Sus hijos no le obedecían, hasta que aprendió estos principios.

La vida nos demuestra que cosechamos sólo lo que sembramos, por qué no enseñar a nuestros hijos las claves para una buena cosecha.

Diana Brante Morales

Gabriel es un niño muy inteligente, seguro de sí mismo, tranquilo y siempre dispuesto a aprender cosas nuevas. En el colegio le dieron la tarea de leer el texto “A pasarlo bien” de Neva Milicic, quien en pocas páginas es capaz de mostrar las ventajas de seguir las reglas de los padres y lo poco que disfrutamos cada vez que se genera alguna discusión.

Luego de que leyó este libro noté un cambio radical en la actitud de mi hijo; comenzó a preguntar en qué podía ayudar, a jugar con su hermana, ordenar sus juguetes e incluso ayudo a preparar la mesa para almorzar. Como madre me invadieron dos sentimientos: felicidad y curiosidad. ¿Por qué mi hijo estaba actuando tan evidentemente bien? Decidí preguntarle y tuve la grata sorpresa de saber que la historia recién leída había sido capaz de influir de forma positiva en cuestión de minutos.

Como padres muchas veces nos toca ser los malos, los que imponen reglas y dictan castigos, así que hoy te daré algunos tips bastante efectivos para cambiar la actitud de tus hijos.

  • No digas NO: Nuestros hijos suelen ignorar esta palabra cada vez que la incluimos en alguna instrucción. Por ejemplo “no dibujes en la pared” suena muy distinto a “dibuja en las hojas”, en el primer caso lo estás prohibiendo, en cambio en el segundo lo incentivas a que lo haga. Lo prohibido siempre será más divertido y atractivo, en especial para los niños.

  • Sistema de Méritos: Acostumbramos a castigar más que a premiar, cuando algo está bien hecho es porque “así debe ser” pero si cometemos un error recibimos todas las críticas. Te invito a cambiar el switch; con un sistema de méritos tus hijos pueden canjear un “premio” al haber completado una serie de acciones positivas, tales como obtener buenas calificaciones en el colegio, mantener ordenada su pieza, compartir sus juguetes o no pelear con sus hermanos. Con esto lo motivas para mantener el buen comportamiento.

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  • Ideas ordenadas: Enséñale a tus hijos a mantener su habitación ordenada como ellos deseen hacerlo. Ayúdalos con algunas sugerencias, pero permite que sean ellos quienes decidan el lugar específico de sus cosas, sobre todo sus juguetes. Entrégales las herramientas para que en el futuro sean capaces de organizar y desarrollar sus ideas con mayor facilidad. Una pieza ordenada es un cerebro ordenado.

  • Instructivo: Lo que decimos como padres no siempre suena igual que cuando lo hemos practicado con algún adulto. La mayoría del tiempo nuestros hijos no entienden lo que les queremos transmitir en un 100%, por lo que no podemos esperar que interpreten y sean capaces de llevar a cabo las instrucciones al pie de la letra. Verifica que lo que ellos entiendan sea lo que tú esperas y así evitas desiluciones.

Te recomiendo que leas el libro y, si tus hijos están entre las edades de 2 y 12 años, léelo junto a ellos. Con pequeños ejemplos esta excelente escritora es capaz de describir situaciones cotidianas que conllevan a castigos y malos ratos para todos los involucrados.

Concéntrate en lo positivo, demuestra que lo que ellos hacen te importa, reconoce sus logros y felicítalos cada vez que tomen la decisión correcta, así los estarás motivando a seguir actuando positivamente para conseguir sus metas.

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Diana Brante Morales

Me gusta comenzar cada día como un nuevo día, darme la oportunidad de ser feliz y sonreír por las cosas básicas. Dar sin esperar nada a cambio. Siempre sorprenderme.