Ese primer día de escuela. Nueve consejos para saber vivirlo

El primer día en la escuela, guardería o estancia infantil, debe ser una experiencia maravillosa, pues es el inicio de la mejor historia jamás contada.

Arturo Leonardo

Ven cómo da los primeros pasos del resto de su vida. O quizá es tan pequeña que tienen que llevarla en brazos. Y es que ha llegado el momento de su primer día de escuela, un momento significativo en la existencia de todo ser humano. Ya sea en guardería, estancia infantil, jardín de niños o escuela primaria –según el lugar o edad del niño–, el asunto es el mismo: va a pasar unas horas fuera de casa, estará en la escuela, y esto implica nuevas reglas y, por supuesto, una nueva rutina en la vida de los padres.

No tengo un estudio a la mano que demuestre lo contrario o confirme lo siguiente, pero la experiencia me empuja a sentenciar que las madres (casi todas) piensan que son las peores del mundo porque tienen que alejarse de sus hijos para salir a trabajar. Empecemos por dejar de pensar así, aunque resulte complicado; la madre de familia debe estar segura que al mostrarle el camino de la responsabilidad, a través del trabajo, será uno de los primeros grandes ejemplos que le dará a su hijo a lo largo de la vida.

Para los padres también es difícil el que su hijo estará lejos de sus manos por unas horas, de que no tendrá el control de las nuevas experiencias que vivirá el niño; aunque siempre estará la hora de salida para ponerse al corriente. El primer día de escuela, pues, debe ser trabajado en el menor como un acto cotidiano, aunque fantástico, único, tratar de evitar las lágrimas, sujetar fuerte la mano del pequeño y decirle con seguridad, “Aquí estaré en un rato”; esto ayudará a definir el ambiente positivo.

A continuación comparto una serie de recomendaciones para ese momento, para ese día en que nuestros hijos se vuelven auténticos ciudadanos del mundo, quienes necesitarán, más que nunca, de la asesoría y la experiencia de sus padres para cumplir cualquier objetivo:

1. Facilita el proceso que el niño visite la escuela con anterioridad

, de este modo le será un sitio familiar en menos tiempo. Llévenlo durante los días en que visitan distintos lugares, a fin de definir cuál es el más idóneo.

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2. Tengan todo listo desde uno o dos días antes

, y el día indicado no salgan tarde de casa, pues las presiones por el tiempo u olvidar algo pueden robarse por completo el momento, que es de fotografía.

3. Sean positivos

Aunque estén al borde del llanto nunca se lo hagan evidente al niño, porque no lo van a llevar a un campo de concentración. Ustedes, en cambio, lleguen sonriendo a la escuela o estancia infantil.

4. Entren cantando

, pues recuerden que el ambiente debe de ser armonioso.

5. Cuéntenle al niño sobre su primer día de clases

, o al menos, el que recuerden; transmítanle emoción por la nueva experiencia que está a punto de experimentar.

6. Saluden a los otros padres y, de ser posible, a sus niños

; transmitan seguridad y alegría, esto ayudará a su hijo a la hora de relacionarse.

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7. Nunca le digas “adiós”, utiliza, más bien un “hasta luego”

Déjale en claro que siempre regresarás por él y que lo más importante es que disfrute su día.

8. Dale opciones, pregúntale, “¿qué harás?”, “¿jugarás?”, “¿cantarás?”

Recuerden que los bebés también entienden, y es importante que les hablen con propiedad; charlen con ellos siempre.

9. Al dejarlo, no se queden mucho tiempo observándolo

, pero estén al pendiente de las maestras o de quién lo recibe.

Hace poco experimenté todo esto que acabo de comentar, y cada día es una experiencia nueva, pero trato de no olvidar estos conceptos. ¿A ustedes cómo les fue con ese primer día?

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Arturo Leonardo

Comunicador fanático de sus hijos a quienes les relata día a día sus aventuras de música y deportes, gusta de leer lo que se cruce en su camino, piensa que el acto más revolucionario que puede existir es el de reír.