El adolescente rebelde busca ser amado

Reflexionas en la relación con tu adolescente, y te preguntas "¿qué estoy haciendo mal?" Si es tu caso, estas sencillas y poderosas sugerencias te ayudarán a despejar esa pregunta.

Denhi Chaney

Muchos nos hemos sentido perplejos, e incluso desorientados, al no entender a nuestro hijo adolescente. Y acabamos siempre preguntándonos, ¿qué estoy haciendo mal? Aunque es cierto que no existen padres perfectos, el amor por los hijos sí lo es. Por eso esta difícil verdad: lidiar con un adolescente no es tarea fácil y si estás teniendo problemas, no te preocupes, eres un papá normal. Porque el adolescente rebelde busca ser amado

Ahora que sabes que no estás solo y que miles de padres sienten algo similar, es momento de entender un poco más acerca de tu adolescente rebelde:

Todos quieren ser amados

Esta verdad es independiente de la edad, cualquier ser humano quiere ser amado, incluso aquel adolescente que dice que te odia o que jura que estaría mejor sin ti. El deseo de ser amado está en nuestra naturaleza, y pocas cosas ejercen la fuerza que tiene sentir el amor de los padres. Es importante que te tomes el tiempo de averiguar qué es lo que ayuda a tu hijo a sentirse amado; por ejemplo, pensarás que seguro él sabe que lo amas porque le tienes comida caliente todos los días; sin embargo, lo que interpreta como amor no es eso, sino el tiempo que te tomes para platicar con él o hacer cosas que le gustan. De modo que no asumas que la forma en que tú recibes amor es la misma para él.

Quieren compañía

Todo adolescente en algún momento se ha encerrado en su cuarto, y muchas veces pensamos que no quiere vernos y que lo hace para alejarse. Aunque todo esto tiene cierta veracidad, en el fondo de su corazón quiere que vayas al cuarto (después de darle algunos minutos para calmarse), pues esto demuestra que te importa, que no lo estás abandonando ni dándote por vencido en tu relación con él. Así que dale unos quince minutos de soledad y encuentra el valor de abrir esa puerta y escucharlo, o simplemente quédate ahí si no quiere platicar.

No aceptes “nada” como respuesta

¿Cuántas veces no les hemos preguntado si tienen algo, y la respuesta es: “Nada”? Entre las muchas cosas que un adolescente puede decir esta es, tal vez, una que los padres han llegado a aborrecer, pues representa un sinfín de frustraciones y no resoluciones. Sin embargo, es sencillo: no aceptes el nada como respuesta; pero para que esto funcione hay que seguir los siguientes pasos:

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  1. Encuentra el tiempo adecuado. Pregunta cuando no haya escapatoria; por ejemplo, el interior de un coche es una excelente opción. O pregunta mientras hacen juntos una actividad (esto es esencial con los adolescentes varones, pues estos no hablarán si solo te sientas y esperas a que ellos digan la primera palabra), como deportes, durante la comida, o en diferentes juegos.
  2. Dale su tiempo. No esperes a que la conversación sea fácil y que no te dé miedo el silencio, déjalo fluir, pues tarde o temprano verá que tienes interés y que la conversación no se termina hasta que hayan hablado.

El enojo es tristeza

Muchas veces el enojo es enojo, pero la mayoría de las veces es tristeza. Como padres es difícil sentir el enojo de nuestros hijos, pero debemos de recordarnos que el enojo es un arma poderosa en contra de sentirse vulnerable y débil; es decir, en el fondo, nuestro adolescente se siente atemorizado y frágil. Y es trabajo nuestro ver más allá del enojo, si realmente queremos conversaciones productivas con ellos.

Sobrevivir la etapa de la adolescencia en tus hijos es toda una odisea, pero vale la pena, pues van a surgir hombres y mujeres que transmitirán a la sociedad lo que les hayas inculcado. Y ese es el real valor de tus lágrimas, pesares y dolores de cabeza: sentirte realizado en tus hijos.

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Denhi Chaney

Denhi Chaney es egresada de la Universidad de Brigham Young con maestría en Terapia de Matrimonio y Familiar. Denhi también es esposa y madre de un niño. Puedes contactarla en .