Cuando amamantar es estigmatizado

¿Qué pasa cuando no hay respeto para las madres que amamantan?

Isis Lugo

En julio de 2013 una noticia recorrió el mundo en unos pocos minutos: los protagonistas fueron una madre y un socorrista de una piscina pública de Erandio, en España. La madre, con una niña de cinco años disfrutando de un baño, decidió amamantar dentro de la alberca a su otro hijo, de seis meses de edad, para no dejar sola a la niña. Inmediatamente se acercó a ella el salvavidas, pidiéndole amablemente que diera de comer al niño en los vestidores, pues está prohibido tener alimentos en el agua. Ante estos hechos, la mujer sintiéndose ofendida realizó una denuncia y recibió el apoyo de muchos lactivistas (grupos en pro de la lactancia materna), pues esa exclusión por parte del salvavidas fue considerado un acto tanto de ignorancia, como de discriminación.

Al enterarme de esta noticia, no pude más que entristecerme por causa de la ignorancia y el poco apoyo que reciben las madres que deciden amamantar, en un mundo donde es mal visto que se dé pecho a un bebé en público, pero no que se transmita en la televisión cómo una edecán deje poco a la imaginación con su vestuario. ¿Cuántas veces no hemos visto a mujeres complicándose la vida tratando de taparse con telas o mandiles a la hora de lactar? ¿Cuántas miradas acusadoras se reciben si por casualidad se ven los senos al alimentar a un bebé? ¿Por qué hemos llegado a ver la lactancia materna como un acto poco común siendo que es algo natural?

Con esto no estoy alentando a que las mujeres muestren sus pechos, sino a que aprendamos a respetar las decisiones de los demás. Es bien sabido que la leche que producen las madres es el mejor alimento, el que contiene los nutrientes necesarios para ayudar al bebé a crecer sanamente, por lo que debería ser lo más común el apoyar a las que deciden seguir este estilo de vida, pues más que un tipo de alimentación se convierte en parte activa de la vida diaria, el extraerse leche o darla a demanda, es un trabajo que exige mucha dedicación, por lo tanto merece respeto.

Temo que estamos convirtiéndonos en una sociedad que adora los avances tecnológicos y la forma en que éstos tratan de suplir a la naturaleza, llegando a ver el modo natural como algo pasado de moda o fuera de contexto y por si fuera poco se ataca cualquier forma de pensar distinta a la propia, sin detenerse a investigar sobre lo que se opina o las situaciones personales de cada caso.

Como la noticia que mencioné al principio, ha habido muchos casos donde no se respeta el derecho de decidir con qué alimentar a los bebés. Puede sucederles a los que dan leche de fórmula, pero es mucho más común atacar a las madres que amamantan. Hago un llamado a todas las personas que ven con morbo el que una mujer muestre su seno al alimentar a su hijo o que piensen que ensuciarán el agua si caen unas gotas de leche materna en la alberca. Informémonos y respetemos lo que decidan los demás. Recordemos aquella frase célebre de Benito Juárez: el respeto al derecho ajeno, es la paz.

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Isis Lugo

Isis Anabey Lugo Enciso es madre y maestra de Educación Especial en México, escribe sobre actividades para niños y materiales educativos en su blog www.maestrosdeapoyo.com y comparte sus experiencias de maternidad en www.mamaymaestra.com