16 hábitos financieros que te llevan a la pobreza
Si ves el dinero como a un enemigo, entonces prepárate para tenerlo en tu contra. Si lo ves como tu amigo, entonces estará de tu lado siempre.
Erika Patricia Otero
Ricos y pobres existen casi que desde el principio de las sociedades. Además, en toda familia hay quienes tienen más que otros. Esto puede llevarnos a caer fácilmente en la tentación de decir que “el dinero está mal repartido”.
La situación es que las personas que tienen menos, culpan a los que más tienen por tener. No se dan cuenta que la responsabilidad de su pobreza o de su bienestar económico recae única y exclusivamente en ellos.
Hay cosas que las personas con más dinero hacen, que los que tienen menos no. Lo que hoy haré será revelar esos “secretos”, porque para cambiar y mejorar es necesario saber en qué estamos fallando.
Hábitos que te llevan a la pobreza
Lo primero que debo advertir es que una persona puede cambiar esos hábitos de pobreza. Con otros, aunque no los tenga, debe esforzarse para mantenerse alejado de la tentación. Esto es una lucha diaria. Es la lucha diaria de muchas personas que un día nacieron en la pobreza más extrema, pero que lograron darse cuenta, cambiaron y mejoraron su vida.
1 Una sola fuente de ingreso
Ahora más que nunca es muy importante diversificar. No se trata de tener tres o cinco empleos y que la vida solo te alcance para trabajar.
Puedes tener tu empleo y adicional a esto un negocio en línea vendiendo ropa o lo que te plazca. Con eso dependes únicamente de tu empleo, mismo que si llegas a perder, te dejará en la más grande angustia.
2 Te rodeas de personas perezosas
Eres el resultado de las personas que te rodean. Si solo te tratas con amigos a los que les gusta beber y jugar billar, pues serás un bebedor social y jugador. Por eso, es vital que de a poco te vayas tratando con personas de las que puedas aprender cosas y no solo pasar momentos agradables.
3 Duermes mucho
Es necesario descansar y dormir bien, de esto depende tu estabilidad mental y tu salud. Sin embargo, no puedes pasar la mitad de tu vida durmiendo. Es suficiente con que tengas una buena higiene de sueño y duermas las 8 horas necesarias, pero sin excederte.
4 Procrastinar
Dice un viejo y conocido refrán: “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, y procrastinar es justo eso: dejar todo para después.
Cuando aplazas tus responsabilidades para otro momento, estás convirtiéndote en una persona perezosa y que para todo saca excusas. Tampoco es cuestión de saturarte para terminar todo hoy. Solo aprende a organizar tu tiempo y verás cómo el día te deja tiempo hasta para jugar con los niños.
5 Eres intolerante al fracaso
Todas las personas que están hoy en la cima del éxito, probaron la amarga hiel de la derrota. La diferencia entre ellos y nosotros, es que no se quedaron quejándose o les dio miedo arriesgarse otra vez. Ellos lo intentaron incesantemente hasta que lograron sus sueños.
Es cuestión de ser perseverante y no tener miedo a las caídas, es cuestión de aprovechar esos baches como aprendizaje para subir escalones.
6 Adoras las apuestas (jugar la lotería)
Hay personas que adoran las apuestas. Algunos juegan el chance, el bingo o la lotería y destinan parte de su pensión y su sueldo a eso. Algunas ganan, pero la gran mayoría no, y están tirando ese dinero.
En su lugar bien podrías usar ese dinero que destinas a jugar en el bingo, en un ahorro programado, acciones o CDT que te deje ganancias.
7 No sales de tu zona de confort
Es muy cómodo seguir el mismo patrón de vida. Ganas bien y tienes un buen empleo y con eso te conformaste. La situación es que para ti y tu amor propio es bueno tener metas que te reten cada día para demostrarte que eres capaz de más, de ser mejor cada día.
8 Amas las rebajas
Esto quizás sea un mal de muchos. Ven un descuento o una rebaja y no saben decir no. El truco para abstenerse, es saber diferenciar entre la necesidad y el capricho.
¿De verdad lo necesitas? ¿Tanto así lo quieres? ¿Qué tanto sacrificaste para conseguir eso? Si de verdad llevas meses ahorrando para conseguir eso, pues date el gusto, pero si solo es cuestión de impulso, entonces has lo posible por decirte ¡NO!
9 No sabes administrar tu dinero
Es muy importante saber de dónde ingresa tu dinero y cuáles son tus egresos.
Es simple: dedica una libreta solo a la administración mensual de tus ingresos. Coloca allí a detalle cuánto dinero entra mes a mes, cuánto inviertes en tus asuntos y cuánto dinero se va a tus egresos y cuales son estos.
Hacerlo te permite saber qué te queda a fin de mes y ahorrar si es posible, o hacer una nueva inversión.
10 No cuidas tu salud
Nada más costoso en el mundo que estar enfermo. Cualquier persona con una enfermedad crónica sabe que invertir en tratamientos médicos es muy costoso.
No digo que no vayas al médico si te sientes enfermo. Tampoco que no vayas a revisión semestral o anual. Lo que digo es que cuides tu salud. Comer sano, dormir a horas, ejercitarse, meditar, hacer yoga, son actividades que van a evitar que te enfermes.
11 No te instruyes
Aprender sobre finanzas y sobre otras tantas cosas de la vida es vital para la salud del cuerpo y de la mente. Con eso te abres a nuevas posibilidades y es más difícil y además aprendes a ver el mundo de manera distinta.
12 Tienes muchos gastos “hormiga”
Un gasto “hormiga” es ese que por ser pequeño y haces cada día, poco a poco te deja sin liquidez monetaria. Por ejemplo: ir a Juan Valdez o Starbucks a tomar café todos los días. Comprar cigarros, o cerveza a diario.
Si tomas un cuaderno y escribes cuántos cafés tomas a diario, o cigarros fumas al día, te darás cuenta que estás gastando un dineral en tonterías.
Pasa lo mismo con otros antojos, que a la larga solo te dejan en números rojos a final de año.
13 Mucho tiempo de ocio
Es bueno descansar, ir de paseo, viajar; sin embargo, cuida que tu vida no se te pase solo en ver tv o dormir. En su lugar, invierte tu tiempo en actividades que te dejen ganancias tanto mentales, como espirituales o familiares; no todo tiene que ser dinero.
14 Ser muy pesimista
Nada que te lleve más al fracaso y te cierra más puertas que una actitud quejumbrosa y negativa ante la vida.
Cuando tu actitud cambia, toda una gama de posibilidades y progreso se abre ante ti, a la espera de que tomes esas oportunidades y seas feliz.
15 No te ciñes a un presupuesto
Es básicamente gastar más de lo que tienes. Cuando haces eso, te metes en deudas impagables y terminas solo trabajando para ellas y te vuelves esclavo del dinero y de las centrales crediticias.
16 No tienes inteligencia emocional
No estar en control de tus pensamientos y emociones te va a llevar a estresarte y a enfermar. Es vital tener cabeza fría y saber tomar decisiones, no con el estómago, sino con tu mente.
Solo me resta decirte que la estabilidad económica solo se logra con esfuerzo y disciplina. Busca un mentor, alguien de quien seguir un ejemplo y verás que su consejo va a ayudarte a progresar.