Una casa siempre debe de tener más libros que juguetes
Si tienes en tu casa muchos más juguetes que libros, es tiempo de considerar que tal vez debe ser al revés.
Denhi Chaney
Los medios de comunicación trabajan de manera incansable para convencernos de que lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos, es comprarles juguetes. Y para ello recurren a todas las armas de convencimiento que puedan: que si estos juguetes son educacionales, que si aquellos tienen la más alta tecnología, etcétera. El propósito de este artículo no es convencerte de que no vuelvas a comprar un juguete para tus hijos, sino de que los limites para que ello haga una diferencia en la vida de tus niños.
Estoy convencida de que en una casa debe haber más libros que juguetes. Cuando esto sucede, el hogar se convierte en un salón enorme de aprendizaje, de imaginación y adquiere una magia especial. Desde que era niña aprendí —gracias a un papá dedicado a la lectura con su hija— que mi imaginación volaba mucho más con un libro entre mis manos, que con la muñeca último modelo recién traída de la juguetería más lujosa. Leer me ha traído tantos beneficios y horas de felicidad, que no puedo imaginar no compartir los beneficios contigo:
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Aprendizaje sin fronteras. Los niños que leen más, aprenden a leer mejor. Sin embargo, también existen muchos otros beneficios de poner libros al alcance de sus manos: mejor vocabulario, mejores escritores, más disciplina, mayor habilidad para hacer exposiciones, mejor pensamiento crítico, mayor habilidad para resolver problemas, tener la capacidad de ver las cosas desde diferentes puntos de vista, etcétera. Es un tesoro que un niño lea: sus frutos se verán no solo de forma inmediata, sino para toda su vida.
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Descubrimiento de un mundo nuevo. Todos aquellos que desarrollan el hábito de leer, en cada libro descubren un mundo nuevo, lleno de posibilidades; parece que mientras estamos enfocados en las páginas del libro, ese mundo se convierte en el nuestro. Ahora, si esto sucede con adultos, ¿puedes imaginarte qué sucede con la imaginación de tus chiquitos? El cerebro de cualquier niño está hecho para imaginar y, de hecho, es así como aprenden y hacen sentido del mundo a su alrededor. Por lo mismo, leer es alimento para su cerebro y una forma excelente para que ellos aprendan por medio de la magia entre sus páginas.
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Emociones más maduras. Se han hecho estudios que nos indican que existe una relación entre el tiempo que un niño pasa enfrente de una pantalla (cualquier pantalla ya sea la televisión, un videojuego, el celular o tableta) y su madurez emocional. Los resultados indican que mientras pasa más tiempo viendo una pantalla, se desarrolla menos su madurez emocional, y viceversa. De igual forma, varios estudios han corroborado que es exactamente lo opuesto con el tiempo que pasa leyendo: mientras más lee un niño, más desarrolla su madurez emocional. No se sabe a ciencia cierta por qué es esto, pero lo que sí sabemos es que el hecho de sumergirse en un libro, ayuda a que su cerebro lidie con personajes, sentimientos, acciones y situaciones. También sabemos que ello colabora para el sano desarrollo emocional que todo niño precisa.
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Guarda tu dinero para unos cuantos libros, y guarda tus energías: no vayas a una tienda enorme de juguetes, cuando tú y tu niño pueden ir juntos a una biblioteca y rentar o incluso comprar libros. Como mencioné antes, que sea tu meta llenar tu casa de libros y de esa forma llenarla de aprendizaje, oportunidades e imaginación.