Al amor nadie permanece indiferente. Razones para amar y celebrar el amor

Te invito a que te dejes envolver de la maravillosa cursilería propia de este mes del amor y la amistad y disfrutes de las rosas, los chocolates, los obsequios, los mensajes románticos y la alegría de estar enamorado.

Yordy Giraldo

Que de amor nadie muere, dicen. Sin embargo, por amor estamos todos dispuestos a morir.

Y es que el amor nos puede dar la voluntad cuando de amor propio se trata; nos da la paciencia para librar las batallas del día a día en nuestro matrimonio. El amor a nuestros hijos nos da la fuerza para salir adelante, el amor por los que se han ido nos deja el alma hueca; y nos vuelve kamikazes para salvar nuestras creencias.

Los más renuentes a creer en el poder del amor, incluso, son vulnerables a las palabras de afecto, las caricias, las buenas obras; nadie puede permanecer indiferente a este sentimiento, y es que nuestro cuerpo todo está diseñado para reaccionar ante él. Al amar nos enfocamos con mayor facilidad, somos más productivos, más felices; sentimientos como la negatividad y la depresión desaparecen, el corazón late a mayor velocidad, el cuerpo genera mayor cantidad de glóbulos rojos para mejorar el oxígeno en la sangre; todo el cuerpo responde y se somete al amor y, ¡maravilloso!, lo hace gustoso y se nota. ¡Amar es plenitud, amar es alegría, amar es salud!

Al estar enamorados nuestro sistema inmunológico se fortalece y nos hace más resistentes al embate de las enfermedades; sin embargo, las personas que viven solas, al llegar a la vejez, tienen un riesgo mayor de padecer enfermedades, como demencia y Alzheimer. Leí hace unos días en la página de la revista Muy interesante, que la oxitocina, conocida como “la hormona del amor”, ayuda a los niños con autismo a mejorar su capacidad para relacionarse con los demás.

El aumento en la producción de estrógenos provoca que la piel, uñas y cabellos estén más saludables y luzcan hermosos; la melatonina, que también es una sustancia que segrega nuestro cuerpo al enamorarnos, provoca que nos sintamos más vitales y la autoestima crece.

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La Universidad de Stanford realizó un estudio que demostró que cuando amamos se incrementan los niveles de dopamina en el cuerpo, lo que funciona como un analgésico natural. Y lo que es aún mejor, el amor nos hace iguales, porque al amar desaparecen los prejuicios raciales, sociales y económicos. No importa cómo te llames o de dónde vengas, todos los seres humanos experimentamos las mismas reacciones cuando de amar se trata.

El amor nos vuelve mejores personas porque nos permite verlo todo en positivo; nos invita a estar pendiente de los deseos y necesidades de nuestro ser amado; enamorados somos capaces de cualquier sacrificio por el bienestar del dueño de nuestro corazón. En este estado aumentan nuestras probabilidades de ser exitosos, porque al incrementar sustancias como la oxitocina, la dopamina, la endorfina y la epinefrina en nuestro organismo, nos sentimos más competentes para controlar y aprovechar nuestras capacidades. No conocemos límites ni obstáculos cuando el amor nos invade.

Por todo ello, por las mariposas en el estómago, por la sonrisa en los labios, por las sensaciones aumentadas, por los poemas, por las familias concebidas y perpetuadas en el amor, porque es mejor hacer el amor y no la guerra, por la ternura en los ojos de un niño, en el abrazo del amigo; por el beso de nuestro enamorado, porque la vida sin amor no vale la pena, te invito a que te dejes envolver de la maravillosa cursilería propia de este mes del amor y la amistad y disfrutes de las rosas, los chocolates, los obsequios, los mensajes románticos y la alegría de estar vivo y enamorado.

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Yordy Giraldo

Yordanka Pérez Giraldo, Cubana de nacimiento, mexicana por elección.