10 maneras en que mi padre me demostró su amor incondicional

¿Coincides en algunas? ¡Descúbrelo!

Erika Patricia Otero

Ser padre es un reto maravilloso y constante, pero serlo de una niña lo es aun más. No es que los niños sean más fáciles de criar que las niñas; es que los papás sufren el doble pensando en las cosas que podrían a pasarle a sus hijas en un mundo como el nuestro.

Tengo mi propio ejemplo en casa. Mi hermana y yo somos mujeres “hechas y derechas”; sin embargo, nos protege como si aún tuviéramos 9 y 5 años respectivamente. Es más, sabemos que es algo que mientras el tenga vida jamás va a dejar de hacer; incluso, ha planteado su deseo de estar con vida hasta los 90 años, solo con la intención de no desampararnos nunca.

Cada padre que ama a sus hijas hace algo similar al mío; y es agradable, no lo niego, pues es su manera de demostrar qué, pese a nuestra edad, nos ama de manera incondicional.

Así como mi papá, todos los otros padres tiene su manera muy particular de demostrar amor a sus hijas. Algunas de esas muestras de afecto son:

1. Hablan abiertamente de “los misterios de la vida”

Recuerdo que desde pequeña mi papá nos ha hablado sin rodeos de las cosas más crudas de la vida. Lo anterior, es algo en lo que estoy agradecida, ya que eso me permitió ver el mundo tal y como es.

2. Les dan herramientas emocionales para que se defiendan de las dificultades 

Cuando un padre le ayuda a su hija a formar carácter a través del apoyo constante ante sus fracasos, la corrige y disciplina con amor, le enseña valores y principios sólidos; le está dando las herramientas más valiosas que se le pueden dar a una mujer para que sea un ser humano de bien y exitosa.

3. Aman y respetan a su esposa

Las niñas ven la manera como su papá se relaciona con su mamá; de esa manera  aprenden cómo deben ser tratadas y amadas por un hombre. Es importante que les muestres que aunque a veces las cosas pueden no ir bien como esposos, amas a tu esposa y por lo tanto, las amas a tus hijas.

4. Juega con ellas

Mi papá siempre que estaba en casa dedicaba tiempo tanto para ver televisión con nosotras, así como para jugar. No era que se dejara poner moñitos o pintar las uñas, pero si jugábamos a armar casas de lego, rompecabezas y bingos o loterías; incluso hasta me permitía “trabajar” con él. Esos son unos recuerdos gratos que me acompañan hasta ahora.

5. Les obsequia su “primer mejor amigo”

Todas las mascotas que tuvimos, llegaron a casa por manos de mi padre. Ya fueran gatos, perros o conejos; de allí nació mi amor por los animales y mi deseo por ayudarlos.

6. Les enseña a bailar

Mi papá solía poner música y nos tomaba de las manos, hacia que nos paráramos sobre sus pies y luego comenzaba a bailar; seguíamos el ritmo de la canción y nos divertíamos un rato. No soy una gran bailarina porque mi coordinación es nula, pero tengo muy gratos recuerdos de esos bailes con mi papá.

7. Las protege en la medida de su alcance

Y lo hacen hasta que sus vidas se apaguen. Cuando estuve lejos de mi natal país, mi papá me llamaba de manera frecuente para saber cómo estaba, de vez en cuando me mandaba dinero aunque no lo necesitara y siempre me hizo saber que no importaba en donde estuviera, podía contar con él en lo que necesitara.

8. Cree en ellas

Cuando se confía en un hijo, se tiene fe en las bases de principios y crianza que les dieron en el hogar. Pueda que los papás tenga miedo de que te equivoques; incluso, pueden reprocharte no haber hecho lo correcto, pero jamás dejarán amarte pese a tus fallas.

9. Les deja saber que siempre pueden regresar a casa

No importa qué tan lejos has emigrado; sabes que las puertas del hogar fraterno siempre estarán abiertas para recibirte y cobijarte cuando lo necesites, y tu padre no escatimara en recursos para hacértelo saber.

10. Les deja un legado no material

Lo material es importante, pero no tanto como la herencia del buen ejemplo como base para formar tu vida.

Mi padre ama la lectura, adora trabajar, tiene un carácter fuerte y protector, es un buen proveedor; y aunque ha cometido sus errores, también ha sabido enmendarlos. Con orgullo puede decir que aprendí muchas cosas de él y esa es la mejor herencia que ha podido dejarme.

La expresión de amor a los hijos viene en las cosas sencillas de la vida; solo procura disfrutar tu vida en familia y lo demás vendrá por añadidura.

Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.