Para que te respeten, antes debes saber hacerte respetar
¿Insatisfecho acerca de cómo te tratan las personas? Averigua de dónde nacen los parámetros de respeto que los demás deben tenerte. Exigir que te respeten parte de que sepas hacerte respetar.
Erika Otero Romero
Si una persona tiene complicaciones en sus relaciones sentimentales o es víctima continua de irrespeto de parte de quienes le rodean, debería cuestionarse la razón por la cual le ocurre con tanta frecuencia. Es más, me atreveré a decir que es importante que se cuestione sobre la razón por la cual le ocurre, ya que si se hace consciente de la raíz de sus conflictos en sus relaciones interpersonales, puede evitar que la maltraten e incluso, alejar de su vida a quienes abusan de ella.
Primero, y primordial, permíteme decirte que como individuo eres por completo responsable de lo que te ocurre en cada área de tu vida; además de eso, eres tú quien permite que te traten de tal o cual manera; sí, así como lo has leído. Siendo así el asunto de las relaciones interpersonales, cuando alguien te trata mal tú puedes –y debes– elegir entre hacer que te respeten o soportar callado y sin defenderte las malas maneras del abusador.
De modo que te propongo algunas pautas que puedes utilizar para hacer que las personas te respeten y valoren por la persona que eres:
Reconoce tu valor
No importa tu pasado, tu profesión o nivel económico, como ser humano vales mucho. Hazte consciente de que en tus manos está el poder de cambiar tu vida y colaborar para el cambio positivo de las personas que te rodean. Ser conocedor del poder que tienes en tus manos para modificar tu ambiente y a tus seres amados, es el primer paso para hacerte valer y respetar.
Detén la falta de respeto a tiempo
Es tan fácil como qué tan pronto inician los malos tratos, tú no lo permitas; sin agresiones ni palabras hirientes, simplemente hablando claro y poniendo límites desde el mismo inicio, le estarás diciendo a tu agresor que mereces respeto.
Adviértele a tu agresor sobre las consecuencias que acarreará su maltrato
Algunos agresores creen que bajo el influjo de la violencia no serás capaz de pedir ayuda, ya que si te han maltratado una vez y no has sentado un precedente de defensa, tienden a suponer que seguirás permitiendo las agresiones; por ello, es importante que leas de nuevo el segundo punto y pongas punto final a la situación antes de que se torne difícil.
¡DENUNCIA!, recurre a tus familiares o amigos cercanos, e incluso huye si la situación pasa a mayores; pero no entres en estado de indefensión, no te hagas ovillo. Ten en cuenta que puedes también defenderte de manera física, pero esa puede ser un arma de doble filo y antes de que levantes un bate para golpear a tu agresor, te recomiendo pensar en que no vale la pena ponerse al nivel de alguien tan bajo que recurre a la violencia física o verbal para ganar respeto o hacerse sentir.
Reconoce a las personas y no te pongas al alcance de los potenciales agresores
Si bien no todas las personas gritan, insultan o golpean, muchas más suelen decirte groserías de manera indirecta (esto es agresivo-pasivo) o hablar de ti a tu espalda, criticarte de una manera que te hace sentir incómodo y en el caso de que lo merezcas, no tienen por qué hacerlo, no lo permitas.
Recuerda siempre que nadie puede lastimarte o faltarte al respeto a menos que lo permitas; nunca olvides que el respeto que te den depende del lugar que tú mismo te des. Mientras tengas presente esos parámetros de convivencia te acercarás cada día más a mejores personas y alejarás de tu vida a las personas tóxicas que solo pretenden dañarte.
Jamás olvides que también eres ejemplo para tus hijos, tu familia y tus amigos, sin darte cuenta siempre estás influyendo en quienes te rodean.