Haz del mundial un evento familiar

El Mundial de fútbol es una oportundiad única para convivir y compartir las aficiones de cualquier miembro de tu familia, ¡aprovéchalo!

Arturo Leonardo

¡Que levante la mano quien esté cansado(a) de escuchar o leer puras cosas negativas sobre el mundial de futbol!

¡Yo! En internet se encuentran opiniones de todo tipo. Eso es bueno: la diversidad siempre apoyará a la creación de conocimiento vasto. Pero llega un momento en que, cuando todo camina hacia un lado, evidentemente se crea un desnivel nada agradable.

Se les llama “haters” a todas las personas que “odian” todo lo que se les presente en la pantalla y se dedican a descalificarlo: una persona famosa, una imagen, un texto, un video, un campeonato mundial de futbol…

Así, es fácil toparse con “sectas” (déjame llamarles así) “que en los últimos meses se han vuelto profesionales en criticar a la próxima Copa del Mundo y, por supuesto, calificar a quienes la vamos a disfrutar, de “vendidos”, “torpes” o cualquier otra lindura que se les ocurra.

Por supuesto, hay problemas sociales en Brasil y en México y en Perú y en España y en todo el mundo. Pero lo más fácil siempre será destruir; el construir un pensamiento positivo parece ser una actividad en peligro de extinción.

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¿A dónde quiero llegar? El mundial de futbol es sólo eso: un torneo deportivo; es una actividad lúdica y, como tal, debe ser aprovechada para tomar lo bueno, como un ejemplo rápido para no salirme del tema, hay personas con dificultades económicas en Brasil que están rentando sus casas a turistas para tener un poco de dinero. Eso, creo yo, es encontrar una oportunidad ante el evento que recibirán.

Ahora bien, ¿en qué te beneficia a ti el mundial? ¿A ti, que estás a millones de kilómetros de las sedes y que, francamente, no te gusta el futbol? Simple, es una oportunidad de oro para convivir con tu familia. Quizá tu esposo, tus hijos o la esposa, qué se yo, son fanáticos del futbol: bueno, es tiempo de compartir.

Como aficionado al futbol y periodista deportivo, te puedo decir que en casa la pelota (y otros deportes) son tema del diario, a la madre de mi hijo no le gusta en lo absoluto, pero encontramos momentos para sentarnos y entonces yo le explico de qué se trata lo que veo, no está al pendiente de todo el torneo, pero sí tenemos un tema nuevo de charla.

Ahí está el punto medular de mi comentario: las familias, y principalmente las parejas, deben de tener siempre una variedad importante de temas de conversación. La belleza física se pierde, el don de la charla, no.

Así pues, tienes todo el año para platicar de los impuestos, o de que no estás de acuerdo con lo que hace el gobierno de tu país, puedes platicar de la última película de Godzilla y, claro: de futbol. La variedad te dará cantidad, y esa cantidad se deriva en tiempo de calidad con los tuyos.

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Un partido de futbol tiene una duración de dos horas, con un descanso (incluído en las dos horas ) de 15 minutos. No es necesario que veas todos los juegos (lo cual sería fantástico), pero bien puedes “invertir” un par de horas con aquella persona de tu núcleo familiar que es aficionada al futbol y demostrarle que más que el partido, te interesa compartir una de sus aficiones.

Insisto: no te quiebres la cabeza para convertirte en “especialista”. Te daré algunos tips de comentarios que puedes hacer durante los juegos y que te ayudarán a crear un ambiente de comunicación agradable. Así, mientras tu fanático(a) en casa disfruta su juego, también conviven y aprenden.

  1. Pregúntale a quién le va (a qué equipo apoya) tu familiar y apoya tú al otro equipo. Es una táctica infalible: a los futboleros nos encanta debatir y si nos damos cuenta que nos quieren molestar de esa forma, entonces todo el partido estamos “búrlandonos” del rival o sufriendo por la derrota. Lo mejor es que cuando termina el partido, ahí acaba la rivalidad familiar.

  2. “Ese árbitro es malísimo”. Ser juez o árbitro es la profesión deportiva más ingrata de todas, el árbitro está para juzgar y ser juzgado, comenta eso en el partido, seguro habrá debate.

  3. ¿Quién es el bueno de (inserte el color de la playera del equipo que está jugando y te haya llamado la atención aquí) qué tal juega?. A los que vemos futbol nos gusta sentirnos los que más sabemos de él, entonces seguro recibes una mini-cátedra de lo que hace, entonces, te ponemos más atención.

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  4. El uniforme de ese equipo me parece (adjetivo aquí). Se une al punto anterior. En gustos se rompen géneros, y en una de esas te topas con una rivalidad deportiva por los colores, lo más sagrado en el futbol. El debate se pone bueno para defender las playeras.

  5. ¡Emociónate!. Crítica las faltas, grita “¡Uff!” o “¡Ay!”. Entrégate a la efusividad por 10 minutos, no necesitas más, basta decir que cuando caiga el gol, puedes pararte y gritarlo, no pasa nada.

  6. Prepara la botana. Si de verdad no tienes ganas de ver el juego, el organizarse unos minutos antes para preparar unos pepinos con limón y chile piquín o rebanadas de jamón es un acto de convivencia fantástico. Pueden dividirse las responsabilidades, el hacer una botana antes de un partido es el mayor acto de humildad futbolera que existe.

Finalmente, debo insistir en que lo más importante no es el juego en sí, sino la diversión. Pasa tiempo con tu familia y si el partido fue bueno y ganó el equipo que tenía que ganar, seguramente estarán agradecidos contigo y ahora será turno de acompañarte a una actividad que tú disfrutes.

Sígueme en Twitter @oscarMAL16

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Arturo Leonardo

Comunicador fanático de sus hijos a quienes les relata día a día sus aventuras de música y deportes, gusta de leer lo que se cruce en su camino, piensa que el acto más revolucionario que puede existir es el de reír.