Dietas transitorias, efectos pasajeros. Pero estos principios te darán el peso ideal

¿Comes por gula, o dejas de comer por vanidad? ¿Sufres del "efecto rebote" en tus dietas? Entonces este artículo es para ti.

Yordy Giraldo

“Menos es más”. Cuando lo dijo Coco Chanel, se refería a la elegancia de lo simple, pero hombres y mujeres de hoy mueren por aplicarla al pie de la letra. 90-60-90 se han convertido en las coordenadas que rigen el día a día de niños, adolescentes y jóvenes que se miran a sí mismos con desprecio, porque sus cuerpos no lucen como los que presentan las revistas de moda.

Desde cada vez más tempranas edades inician el vía crucis de las dietas, o lo que a su entender son: comidas insípidas en las que los protagonistas son las hojas de lechugas, las rodajas de jitomates, litros y litros de agua y eso es todo, por lo que la sola palabra nos remite a pasar hambre y sufrir por todo lo que no podemos comer. En consecuencia así nos nutrimos. Dietas pasajeras, efectos pasajeros.

¿Comemos por gula, o no dejamos de comer por vanidad?

Sin embargo, dieta no es eso, dieta es todo lo que comemos o bebemos con el propósito de alimentarnos o mal alimentarnos, cabría decir. Y es que en nuestro afán de cumplir con los estereotipos que dictan los medios de comunicación, no reparamos en los riesgos de obligar a nuestros cuerpos a sobrevivir con el mínimo de alimento, con tal de que sean delgados.

La delgadez se ha convertido en sinónimo de éxito, cuando lo que debería primar en nuestro interés debería ser la salud; pero sacrificamos salud por imagen, engañándonos con la idea de que son sinónimos. El problema es que estos regímenes alimenticios, que solo se llevan a cabo para bajar de peso, tienen un precio, uno que en muchas ocasiones llega a ser demasiado alto; para muestra del daño, basten estos ejemplos:

  • Investigadores españoles han descubierto una relación directa entre las dietas yo-yo y la predisposición a la diabetes tipo 2. Nos guste o no la realidad es que en los primeros seis meses 50% de las personas recupera el peso perdido, dicen.

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  • Estar constantemente restringiendo nuestra alimentación para adelgazar tiene un efecto contrario al deseado, ya que, a fuerza de “pasar hambre”, la respuesta del cuerpo es hacer más lento el metabolismo para poder funcionar con tan poca comida.

  • Por lo general las “dietas” caen en el error de omitir alimentos, lo que provoca deficiencia de nutrientes y con ello problemas de salud, como osteoporosis, anemia, falta de energía, entre otros.

  • Como si no fuera suficiente, nuestro cuerpo también sufre cambios, y es que la masa muscular disminuye, por lo que nuestra piel se vuelve flácida y de aspecto poco saludable. E incrementan el mal humor.

  • La sabiduría popular dice que “para gustos colores, y para escoger las flores”. La belleza no es un concepto rígido; belleza es seguridad, autenticidad, gracia, armonía… ¡Es salud!

No olvides tu individualidad

Homogeneizar nuestra individualidad es lo mismo que desaparecerla. Lo mejor que podemos hacer por nosotros y por nuestro cuerpo es amarlo tal cual es, pero sobre todo respetarlo. Todos los extremos son malos. La obesidad, lo mismo que la anorexia, comparten un denominador común: la mala alimentación; en ambos casos el cuerpo es víctima de nuestros malos hábitos alimenticios. O comemos por gula, o no comemos por vanidad.

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Lo primero que debes saber en cuanto a peso se refiere es cuál sería tu peso ideal, para ello te dejo el siguiente link, calculadora de peso ideal. En lo personal, me pareció acertado el tomar en cuenta factores que la mayoría no consideran, como la constitución física de tus familiares cercanos, tu complexión, o el tener o no hijos. Lo segundo que debes de saber es que la mejor manera de tener un cuerpo sano y con un peso adecuado es con una alimentación balanceada, pues los regímenes pasajeros provocarán cambios pasajeros en tu físico.

Comprométete con el buen comer ingiriendo alimentos frescos, y con frescos me refiero a que estén poco o nada procesados químicamente; come cantidades moderadas, recuerda que comemos para vivir, no vivimos para comer. Controla las cantidades de sal y azúcar, toma al menos ocho vasos de agua al día, y procura mantenerte en movimiento, porque la inactividad física alenta el metabolismo.

Acepta el cuerpo que tienes, nada supera al atractivo que emana de la seguridad en nosotros mismos, y saca provecho de lo que tienes. Citando de nueva cuenta a Chanel, “Viste vulgar y solo verán el vestido, viste elegante y verán a la mujer”. Es y siempre ha sido importante el vernos bien, sin duda; mucho surge a raíz de una primera buena impresión, desde empleos hasta amores tienen su origen en cómo nos ven, en lo que transmitimos a partir de ello.

Sentirnos a gusto con la imagen que proyectamos nos brinda seguridad, satisfacción, alegría, pero más que vernos bien, lo realmente determinante para una vida plena es sentirnos bien, y carece de importancia qué tanto te pongas para cubrirte si debajo de todo eso hay un cuerpo descuidado, enfermo, desnutrido. De muchas cosas en nuestras vidas no tenemos el control, pero de lo que llevamos a nuestra boca sí lo tenemos, aunque a veces digamos que no para no aceptar la responsabilidad de lo que nos estamos haciendo.

Da el primer paso para una vida saludable:prefiere las aguas de sabora los refrescos, pon la fruta donde puedas verla, de esa manera será tu primera opción al tener hambre; camina 20 minutos luego de haber comido, si te gustan los postres compra paletas de agua, o inclínate por las porciones más pequeñas de tus dulces favoritos; procura no abusar de los alimentos fritos, no uses ropa ni demasiado ajustada ni demasiado holgada, hacerlo provocará que tu imagen luzca diferente a cómo es en realidad;camina derecha, levanta el rostro, aprieta el abdomen y ¡disfruta la vida!

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Yordy Giraldo

Yordanka Pérez Giraldo, Cubana de nacimiento, mexicana por elección.