10 “enchufes” a los que puedes conectarte para cargar tu energía
Cuando nos parece que no nos queda nada de energía para seguir, nuestro "cable a tierra" puede estar más cerca de lo que imaginamos.

Danitza Covarrubias
Reiteradamente he escuchado en el consultorio, en mi familia, y honestamente en mi propia boca, decir “ya no puedo más”, “estoy cansada”, “necesito un respiro”, “ya no tengo fuerzas para seguir”.
Lo preocupante es que seguimos con la rutina, el trabajo, la casa, los hijos, los estudios, los pagos de impuestos y de todos los recibos. Nos ponemos en el peligro de que nuestro cuerpo nos detenga al tronar con una enfermedad. Y todos alrededor te necesitan bien para poder estar bien ellos.
La pregunta entonces es: ¿de dónde tomar lo necesario para continuar?
A continuación te comparto 10 enchufes a los que te puedes conectar para cargar la batería personal.
1 Mamá
El primer contacto que tenemos al llegar a este mundo es el vientre de mamá, y en general, el primero después de nacer es sus brazos. Es por eso que compartir tiempo con mamá es siempre especial.
A veces solemos verla, pero en familia, con los hijos, con todos allí, y eso hace que la manera de verse sea un poco rutinaria. ¿Qué tal irse a un café, al salón de belleza, o hasta a un spa con mamá? Compartir un momento como dos mujeres adultas, y ocupando el lugar de hija, nutriéndote de ella.
2 Papá
La figura de papá suele estar presente también en voz, en lo que ama, provee y protege a mamá embarazada y después también en el nacimiento. Papá siempre es otra visión, una diferente a la de mamá. Una más racional tal vez, o quizá de solucionador y emprendedor.
¿Alguna vez has ido a un café a solas con papá?, ¿o a tomarse una copa? ¿Han salido a conversar como dos personas adultas, o le has pedidoun consejo a solas? O simplemente a recordar cuando eras pequeño o pequeña, y a reírse de anécdotas. Esta es otra manera de volver a tomar fuerza para continuar.
3 Hermanos
Si tienes el regalo de tener hermanos, alguna vez ¿han salido juntos a solas otra vez? A un bar, a un viaje corto. Salir juntos como hermanos puede hacerles retomar la juventud, la fuerza traviesa infantil de hacer cosas como antes, del juego, de la risa, y porqué no, tal vez de llorar juntos recordando momentos que superaron. Ahí, hay otra manera de inyectar algo diferente a la vida rutinaria.
4 Familia de origen completa
Recientemente fue un aniversario de bodas de mis padres, y se nos ocurrió salir juntos como la familia de origen que éramos, sin los nietos de mis papás. Es sorprendente como cambia la relación, cómo nos conocimos otra vez en esa nueva etapa de vida, encontrándonos otra vez como alguna vez vivimos, solo los miembros de aquella familia que fuimos.
Te lo recomiendo. Es muy interesante y cambia perspectivas, lo cual refresca la visión de la vida.
5 Una fiesta
Las fiestas son una manera de celebrar. A veces no hay motivo alguno, pero podemos celebrar la vida, y que aún sobrevivimos a pesar de las batallas diarias. Las risas, bailar, cantar a pulmón abierto, libera en mucho lo que en el cuerpo se queda encriptado en el estrés.
6 Una salida en pareja
Salir solos en pareja, a volver a vivir lo que es ser “tú y yo”, a un café, un viaje, o a bailar, es siempre renovador en lo personal y también para la relación. A veces, las parejas en esas salidas vuelven a enfrascarse en temas de los pendientes o temas a resolver, pero pueden acordar también usar esas salidas para divertirse, o para rememorar cuando eran novios, para escucharse como amigos, o para fingir que aún se están conociendo. Eso puede también cargar la pila con energía especial.
7 Una salida con tu grupo de amigas
Hay momentos con amigas que son catárticos. Salir con las amigas a veces a un karaoke, a bailar, a hacer ejercicio, al salón de belleza, de fiesta, o simplemente a ver una película, puede cambiar un poco la sensación personal de agotamiento. El volver a ser mujer en otro espacio, lejos de los deberes, suele traer otra vez placer a la vida, y esto es una carga especial a la batería que nos revitaliza.
8 Un momento con esa amiga especial
Entre amigas a veces tenemos a nuestras confidentes, esas que nos escuchan, y sobre todo, que nos comparten sus perspectivas totalmente diferentes a la nuestra. Salir a un café, o simplemente verse y platicar profundamente, puede ser verdaderamente renovador, donde desde lo profundo podemos volver a tocar emociones de amor de amigas y continuar enfrentando el día a día.
9 Un momento personal
Pocas personas se dan la oportunidad de estar a solas. De estar consigo mismas. Quedarse con la casa para sí mismas, leer, estar en silencio, o salir a caminar, sin la opinión, ruido, o peticiones de los demás, puede ser muy calmante.
Incluso, una cita con tu terapeuta donde sirva como un espejo, puede generar un encuentro contigo mismo, pudiendo encontrar la raíz de tu agotamiento. Poder mirarte de frente, con todos tus logros y todas tus batallas, poder reconocer tus propias emociones, puede también modificar tu estado, y llenar tu batería.
10 Un momento espiritual
En general no lo mencionamos, pero la mayoría de personas necesita a veces espacios para vivir su espiritualidad. Momentos místicos donde podamos contactar con ese ser superior, con la divinidad, donde nos dejemos descansar ahí, en esa confianza total. Es también una efectiva manera de volver a empezar desde otro lugar, desde una renovación. Darte estos espacios, a tu manera y a tu estilo, desde tu particular visión y religión, es importante para que tu batería no se agote, y no te apagues.
Cada uno de nosotros encontrará la forma, y las personas, adecuadas para ayudarnos a recargar pilas. Esta lista es mía, pero tú puedes tener la tuya. Lo importante es rodearse de aquellas personas que nos hagan sentir que la vida vale la pena.
Y tú, ¿de qué otras maneras sugieres cargar la batería?