, etcétera.

  • Hacemos todas estas cosas, muchas veces, con solo cinco horas de sueño (menos, si tenemos a un recién nacido).

  • Sentimos la responsabilidad de ayudarlos a alcanzar su potencial, cuando no tenemos idea de cómo hacerlo.

Como puedes ver, tenemos muchas razones para sentirnos estresadas por el arduo trabajo que tenemos en nuestras manos. No sentirse de esta forma, es casi inevitable; sin embargo, no tenemos por qué experimentar culpa ante tales sentimientos, y aquí te presento las razones.

1. Eres humana

En cuanto más temprano aceptes la realidad de que no eres perfecta, podrás disfrutar mucho mejor de tu rol como madre, pues podrás aceptar que el ser humano aprende de forma continua. Es natural –y sano– que tengas todos esos sentimientos, pues reafirman que el papel que estás haciendo no es fácil, lo que me lleva al siguiente punto:

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2. El trabajo es muy pesado

La persona que ha dicho que ser madre es fácil, nunca lo ha sido. Es sencillo: ser mamá es maravilloso, pero también absolutamente pesado. Sí, requiere de TODA tu energía física, mental y emocional, a veces incluso cuando sientes que ya no tienes nada más que dar.

3. Todo lo bueno requiere de esfuerzo

Nadie dijo que lo bueno se consigue gratis –con sus pequeñas excepciones– y la experiencia de ser madre es de las mejores que alguien puede experimentar. Por lo tanto, no podemos esperar que sea fácil. Lo que nos trae tanto gozo, plenitud y felicidad, viene con lágrimas, frustración y a veces enojo. Aceptemos todo el paquete tal y cual viene, pues no podemos tener uno, sin el otro.

4. Tus hijos son humanos también

Es de suma importancia recordar que así como nosotras somos humanas, nuestros hijos también lo son. Si esperamos perfección de ellos, terminaremos muy decepcionadas.

El ser humanos es una experiencia fenomenal, y ser madre requiere que aceptemos esta experiencia. Así que si un día sientes que tus hijos, a quienes amas, te están volviendo loca, no solo eres normal, recuerda que esto es parte de la experiencia.

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Denhi Chaney

Denhi Chaney es egresada de la Universidad de Brigham Young con maestría en Terapia de Matrimonio y Familiar. Denhi también es esposa y madre de un niño. Puedes contactarla en .