Por fin nació tu bebé. ¿Y ahora tu mayor anhelo es dormir un poquito más?

Ahora lo sabes: La llegada de un nuevo bebé cambia por completo nuestra vida. Si quieres descansar más y mejor, sigue estos consejos.

Como mamá de una bebé de siete meses, me doy cuenta de que ella es la luz de mi vida. Verla sonreír y descubrir el mundo maravillada es uno de los regalos más bellos que me ha dado la vida. Recuerdo el día que llegamos a casa después de dar a luz, la emoción rebasaba nuestros corazones. Habíamos vivido cada momento del embarazo con mucha intensidad, viendo crecer la panza día a día y sintiendo esa hermosa vida que latía en mi interior. Verdaderamente es un milagro ver esos fenómenos; quizás para algunos serán muy comunes, pero para los que lo vivimos en carne propia es algo único, irrepetible, aún si se tienen varios hijos ya que cada embarazo es diferente.

Algo que no sabíamos era que al salir del sanatorio también nos traíamos cansancio acumulado de los últimos meses del embarazo. Ya nos habían dicho que el ritmo de nuestra vida se iba a amoldar al ritmo del bebé y que nuestro sueño se iba a ver interrumpido por la demandas de nuestra pequeñita. Al principio nos costó un poco de trabajo, como cuesta todo lo nuevo que uno emprende, pero poco a poco, contando con la ayuda de nuestros seres queridos, nos fuimos acostumbrando a nuevos horarios de sueño, muchas veces a dormir menos y a veces a pasar algunas noches en vela tratando de hacer dormir a nuestra hijita. Es un momento en que uno se replantea prioridades porque hay que entender que teniendo un bebé tan chiquito nuestros horarios para las otras actividades están reducidos y muchas veces no contamos con el tiempo necesario para hacer las cosas que hacíamos antes de convertirnos en padres. Recuerdo que en una de las primeras semanas después de tener a mi bebé, invité a una amiga a cenar. ¡Eran sólo las 10 de la noche y mi esposo y yo no nos podíamos mantener en pie por tanto sueño que teníamos! ¡Pobre de mi amiga: nos hablaba y a nosotros se nos cerraban los ojos!

Un bebé demanda todo nuestro amor y ternura, pero también toda nuestra energía. A esto se suma que, a medida que va creciendo y va pesando más, el cargarlo puede afectarnos la espalda o la cintura y causarnos dolor y contracturas. Nosotros tenemos que tratar de estar bien para poder dar lo mejor de nosotros mismos para atender es este nuevo ser como corresponde. Por eso es que en estos meses fui buscando maneras de poder descansar, relajarme y vivir con el menor estrés durante esta etapa tan especial. Aquí les comparto los consejos para lograr descansar mejor con un bebé en casa:

  1. Escucha música suave. A la hora de dormir, escucha música suave y relajante. Puede ser música clásica, sonidos de la naturaleza, para meditar, o cualquier otro tipo que sea de tu agrado. Se trata de crear una atmósfera que invite al descanso. Toma algún té relajante, cierra los ojos y descansa y recuerda consultar a tu médico para saber qué bebidas puedes ingerir si estás amamantando.
  2. Olvidate de los problemas. Evita, en lo posible, hablar de problemas o temas difíciles a la hora de la cena. Hacerlo nos puede causar tensión o dejar preocupados y llevar a que nos cueste trabajo conciliar el sueño.
  3. Toma un baño relajante. ¡Ojalá tuviésemos tiempo de un baño de inmersión y con burbujas! Sería lo ideal, pero si no se puede, cada noche, cuando nos duchamos podemos imaginar que esa agua que corre por nuestro cuerpo nos va relajando, quitando todas las tensiones. Si utilizamos algún jabón de lavanda, por ejemplo, su aroma hará que nos relajemos.
  4. Encuentra una posición cómoda para dormir. A la hora de acostarte, busca una posición cómoda e intenta hacer una pequeña relajación imaginando un lugar que te guste mucho: la playa, una montaña, un hermoso bosque, un campo cubierto de flores. ¡Deja volar la imaginación! El dormir relajados, aunque sea por poco tiempo por estar alerta por el bebé hará que descansemos mejor. ¡Compruébalo!
  5. Consiéntete. Si no te pueden hacer masajes no te desanimes, puedes realizar un auto-masaje en la espalda con una pelotita de tenis. Apoyas la pelotita en la pared contra tu espalda mientras mueves la pelota de arriba a abajo. Trata de cubrir las áreas de mayor tensión. Otra manera de darte auto-masaje es al usar la pelota de tenis en tus panos o en tus pies. Esto es muy útil durante tel embarazo también.

Todos estos consejos no son sólo para los papás primerizos, sino para toda la familia. Así que cualquier persona los puede poner en práctica, tanto padres como hijos. La idea es alcanzar un equilibrio en nuestras vidas y llegar a descansar mejor. ¡Compártelo si conoces a alguien que necesite descansar mejor!

Maia Fernández vive en Argentina con su esposo e hija. Considera fundamental la educación de los niños y el arte en sus diferentes manifestaciones como un componente irremplazable de la misma. Contacto: m19fernandez@hotmail.com

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