Qué decir cuando se reciben malas noticias

Son opciones para esos momentos difíciles en que sabemos que con unas palabras, no se soluciona nada, pero si se dicen de corazón, pueden confortar mucho el alma.

Erika Gaytán

Al ser humano por naturaleza le gusta hablar y aunque no sepa de algún tema, es propenso a dar su opinión. Pero existe un momento en específico en el que se le dificulta en demasía hacer un cometario. Esto sucede en forma particular cuando un amigo o un familiar reciben una noticia desagradable, como la enfermedad de un familiar o un deceso.

Cuando uno se entera de esto por el propio familiar, el oyente quiere decir las palabras exactas que puedan traer consuelo, resignación o apoyo al doliente. Nunca estamos preparados para las malas noticias y para no quedarnos sin decir nada recurrimos a frases ya hechas, ya escritas, listas para ser dichas sólo en esos instantes. Pero, ¿dichas frases aportan alivio?

Como es natural, en muchos casos el doliente se encuentra aturdido y no se percata de lo que se le pueda decir. Sin embargo, hay desconsolados que esperan de ciertas personas, las palabras perfectas que lo hagan encontrar esa paz que tanto necesita en esos momentos, las que le puedan dar la solución al problema, la respuesta a las mil preguntas que se tiene o las que le puedan ayudar a retroceder el tiempo para que ese momento no llegue. Por desgracia, esas palabras no existen. Pero, sí otras alternativas que pueden ayudar en esos casos.

Si de verdad tienes estima por el familiar que está pasando por una circunstancia difícil y quieres ayudarlo de alguna forma, comparto contigo cinco recomendaciones para lograrlo:

1. Palabras anodinas

Abstente de decir palabras sin sentido; un “te quiero”, “estoy contigo”, siempre son mejores a decir que frases de “catálogo”. No te presiones, di lo que sientes tu corazón.

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2. Escuchar

El solo hecho de compartir un dolor siempre aligera, así que en primer lugar escucha a la persona para que se desahogue; no sólo con lágrimas, sino con palabras. Deja que haga lo que sea con tal de que saque su dolor.

3. Abrazos

Los abrazos fuertes y sinceros siempre resultan de mucha utilidad. Está comprobado que un abrazo reconforta a una persona en cualquier momento, por lo que puede decirse con él: te quiero, te extraño, aquí estoy, apóyate en mí, te amo, tranquilo, te protejo, llora conmigo, etc.

4. Oración

Visita a los familiares y propón hacer una oración. No importa la religión o ideología que tengas. El hecho de hablar o dirigirse a un ser supremo, siempre ayuda a tener un poco de consuelo en el alma y crear la idea firme, que ese familiar se encuentra bien.

5. Seguimiento

Está pendiente de los familiares, ya sea para preguntar sobre la salud del enfermo o para hablar con ellos.

Para muchas personas resulta complicado acudir a un hospital para visitar a un enfermo o peor aún, acudir a un velorio. Es triste, deprimente, e incómodo. Solo recuerda que esos momentos tarde o temprano le llegan a todos. Hoy son ellos, mañana puedes ser tú. No cuesta nada estar al tanto de las demás personas y menos si se trata de nuestra misma familia.

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Erika Gaytán

Oriunda de la tierra del taco, el mariachi y el folklore. Periodista de profesión y corazón. Por muchos años he tenido la fortuna de colaborar como docente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes. La música, la enseñanza, la investigación, lectura y escritura son mis grandes aficiones.