Cómo afilar tu hacha espiritual y cortar buenos leños de fortaleza para tu alma

Un buen liderazgo espiritual requiere un hacha con filo. Afila tu hacha y corta buenos leños en tu vida espiritual.

Marta Martínez Aguirre

Dos hombres se dedicaron un día entero a cortar leña. Uno de ellos trabajó sin descansar, y juntó una pila bastante grande. El otro lo hizo durante lapsos de 50 minutos en los que descansó; al cabo tenía una pila de leños mucho mayor. “¿Cómo pudiste cortar tanta leña?”, le preguntó el hombre que trabajó sin descanso. Esta fue su respuesta: “Mientras descansaba, afilaba el hacha”.

No darse tiempo para afilar el hacha está muy vinculado con la vida espiritual: ser una líder requiere mucha energía, es por eso que para sostener a otros en la fe necesitas detenerte y pensar qué estás haciendo por ti. Cuando asumes las cargas propias y ajenas sin detenerte en tu propio cuidado estás ejerciendo daño emocional en ti misma. Jesús solía irse lejos a meditar, se tomaba tiempo para estar a solas, buscaba el aire fresco y solía dialogar con Dios.

¿Se han agotado tus fuerzas? ¿Estás cargada de responsabilidades dentro y fuera de la iglesia? ¿El desaliento ha entrado en tu corazón? ¿Tienes deseos de huir y no toleras a nadie? Sencillo, afila el hacha. Afila tu hacha y corta buenos leños en tu vida espiritual:

Dimensiones social y emocional

La relación con las personas y tus emociones están muy ligadas, por eso no descuides ninguna. Trata de responder a estas preguntas: ¿te das tiempo para salir con tus amistades?, ¿las visitas con frecuencia o te limitas a mensajes de texto y el chat?, ¿has ampliado tu círculo de amistades?, ¿tus amistades te brindan compañerismo, solidaridad y comprensión?, ¿conservas amistades tóxicas?, ¿tratas de distraerte asistiendo a espectáculos al aire libre?, ¿dedicas un día a la semana a estar a solas contigo?, ¿puedes establecer límites?, ¿te dejas manipular? Busca la forma de cuidar tus vínculos, pero también tu salud emocional.

Dimensión mental

Vivimos en una época donde adquirir nuevos conocimientos es más accesible que antes; ahora incluso, desde tu hogar, puedes hacer un curso a distancia. Busca la forma de enriquecer tu mente, de esa manera podrás estar más preparada para ayudar a tu prójimo. Busca la manera de crecer en los terrenos espiritual y profesional. ¿Ves programación televisiva o asistes al cine que te desarrolla como persona?, ¿asistes a talleres o seminarios que te darían una perspectiva reveladora?, ¿inviertes en libros o buscas en la biblioteca los textos más actuales de tu perfil profesional? No dejes de afilar tu hacha mental.

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Dimensión espiritual

Área vinculada con tus creencias, aquello que llena de sentido tu vida, tus valores, todo lo que te impulsa a darte a los demás y lo que te promueve a una vida trascendente. ¿Sueles buscar lugares donde puedas meditar?, ¿tienes posibilidades de caminar por la rambla y sentarte a ver el mar?, ¿has pensado en pasar un fin de semana en la naturaleza?, ¿sigues posponiendo ese viaje a la reserva de fauna?, ¿has pensado en releer ese proyecto que dejaste a medias?, ¿y qué de aquellos quince minutos a la tarde y a solas contigo misma al salir del trabajo, llena de energía para ir a casa totalmente desenchufada de tus labores profesionales?, ¿recuerdas todavía la felicidad que te producía aquella tarea que dejaste de hacer?, ¿has planeado empezar a orar antes de salir a trabajar buscando inspiración?, ¿te has habituado a un encuentro matinal con Dios en oración?

Dimensión física

Esta área es fundamental, y si no te das tiempo para afilar el hacha tu cuerpo puede sentirlo. ¿Sales a caminar, trotar o realizas algún deporte?, ¿duermes las horas necesarias?, ¿te alimentas con frutas, verduras y alimentos con nutrientes esenciales?, ¿has reducido la sal?, ¿controlas tu presión arterial?, ¿te has realizado el PAP, la mamografía y otros estudios ginecológicos adecuados a tu edad y estado de salud?, ¿has visitado el dentista?, ¿te has hecho un control médico en estos últimos meses?, ¿sigues postergando ese estudio para más adelante?, ¿retomaste tu consulta con el terapeuta?, ¿tienes idea de tu peso?, ¿las vacunas al día? Busca la forma de ponerte al día, porque al cuidar de tu cuerpo cuidas, a la vez, el templo de tu espíritu.

Es necesario que logres comprender que para ser un buen instrumento en las manos de Dios es necesario detenerse y afilar el hacha. Eres una de las manos de Dios aquí en la tierra, a través de ti Él cuida de sus ovejas. Piensa en esto y dedica tiempo a afilar tu hacha en las diferentes dimensiones que conforman tu ser.

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Marta Martínez Aguirre

Marta Martínez es de Uruguay. Posee una licenciatura en Psicología, y un posgrado en Logoterapia. Ama todo lo que hace y adora servir. Es especialista en atención psicológica domiciliaria. Contacto: