Tarea de toda madre: coordinar esfuerzos con la escuela de sus hijos

Trabajar uniendo esfuerzos siempre nos dará mejores resultados, esto es especialmente valioso cuando se trata de la educación y formación de nuestros hijos. ¿Quieres conocer algunos principios básicos y efectivos?

Emma E. Sánchez

Por diversas razones y situaciones cada día son menos las madres que se interesan en la formación y educación escolar de sus hijos. Aún peor, cada día decrece el número de las que de manera inteligente buscan contribuir y colaborar con los profesores y la escuela. Si te interesaste y estás leyendo este artículo, tal vez seas de esa “selecta minoría” que hace girar este mundo; por lo que, de entrada, te felicito y te agradezco el interés.

Cuando una madre desea coordinar sus esfuerzos con la escuela a la que asisten sus hijos, es importante considerar los siguientes principios:

Elige la escuela idónea para tus niños

Si está a tu alcance escoge una escuela cuya filosofía y formas de trabajo sean afines con la formación y educación que impartes en casa. Las formas disciplinarias, las tareas, los ritmos de trabajo y la corriente pedagógica de la institución son parámetros que te dirán si tú, como padre y tus hijos, como alumnos, pueden encajar en un sistema en particular o si en definitiva deberás buscar otra opción. Si no tienes alternativa en este aspecto, convéncete a ti misma de que “la escuela donde asisten mis hijos es el mejor lugar para aprender, porque yo soy la responsable directa de su formación”. Y, por supuesto, actúa de acuerdo con ello.

Conoce a tu hijo y su manera de aprender

Saber cuál es su ritmo de aprendizaje y de trabajo, y estar consciente de su personalidad, te ayudará a tener en claro hasta dónde él deberá trabajar solo y hasta dónde tú deberás acompañarlo en su proceso.

Conoce el reglamento de la escuela

, en especial aquellas partes en las que se hace referencia a la participación de los padres en el proceso educativo de los hijos.

Al tener claridad en estos tres principios te resultará mucho más fácil establecer los siguientes hábitos sanos que, de manera natural, al llevarlos a la práctica colaborarás, contribuirás y coordinarás tus esfuerzos con la escuela. ¿Lista? ¡Toma nota!:

Preséntate con el maestro de grupo o titular de las asignaturas de tu hijo

Tómate el tiempo para pedir una cita en la que conozcas las formas de trabajo, las reglas generales de la clase y lo que el maestro espera de sus alumnos. Toma nota de las cosas que él o los profesores te recomienden. Actualmente muchos maestros ponen a disposición de los padres y alumnos una cuenta de correo electrónico a fin de establecer una comunicación frecuente, pero, recuerda, nunca abuses del tiempo de un profesor.

Ayuda y enseña a tu hijo a llevar agenda y a revisar un calendario con frecuencia

En casa, con nuestras tres hijas, resultó magnífica la idea de poner un calendario mensual, en el que cada quien pudiera escribir sus citas y actividades. Al hacerlo, podrás estar al pendiente de las entregas de trabajos, fechas de exámenes, paseos y otras actividades sin estar día tras día correteando a tus hijos y provocando fastidio entre ellos; esto será fabuloso, en especial si tienes hijos adolescentes, pero ten en cuenta que este hábito se forma aún antes de ir por primera vez a la escuela.

Infórmate sobre las campañas y las actividades extracurriculares, y apóyalas

Busca vivir cada principio correcto que la escuela fortalezca en sus alumnos. Repórtate como voluntario y, por lo menos una vez al año, trabaja en cualquier actividad que la escuela presente y sin pretexto alguno ¡asiste a las reuniones de padres de familia!, de ser posible junto con tu pareja.

Informa con oportunidad al maestro de aquellas situaciones que en casa estés trabajando

, y de igual manera pide su apoyo para hacer un frente común ante las necesidades de orden, disciplina o de cualquier otra índole que tu hijo requiera. Recuerda, “Cuando todos trabajamos con un solo objetivo, las personas florecen”.

Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.