10 desacuerdos que surgen en la pareja cuando nace el primer hijo

Danitza Covarrubias

El título del un libro de Laura Gutman es “La familia nace con el primero hijo”. Y es así. Como todo nacimiento, es necesario abrir el corazón para dar espacio a un nuevo ser. En este caso, se abre el corazón para dos sucesos: el nuevo miembro de la familia, y la familia en sí misma.

Todo cambia, las circunstancias se vuelven adversas, y el reto es seguir unidos para lograr el objetivo de hacer una hermosa familia. Hay algunos elementos inevitables como la privación de sueño, la inexperiencia de tener un bebé, temas nuevos en los que habrá que tomar decisiones, etc. que serán los ingredientes perfectos para algunas peleas. Tener esto presente, trabajar en conjunto, simplificar y comunicarse amorosamente son puntos clave para suavizar esta etapa que puede ser áspera.

Hay algunos temas que en esta etapa generalmente se discute, por lo que te comparto posibles soluciones:

1 Cuándo papá regresará al trabajo

Generalmente sucede que mamá queda en casa con temor de enfrentar la nueva realidad sola. Especialmente si no tiene otras mujeres de red de apoyo, sea mamá, amigas, la suegra, entre las hormonas, el miedo y la historia personal, pueden surgir emociones que, aunque racionalmente sabemos son irracionales, están ahí.

Por otro lado, papá puede ser que no tenga ganas de regresar al trabajo, y quiera estar en casa disfrutando la novedad, y desee saber todo. O por el contrario, se sumerja otra vez en el trabajo con la presión económica que tener un bebé implica.

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Ambos en un torbellino, se reencuentran después de un día pesado. Ambos cansados. Ella esperando que él llegue para salvarla y lograr tal vez ir al baño. Él quizá queriendo el reconocimiento de ella por su labor. Y así el desencuentro surge.

Si ambos pueden reconocer la dificultad del otro, y el enorme valor del otro, si ambos pueden expresar lo que viven compartiendo desde el amor, es posible que este choque aminore.

2 “Mi mamá dice”

Generalmente las suegras tienen una mala reputación. En parte es por la intromisión que a veces se siente a partir de la llegada del nieto. Quieren dar su opinión, consejos, tal vez estar ahí para disfrutar al bebé, y a veces mamá y papá no están listos para su visita.

Y surge el tema de la lealtad familiar: aún estamos casados con las ideas de mamá y papá. Pero que no suelen ser iguales las de una madre y otra, por lo que pone a los esposos en un enfrentamiento de ideas. Cuando haya una sugerencia de mamá, coméntalo a tu pareja así, como una posibilidad, no como la verdad absoluta.

3  Dejar de cuidarse a sí mismo

Entre tantas responsabilidades sucede que disminuye el arreglo personal, el comer sano, a horas, y esto suele reflejarse en la imagen personal. Y a veces complicado encontrar el tiempo para uno mismo.

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Para que el bebé esté bien es imprescindible que papá y mamá estén bien. Busquen ayudarse mutuamente, y si lo necesitan, busquen la ayuda de alguien más.

4 La casa es un desastre

Cuando el bebé requiere de toda la atención, la casa suele ser como el espacio de combate de una guerra por sobrevivir. Esto mismo puede generar estrés y conflictos en la pareja.

Intenten repartir las tareas equitativamente, de manera que ambos sientan un equilibrio en lo que dan a la familia y que puedan hacer equipo. Si tienen ayuda, incluso pagar por quien alguien se haga cargo de la limpieza, será un tema menos por el cual discutir.

5 Tú duermes más que yo

Cuando mamá amamanta, suele hacerse cargo del bebé para satisfacer sus necesidades de alimentación, por lo que evidentemente duerme menos. Sin embargo, dentro de la maravillosa naturaleza, también tiene las hormonas y recursos corporales necesarios para despertar cuando el bebé la necesita.

Por lo tanto, es importante reconocer las diferencias biológicas para no generar rencor y buscar apoyo y ayuda de tu pareja, o de alguien más para lograr dormir.

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6 Cuando mamá no confía en papá para hacer algo por el bebé

Uno de los grandes conflictos de la pareja es la diferencia entre mamá y papá en la forma de cuidar y tratar al bebé. Las madres quieren que los padres sean más amorosos, más dulces, más protectores. Los hombres en general quieren que las madres sean menos protectoras, que impulsen más a los hijos. Eso incluye al bebé.

Sin embargo, cada uno cumple una función diferente. Si ambos confían en el amor que el otro tiene a su bebé, y comprenden que cada uno tiene una función diferente, podrán entonces respetar la relación del otro con su nuevo crío. Y recuerden, ambos están aprendiendo a ser padres.

7 Aretes/ circuncisión

Este tema suele ser controversial, cultural, y de diferentes ideas. Mi sugerencia es que si después de informarse e investigar aún hay diferencias y dudas, se deje al padre o madre del bebé del mismo género decidir. De esta manera te ahorrarás la discusión, y quién mejor para decidirlo que quien tiene experiencia en ello.

8 Seguir siendo pareja además de padres

Estoy segura que mientras leíste el título o te reíste, o te molestaste pensando “sí cómo no, como si fuera posible”. Como madre de 3 hijos tengo la total comprensión que suena casi imposible. Sin embargo, es indispensable.

El amor entre papá y mamá es el segundo nutriente más importante, después de la leche materna, según un dicho. Algún día que ahora ves muy lejano ese bebé crecerá. Entonces te quedarás solo con esa pareja. Necesitas seguir cuidando y construyendo la relación para cuando llegue ese momento.

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9 Estamos gastando demasiado dinero

La industria de los bebés es bastante amplia, y después de tener hijos descubres que no era verdad que necesitabas tantas cosas que compraste.

Trata de conversar con personas que hayan tenido bebés recientemente para saber qué cosas valen la pena comprar, y en qué puedes ahorrar dinero. Platica también de marcas de pañales, pues tendemos a comprar la de más renombre; sin embargo puede ser que no sea necesario. Puedes además leer cómo hacer juguetes por tí mismo para economizar.

10 Cuando no se reconoce nuestro trabajo

El ser ama de casa está muy devaluado. Más que nunca ahora que las mujeres han ocupado espacios laborales y de productividad. Vivimos en un mundo donde lo material, los resultados, lo visible es lo reconocido. Sin embargo, hay todo un mundo que va más allá de esto.

El mundo sublime de amar, de sostener a otro. El hogar es como una empresa, y muchas veces un ama de casa es la directora, encargada de que todo funcione. La diferencia es que no tiene paga, no tiene días de descanso, vacaciones, y mucho menos un título que ofrezca reconocimiento y alcurnia. Y todo eso con un bebé, y en soledad absoluta.

Imagina todos los servicios que se tendrían que contratar para que funcione el hogar: cocinera, limpieza, nana, lavandería, etc. y además que el bebé no estaría tan feliz como lo está cuando se conecta con mamá.

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En conclusión, ser padres es un enorme trabajo para ambos, para todos. Y como dice Laura Gutman, antes lo hacíamos en tribu, comprendamos ahora que una mamá y un papá es demasiado poco para criar a un ser humano. Retomemos la comunidad, las redes de madres, de familias para poder disminuir el estrés.

Recuerden, ese bebé es el representante de su amor, y estar a su servicio es también estar al servicio de la vida.

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Danitza Covarrubias

Danitza es originaria de Guadalajara, Jalisco, en México. Licenciada en psicología y maestra en desarrollo transgeneracional sistémico, con certificación en psicología positiva, así como estudios en desarrollo humano, transpersonal y relacional. Psicoterapeuta, docente, escritora y madre de 3. Firme creyente que esta profesión es un estilo de vida.