Una peligrosa práctica que se propaga entre los adolescentes

No pretendo impresionarte con este artículo, sino abrirte los ojos a esta nueva realidad que enfrentamos. La moda del "dinero fácil" entre adolescentes.

Marta Martínez Aguirre

Cuando el afán por el dinero se cuela bajo la piel, no es difícil que el cuerpo se constituya en un objeto de compra y venta.

Una buena madre tiene dudas con respecto a sus hijos. Una madre ejemplar dialoga de ellas con sus hijos: “Hijo, ¿qué precio tiene la dignidad para ti? ¿Quién eres cuando te dejas envolver en el placer del otro por dinero?”. “Hija, ¿qué le da sentido a tu vida?”.

Andrea es rubia, delgada, ojos grises, mirada intensa, dieciséis años. Sus padres dicen que lleva quince meses trabajando para alcanzar sus metas. Cuando el teléfono sonó, Andrea no imaginó que el chico de la “fiestecita” fuera su propio cuñado. Ella dice que es virgen; sin embargo mantiene relaciones íntimas a cambio de dinero con sus compañeros de la escuela privada.

Jaime tiene catorce años, es físicamente hermoso y brillante en sus estudios. Lo invitaron a hacer publicidad y, de un día a otro, comenzó a tener montones de llamadas telefónicas. Sus padres nunca sospecharon nada hasta el día que el director del liceo los mandó llamar. También él estaba teniendo relaciones íntimas con sus compañeras a cambio de dinero.

Una práctica más común de lo que crees

Existe esta nueva tendencia: adolescentes que ofrecen la venta de sus cuerpos a cambio de dinero para comprar tecnología, viajar o vestirse con ropa muy cara. Estos adolescentes pueden vivir en el tercer piso, ir al colegio de tu hija, sentarse a tu lado en el cine, estar en la iglesia el domingo, viajar en el mismo autobús.

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No imagines faldas cortas, maquillaje intenso, cuerpos exuberantes, aire de “ganadores”. Piensa en sus hábitos cotidianos y verás que nada los identifica, pues son adolescentes como cualquier otro: hijos de padres trabajadores, clase media, buenos estudiantes, sociables y divertidos. No hay algo en particular que los delate, a excepción de su afán por tenerlo todo, por muy caro que sea.

No pretendo escandalizar con este artículo, sino abrirte los ojos a esta nueva realidad que enfrentamos. Se practica así la prostitución en medios estudiantiles como una forma fácil de ganar dinero. Dado que es una práctica entre adolescentes, ellos no consideran que sea riesgosa o invasiva. Jamás van a aceptar que lo que hacen lleva el nombre de prostitución, sino que lo consideran “un juego nuevo”. De esta forma se engañan a sí mismos y niegan el peso de la culpa. Tanto Andrea como Jaime, por una razón u otra, han incorporado la doctrina del mundo actual: “todo tiene un precio”.

Conoce el monto de los ingresos económicos

Es importante fomentar la autonomía económica en los adolescentes, permitirles que sin descuidar los estudios tengan sus propios medios de obtener dinero. Algunos cortan pasto a los vecinos, otros dan clases a los más pequeños; otros quizás deban trabajar de seis a ocho horas diarias para ayudar en el hogar. Eso significa que estás educando jóvenes fuertes y autónomos, capaces de velar por sí mismos. Pero mantente al tanto de sus ingresos. Cualquier objeto que se salga de lo razonable en su economía podría indicar que sus ganancias no son honestas.

Impacta sus emociones

Una buena madre siempre habla, a veces se siente necesitada de sermonear semana tras semana, mientras ve a sus hijos cometer los mismos errores. Una madre ejemplar demuestra firmeza y convicción en sus palabras. Resuelve dudas, transmite valores:

  • Hijo mío, lo que le da sentido a tu vida son aquellas cosas que trascienden el tiempo y la eternidad…

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  • Hija, ¿te he contado lo que pienso del verdadero éxito?

  • Cariño, tú eres hija de Dios y, como tal, eres de linaje real, busca vivir aquellas cosas que realcen tu estima personal…

Este es un tema que duele, penetra y conmueve. Es una nueva moda que crece a lo largo y ancho del planeta. Como buena madre, tal vez le digas a tu hija: “Me has defraudado”. Como madre ejemplar, le preguntarás qué puede hacer ahora con su dolor para avanzar.

Amar a tus hijos no es coleccionar sermones sobre la vida, es ayudarlos a pensar y contagiar el entusiasmo por vivir brillando. Educar es promover cambios y revelar potenciales.

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lic.martamartinez@hotmail.com

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Marta Martínez Aguirre

Marta Martínez es de Uruguay. Posee una licenciatura en Psicología, y un posgrado en Logoterapia. Ama todo lo que hace y adora servir. Es especialista en atención psicológica domiciliaria. Contacto: