Tu suegra puede ser una amiga incondicional

Lidiar con la primera visita a la casa de tu pareja no es cosa fácil, pero aquí encontrarás pequeños consejos para conocer a la tan temida suegra.

Camila Ignacia Gómez González

Para muchas personas las relaciones humanas no son sencillas. Y esto se agudiza cuando hay que comenzar a interactuar con el personaje más temido de la historia, la suegra. Desde la primera vez que visitamos la casa de nuestra pareja, suelen despertarse nuestros peores temores existenciales, porque entramos en un territorio que no es nuestro. No sabemos cómo nos recibirán, si será una mujer dulce dispuesta a conocernos, o si nos querrá ver lejos de su vida lo más pronto posible.

Lo mejor que podemos hacer es lograr una buena relación o, en el mejor de los casos, una amistad y una aliada para momentos de crisis. Permíteme entregar algunos consejos para saber cómo comenzar a construir una bonita relación:

• Sé siempre cortés. Hay un dicho popular que dice: “lo cortés no quita lo valiente”. Con esto se quiere decir que, a pesar de que la recepción sea algo “seca”, tú siempre sé amable. Recuerda que el proceso es complicado para ambas partes; de pronto una extraña (tú) entra a su vida para quedarse. Siempre saluda con una sonrisa, estrecha su mano, muéstrate dispuesto a entablar una conversación amena.

• Hazla parte de la relación. Con esto no digo que la consideres para todo, pero sí hazle saber que para ti es importante mantener una buena relación con ella; invítala a tu casa, agradece sus consejos y pequeños detalles. Si ya están casados incítala a ser testigo de los sucesos importantes de la familia, por ejemplo, cumpleaños, nacimientos, celebraciones, etcétera. Verás que su ayuda y experiencia pueden ser un gran aporte.

• Agradece los detalles que tiene contigo y con tu familia. Muchas suegras son mujeres dulces que intentan siempre entregar lo mejor de sí; por eso, si tu suegra te obsequia algo, llámala para agradecerle. No importa si lo que te ha dado no es totalmente de tu gusto, los detalles pueden marcar la diferencia y comenzar a crear un camino que lleve a la amistad.

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• Nunca hables mal de tu pareja frente a ella. A ninguna madre le gusta escuchar los mil defectos que pueda tener su hijo, por ello te recomiendo que no le hagas saber todo lo que te molesta de tu pareja, eso déjalo para conversarlo con tu almohada o con tu madre. A ella agradécele por haber criado a la hermosa persona que se ha convertido en tu pareja.

• Date el tiempo para conocerla. Entablar relaciones no es cosa fácil y necesitan tiempo para solidificarse. Busquen intereses en común, conversen a menudo para lograr entender su forma de ser. No olvides que al igual que tú, ella ama a tu pareja y solo quiere su bienestar.

• Aclaren malos entendidos. No esperen a que el tiempo pase y haga de su relación algo tormentoso, es mejor que arreglen sus diferencias conversando, dejando en claro cuáles son los límites de cada uno. Claro que siempre hazlo de manera respetuosa y dulce.

• Dale su espacio. Permítele pasar tiempo a solas con su hijo; es necesario para que ellos también puedan fortalecer su relación.

• No compitas con ella.
  Dicen por ahí que “más sabe el diablo por viejo, que por diablo”, y ella sin duda conoce a su hijo como la palma de su mano; sabe sus gustos, intereses y con solo mirarlo puede adivinar qué está pensando. Esto no es motivo para competir, tu pareja se fijó en ti por tus múltiples cualidades, por lo tanto, brilla con luz propia.

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Recuerda siempre que las relaciones familiares no son del todo fáciles, pero que con un poco de amor podemos lograr que sean exitosas, e incluso puede ser que con el tiempo ganes una amiga incondicional a la que puedas recurrir por un poco de ayuda, con quien puedas conversar abiertamente o bien para dejar a los niños cuando necesites una escapada romántica con tu pareja. No olvides nunca que el amor de madre y el de pareja son en absoluto diferentes, pero que ambas partes quieren lo mejor para la persona que tanto aman.

Camila Ignacia Gómez González

Camila, es Relacionadora Pública, con orientación en Marketing, actualmente reside en Villa Alemana, Chile. Es esposa y madre, y ama escribir para ayudar a fortalecer los lazos familiares.