Cinco consejos para elevar tu autoestima
En un mundo en el que fácilmente se puede olvidar lo maravilloso que es vivir, es necesario recordar estos consejos para siempre estar seguro de sí mismo.
Arturo Leonardo
Nunca lo voy a olvidar, y creo que mi amigo tampoco. Cuando tenía unos ocho años de edad, me encontraba un poco ansioso por el inicio de clases. Era, claro, el efecto “fin de vacaciones”. Mi madre me despertó temprano y en lugar de quejarme pensé: “¡Bien!: ¡Nuevos amigos!”.
En el patio de la escuela, los grupos en la fila debíamos escuchar a la directora del plantel, quien dirigía un mensaje: que la importancia del estudio, que los niños son el futuro del planeta y una sarta de cosas que francamente en ese momento no me interesaban a mí, ni al centenar de educandos que solo queríamos llegar al recreo cuanto antes.
Entonces, yo que estaba ubicado casi a la mitad de la fila de hombres, comencé a platicar con el de enfrente de la temporada fantástica de mis Vaqueros de Dallas y también de cuando vi en la TV al jugador Romario. Luego platiqué con el de atrás, que si jugaríamos futbol con un bote lleno de basura y de repente ¡saz!, llega la maestra para ponerme hasta enfrente de la fila: un mensaje para que guardara silencio.
Entonces vi a un niño de menor estatura que yo, con la cara hacia el suelo. Se le veía nervioso, quizá con miedo. No pude aguantarme y me presenté “Hola, soy Oscar. ¿Y tú?”. La historia no ha terminado: mi amigo y yo tenemos cerca de 22 años de aventuras ininterrumpidas.
Ojo, no quiero decir que tengas que estorbar o ser un parlanchín en todas tus actividades a lo largo de la vida. Más bien quiero decirte que la vida es una oportunidad tremenda para conocer, y que hay que quitarse del vocabulario la palabra “pena”. Puedo decirte que no me ha dado vergüenza pedir, tocar puertas, saludar o atreverme. A cambio he tenido una vida de la cual me siento contento, con muchas historias que contarle a mis hijos.
Ahora bien, ¿qué hacer cuando tu autoestima es baja y te da pena platicar con desconocidos?Bueno, déjame decirte que a lo largo del tiempo he aprendido a sobrevivir de muchas formas. Nunca he sido atlético o un modelo de revista, pero sí sé de lo que soy capaz y eso es más que suficiente. De esta forma, déjame darte unos pequeños consejos para elevar tu autoestima. Sería bueno que los pongas en práctica y, si conoces otros, espero que tú me los puedas compartir.
1. Convéncete de que estás en el mundo por un motivo
Hay una frase muy popular en México, que dice: “Cuando te toca, aunque te quites. Y cuando no, aunque te pongas”. Las personas tenemos un propósito en la vida. Experimenta todas las opciones a tu alrededor hasta que encuentres ese, o esos propósitos.
2. Comparte tu talento con el mundo
Va de la mano con el punto anterior. Yo nunca fui el mejor futbolista, pero sabía hablar en la cancha y eso ayudaba a que otros hicieran mejor su trabajo. No soy artista de cine, pero me gusta hacer reír a las personas. Si dibujas, enseña tus obras. Si escribes, deja que te lean. Si sabes peinar, peina a toda tu familia. ¡Atrévete a reconocer que eres bueno en algo!
3. No temas hablar
La expresión oral es un regalo, pero muchos la utilizan para intimidar. Aprende a decir “no”. Si no te gustan los apodos, dilo. Si no estás de acuerdo, extérnalo. Siempre.
4. Inicia tus oraciones con “Yo pienso”
Continuación del punto tres. Poder generar una opinión propia es un regalo que no debes desperdiciar. Practica en tu trabajo, con tu familia: “Yo pienso que ese cuadro se vería mejor de este lado”. “Yo pienso, jefe, que la mejor forma es hacer las cosas de esta manera”. Es un ejercicio que te dará seguridad.
5. Atrévete a equivocarte
El tren tan agitado de vida actual, nos hace pensar que todo tiene que ser seguro. Si intentas cosas nuevas, te darás cuenta que no sólo hay un árbol, también hay un bosque.
Yo no sé si la autoestima se enseña, pero sé que la construimos en nuestros hijos. Te invito a que practiques estos puntos con tus hijos: muchas veces los bravucones son únicamente eso: personas inseguras que tratan de aprovecharse de los que no hablan, de los que no piensan, de los que tienen miedo de reconocer que muchos harían las cosas de mejor manera que ellos. Así que ve, edifica tu autoestima y contagia estos puntos en tus hijos. ¡Mucho éxito!