Sí estas padeciendo la negativa de tus hijos a tomar un baño, entonces estos consejos te ayudarán a convertir esta tortura en una actividad placentera.
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¿Te parece conocida esta escena de la vida diaria?: Tus hijos están de lo más plácidos jugando, haciendo tarea o viendo su programa favorito de televisión. Entonces tú pronuncias una de las frases más temidas por ellos: “¡Ya es hora de bañarse!” Los gritos y la negativa acompañada de llanto no se hacen esperar. Acto seguido, se escuchan las súplicas retumbar en toda tu casa y hasta en la del vecino.
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La situación anterior puede resultar exagerada, pero en esencia no está nada alejada de la realidad porque sin duda, para algunos de nuestros hijos la hora de meterse a la regadera puede parecer una tortura. Es por ello que te comparto estos consejos para que este momento deje de ser angustioso y se torne ansiado para los pequeños.
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Detecta la razón de su inquietud
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Todo temor debe tener un origen. Platica con tu pequeño e indaga la razón por la que le desagrada el baño. Tal vez por una situación de prisa o enojo, o no tuviste el cuidado de regular bien la temperatura del agua; tal vez le cayó jabón en los ojitos o lo regañaste durante este tiempo. Estos motivos pueden parecer simples, pero recuerda que ante los parámetros de tu pequeño se vislumbran como grandes conflictos.
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Ejemplifica la ducha de manera divertida
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Con la ayuda de un programa, película o cuento muéstrale a tu hijo que otros niños o personajes disfrutan del agua con la finalidad de que encuentre divertido el hecho de mojarse. Si a la hora de la ducha se sigue negando recuérdale lo que le mostraste y la manera en que lo muñecos gozan el baño.
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Aprovecha el momento del baño para jugar
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Desde temprana edad es importante que le enseñes a tu hijo a cuidar el agua, coméntale que solo puede utilizar la cantidad necesaria y que no hay necesidad de desperdiciarla a pesar de que también va a poder jugar durante este tiempo. En lugar de avisarle que se va a bañar, mejor pregúntale qué muñeco será el elegido para compartir la regadera o tina, tu hijo va a estar más ocupado en escoger un juguete que en la acción de ducharse y la angustia se disipará más rápido.
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Evita los regaños
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La peor manera de tratar de convencerlo es a través de regaños, esto solo aumentará su disgusto: explícale la importancia del baño, las ventajas y las consecuencias de no hacerlo. No importa que esté pequeño, paulatinamente va a comprender el significado de esta acción y terminará por aceptarla de manera positiva.
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Música en la ducha
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Mucha gente coincide en que la regadera es inspiradora de grandes interpretaciones, así que ya sea que canten a capela o que le pongas sus canciones favoritas a tu hijo para que sirva de distractor, usa la música para que se concentre mucho más en las melodías que en el agua, champú y jabón.
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Ahora sí, como decimos en México: “Al agua patos”. Cada momento que pasamos con nuestros hijos es vital. Por eso te animo a que no le restes importancia a la hora de la ducha. Así evitarás que tu pequeño se siga angustiando por algo que es inevitable y tú dejarás de estresarte por esta situación. Si tienes alguna amiga o familiar que esté batallando con sus hijos debido a esta situación, te invito para que le compartas este artículo, quizá estos sencillos consejos lleguen a serle de utilidad.
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