10 indicios innegables de que necesitas urgentemente hacer terapia
Si piensas que no puedes salir solo de la situación en la que te encuentras, sea grave o no, es buena idea que acuerdes una cita con un psicólogo. Y si no estás seguro si es una buena idea, aquí tienes 10 indicios de que necesi
Fernanda Gonzalez Casafús
Los humanos somos seres sociales por naturaleza. Nos comunicamos a través del habla, y desde que comenzamos a hablar expresamos nuestros sentimientos y emociones a través de la palabra. Sin embargo, muchas veces no es suficiente hablar con un amigo o con los padres; y es cuando es necesario ir un paso más allá y buscar un profesional que nos asista con aquellas cosas que queremos resolver de nuestra vida y no sabemos cómo. Sigue leyendo para saber si es buena idea arrancar terapia.
A menudo las personas se auto-convencen que ir a terapia no es lo que necesitan, o no confían en los profesionales, o simplemente prefieren descargarse con un amigo. Sin embargo, llega un momento en la vida que algunas emociones nos bloquean y no nos permiten avanzar, y es frecuente entonces que pensemos en recurrir a un psicólogo para buscar la orientación que necesitamos. Aunque a muchas personas les avergüence ir al psicólogo es un buen punto de partida para querer solucionar ese conflicto que estamos atravesando o simplemente para reconocer que necesitamos ayuda para cambiar alguna actitud que no nos está dejando contentos con nosotros mismos.
Si piensas que no puedes salir solo de la situación en la que te encuentras, sea grave o no, es buena idea que acuerdes una cita con un psicólogo. Y si no estás seguro si es una buena idea, aquí tienes 10 indicios de que necesitas hacer terapia:
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No encuentras con quién hablar de tus problemas: No es buena idea que andes por la vida reprimiendo tus emociones. Si te sientes triste, si estás preocupado, si no sabes cómo resolver algún conflicto y no puedes ni tienes con quién conversar, es momento de recurrir a un psicólogo, quien tendrá las herramientas para liberar ese peso de lo “no-dicho”.
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No tienes control de tus emociones: Si la ira te invade de repente y no sabes cómo frenarla eso puede influir negativamente en tus relaciones. También, cuando no sabes canalizar la angustia y explotas en llanto a menudo, es un buen indicio de que estás reprimiendo muchas emociones que necesitas verbalizar para poder liberarlas. O si, justamente, pones tus emociones negativas en palabras, podrías herir a tus seres queridos o a tu entorno, entonces es hora de buscar ayuda para poder tomar las riendas de forma pacífica.
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No puedes superar una pérdida: La muerte de un ser querido, la disolución de un matrimonio, la pérdida del empleo, son entre otras, razones por las que sería bueno que hagas terapia. Hacer el duelo es un proceso que lleva su tiempo, pero cuando ese duelo se queda en una meseta de la cual no puedes salir entonces es bueno pedir ayuda.
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No te aceptas como eres: Si te echas la culpa de todo, si piensas que haces todo mal, o que te pasan cosas malas porque te lo mereces o porque te lo has buscado, si te sientes insatisfecho o infeliz por cómo eres en tu vida, es un gran motivo para que un psicólogo te ayude a encarrilar por la senda del amor propio.
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Te sientes deprimido, desganado: Muchas veces es normal que uno tenga un mal día, pero si esa sensación de depresión se hace frecuente puede ser indicio de algo malo. La falta de ilusión diaria, aún en cosas pequeñas de la vida cotidiana, nos lleva por el camino de la oscura depresión, una enfermedad silenciosa que acecha a miles de personas en el mundo entero.
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Te sientes abrumado con el ritmo de tu vida: Es frecuente que en la sociedad actual el ritmo de vida sea tan veloz que la vorágine diaria no nos deje detenernos a pensar y encontrarnos con nosotros mismos. Muchas veces no tenemos las herramientas necesarias para aquietar nuestra mente y para entender los patrones de nuestro comportamiento. Una conversación semanal con tu psicólogo podría ayudarte a volver a encauzarte.
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No sabes cómo salir de una relación enfermiza: No todas las personas tienen la fortaleza necesaria para ponerle freno a las personas manipuladoras. Cuando una relación se torna enfermiza, y hay insultos, golpes, malos hábitos, reprimendas diarias, y no sabes cómo salir de ello, es el momento indicado para buscar ayuda afuera.
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Te sientes incomprendido: Muchas veces no basta con el amor de la pareja, la familia, los amigos. A veces es necesario que alguien nos de una visión “desde afuera” y se ponga en nuestro lugar. Si la empatía que necesitamos no la encontramos en nuestro entorno, fácilmente puedas encontrarla en el consultorio de tu psicólogo.
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No avanzas: Quieres pero no puedes. Tienes todas las ideas para hacer y luego te frenas. Cuando ésto sucede probablemente estés frente a un bloqueo emocional, que es el que no te deja avanzar a la concreción de tus metas. Una visita frecuente a un profesional te brindará las pautas a seguir para lograr tus objetivos.
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Tus familiares y amigos se han alejado de tí: ¿Te has puesto a pensar que tal vez el problema no sean los demás?. Muchas veces el orgullo no nos deja ver la realidad. Reconoce que hay algo en tu conducta que es repetitivo y hace que los demás comiencen a alejarse. Nunca es tarde para ser mejor persona.
Esfúerzate por mejorar para superarte día a día como persona. Buscar ayuda psicológica no significa que seas débil. Verás que luego de algunas sesiones te sentirás liberado y en el rumbo correcto de tu vida. ¿Tú qué opinas? ¿Necesitas terapia?