25 cosas que aprendes de los hombres cuando te rompen el corazón

Nada duele más que darle tu corazón a alguien para que te lo rompan, sin embargo, lo que puedes aprender te puede cambiar la vida.

Mariel Reimann

El dolor emocional puede ser peor que el peor dolor físico que nos podamos imaginar. No ser correspondidos por el ser a quien amamos es una de las verdades más difíciles de aceptar. A lo largo y ancho del mundo la humanidad sufre de penas de amor; a lo largo y ancho del mundo, miles de corazones están rotos por amor en este preciso momento.

Cuando alguien nos rompe el corazón, el dolor se posesiona de nuestras vidas y pareciera que el paso del tiempo sólo lo empeora. Recuerdo la primera vez que me enfrenté a esa temible realidad de que alguien te diga que ya no te ama. Recuerdo sentir como si el mundo colapsará debajo de mis pies, pensando que ya nunca más podría volver a confiar y a amar nuevamente.

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“Ya vas a ver, con el tiempo te vas a acordar de esto y hasta te va a hacer reír”, fueron las palabras de mi madre. “¿Reírme?, nunca me voy a poder reír de esto”. Claro, cómo iba a pensar que algún día me iba a reír, si en ese momento hasta me costaba respirar.

Mi madre entonces me dio el mejor consejo que pude haber recibido. Ella me dijo que no perdiera el tiempo, ni mis energías, sietiendo bronca por quien me había causado tanto dolor, que los fracasos amorosos sólo suceden para enseñarnos algo, para prepararnos para reconocer a quien realmente nos amará por el resto de nuestras vidas.

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Odiar a quien nos causa sufrimiento parece ser la mejor solución, pero no la es. Tratar de ver qué aprendimos de esa experiencia y de esa persona, en cambio, si puede cambiarnos la vida y acercarnos a la felicidad.

Si alguna vez ese hombre fue merecedor de tu amor es porque definitivamente había algo bueno en él. Estas son las 25 cosas que aprendí de los hombres luego de que me rompieran el corazón:

Aprendí…

… que llorar no atrae a los hombres, ni los hace regresar contigo. Llorar sólo despierta lástima y remordimientos. La lástima y el remordimiento no son amor.

… que cuanto más rápido aceptes que no funcionó, más valor adquieres ante los ojos de quien acaba de decidir que no eras lo que él buscaba.

… que la vida sigue para ellos y que no importa lo que tú hagas, eso no cambiará.

…. que al igual que nosotras, no aprecian el valor de lo que tienen hasta que lo pierden.

… que en la mayoría de los casos ellos no llegan a tu vida con el plan de destruirte.

… que tener que romperte el corazón también les rompe el corazón a ellos.

… que luego de que pasan los años aún te recuerdan con cierto cariño, y a veces, hasta se preguntan por qué no siguieron contigo.

… que muchas veces se arrepienten de ya no estar contigo, pero no les gusta admitirlo.

… que ellos también sueñan con encontrar a alguien para vivir felices para siempre.

… que a menos que sea un jugador por naturaleza, decirte que te aman les cuesta mucho más que a nosotras.

… que la inseguridad es una de sus peores enemigas.

… que el orgullo y su estatus de “hombre” les sabotea el potencial de ser felices.

… que para ellos, casi siempre, el “pasto está más verde en la casa del vecino”, y por eso a veces desperdician las oportunidades que les da la vida para ser felices.

… que tienen pánico de perder su libertad, hasta el día en que se dan cuenta de que compartir su libertad con la mujer a quien aman es mejor que ser libres en soledad.

… que los hombres también lloran.

… que mostrar su verdadero ser les cuesta más de lo que te puedas imaginar.

… que odian que las mujeres los ignoren.

… que la mayoría prefiere perderte antes que admitir un gran error.

… que si te rompió el corazón una vez, lo más probable es que si sigues con él, te lo vuelva a romper.

… que ven la vida de manera más sencilla que nosotras.

… que odian las presiones y las complicaciones.

… que a menudo dudan de sus propios sentimientos.

… que saben que el dolor físico no es la peor clase de dolor.

… que si te amaron, te van a extrañar.

… que también sufren por amor y que tienen miedo de no poder hacerte feliz.

El tiempo ha pasado y mi madre tenía razón. Los hombres pueden romperte el corazón y tú puedes romper el de ellos. El tiempo sí amortigua el dolor, y de cada experiencia puedes sacar al menos una gran enseñanza. Cuanto más rápido asimiles que ellos son tan humanos como nosotras, y que al igual que tú, en su búsqueda por la felicidad también se equivocan y lastiman, más rápido harás las paces con tu pasado y más cerca estarás de encontrar la verdadera felicidad. Morar en el rencor sólo te perjudica a ti.

Mariel Reimann

Mariel Reimann estudió leyes en la Universidad de Córdoba, Argentina y vive en Salt Lake City, Utah. Es madre de dos hijas que son la luz de su vida.