Tus abuelos son un arcón de sabiduría. ¿Los estás aprovechando?

Los abuelos poseen un gran conocimiento de su propia historia y contexto, así como también sobre su propia familia. Su sabiduría es un tesoro muy valioso. Aquí te comparto algunas ideas para aprovecharlos.

Erika Gaytán

El abuelo como cómplice y narrador

El abuelito Lalo llama a sus nietos y les pide que se sienten alrededor de él, sobre su cama, para relatarles una historia: “Les voy a contar la historia de un elefante mágico que era así de pequeño (junta sus manos dejando un pequeño hueco entre ellas), que crece (aleja su manos un poco), y crece (las separa más), crece, crece.” Las aparta más y más hasta que sus brazos totalmente extendidos, logran tirar a los niños de espaldas, provocando así una larga carcajada a los infantes, al darse cuenta de la broma de su abuelo.

Como ésta, existen mil historias o juegos inventados por los abuelitos para convivir con sus descendientes, en una mezcla de voces, gestos, imaginación y movimiento, cualquier cosa que logre dibujar una sonrisa en sus rostros. Son tan especiales que existen diversos prototipos. Pero, con todo, pocas veces se aprecian sus conocimientos.

El abuelo, sabio historiador

Las funciones de los abuelos no se limitan a “proteger” a los nietos de sus propios padres, ni tampoco a ser “padres sustitutos”. Los abuelos tienen algo más, algo que sólo ellos pueden tener y que han construido década tras década: sabiduría, la cual no se construye sólo con libros, sino con experiencias y años. Por ejemplo, los abuelos saben de historia porque en los años que han vivido les ha tocado ver muchos cambios a su alrededor: formas de vestirse, de hablar, de comunicarse, de trasladarse de escribir… en fin, muchas cosas que ellos presenciaron y, en algunos casos, fueron protagonistas.

¿Por qué no hacer una reunión en donde se escuche a los abuelos de cada familia para conocer de viva voz su propia historia? Muchos abuelitos conservan innumerables recuerdos como una moneda, un billete, un teléfono, un libro, un caset de cinta, un disco LP, un cuadro, juguetes de antaño etc. Cualquier cosa atesorada puede servir para ilustrar, así como para conocer la historia de cada objeto.

El cronista de generaciones

Los nietos ¿qué tanto conocen la niñez de sus padres? ¿No te ha pasado que tu hijo come igual que el papá a su edad y no lo sabía? ¿Lo han comentado en familia? Siempre resulta interesante saber detalles de sus propios papás, es como viajar en el tiempo con la fortuna de saber todo de primera mano y con la oportunidad de hacer preguntas que ayuden a explicar dudas. Si se quiere tener mejores resultados, se puede ilustrar con fotos donde aparezca toda la familia reunida para que juntos recuerden detalles y anécdotas que les permita revivir recuerdos.

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El que rescata la historia antigua

¿En tu familia alguna vez hubo algún general, conde, actor, cantante, pintor? ¿Estás segura? Cuántas familias en verdad conocen a sus antepasados, aunque sea a los más sobresalientes? Desde hace décadas es cada vez más común hacer árbol genealógico. El hacer que las ramas vayan en aumento cada vez más, es una labor complicada, pero con la ayuda de los abuelos, esa labor se simplifica: y mucho.

A muchos abuelos todavía les tocó escuchar a lo lejos sobre esto. Así que si tienes esa inquietud por saber sobre tus antepasados, no es tarde. Utilizando la tecnología se puede crear un árbol genealógico, con el fin de que no se pierda y pueda preservar. Con toda esta información será más fácil saber a quién se parece cada integrante y qué habilidades podrían haber heredado.

Cada abuelito es como tener un libro mágico: irremplazable, com muchas hojas llenas de historias y conocimiento para compartir. Si no aprovechamos su presencia, perderemos la oportunidad de tener referencias únicas. Sólo falta escucharlos y darles su lugar como sabios que son.

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Erika Gaytán

Oriunda de la tierra del taco, el mariachi y el folklore. Periodista de profesión y corazón. Por muchos años he tenido la fortuna de colaborar como docente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes. La música, la enseñanza, la investigación, lectura y escritura son mis grandes aficiones.