Cuando ella tropezó, todos pensamos que había perdido la carrera. Entonces nos dio una enorme lección de vida.

Este vídeo nos enseña que en el deporte, como en la vida, destacan más las personas que fueron capaces de levantarse después de un tropiezo.

Arturo Leonardo

Tanto en el deporte como en la vida destacan más las personas que fueron capaces de levantarse después de un tropiezo. Al salir a la calle es indudable que nos enfrentamos a un centenar de depredadores que buscan a toda costa devorar nuestra actitud positiva, pero debes de entender que la fuerza para evitarlo está en ti.

Las batallas diarias de la vida no se ganan solas, por eso la recomendación más importante es que evites molestarte con tu familiar más cercano, cónyuge, padre o hermanos, ya que ellos son tu verdadera columna vertebral; en términos deportivos, tiran para el mismo lado. No son los enemigos.

¿A dónde va todo esto?, bien, ¿cuántas veces has tenido un tropiezo?, quizá vives uno ahora mismo, ¿crees que no podrás levantarte?, déjame decirte algo y espero lo guardes muy bien. No hay absolutamente nada imposible, cualquier carrera puedes terminarla no importa si tropezaste.

Quiero compartir contigo una historia inspiradora, se trata de Heather Dorniden. Heather compitió en el 2008 en una carrera de 600 metros ante cuatro chicas más y desde el inicio de la carrera, Heather dio todo de sí.

Para que te des una idea, en esta competencia los 600 metros son tres vueltas a la pista de atletismo. Podemos comprarlo a un día en la jornada laboral: mañana, tarde y la vuelta a casa por la noche.

Advertisement

Justo cuando estaba por iniciar la tercera y última vuelta Heather era la líder de la carrera. El ritmo que llevaba era sencillamente arrasador, óptimo para terminar la carrera en primer lugar.

Sin embargo, y como a muchos de nosotros nos pasa, un imprevisto se hizo presente en forma de tropiezo, las piernas de Heather se enredaron cayó de forma poco agraciada y las competidoras lograron brincarla para no pisarle, en menos de un segundo Heather era la última y el sueño por el que había peleado durante 4 años de preparación se esfumaba.

La cámara dejó de enfocar a Heather y se fue inmediatamente con las demás corredoras, cuando de una forma por demás sorpresiva Heather apareció nuevamente en el cuadro, sin embargo todavía le faltaban muchos metros y las demás competidoras tenían mejor ritmo.

¡El final es digno de película! Y, con todo, vale la pena hacernos la pregunta: ¿Qué podemos aprender de Heather? Hay cierto tipo de personas que les gusta tener todo preparado, pensar 50 veces las opciones que hay para evitar sorpresas. ¡Pero en el deporte, como en la vida, eso no es posible! Las sorpresas, caídas, tropiezos en las relaciones personales o el trabajo son imposibles de predecir. La verdadera fuerza siempre estará en la voluntad de levantarse, sacudirse las rodillas, pensar en tu familia y retomar el camino, con mayor intensidad que antes del golpe.

Al final del día podrás llegar a casa, ver a tu familia a los ojos y comentarle cuál fue la situación que superaste el día de hoy, porque todos los días es nuestra carrera de 600 metros de tres vueltas completas.

Advertisement
Toma un momento para compartir ...

Arturo Leonardo

Comunicador fanático de sus hijos a quienes les relata día a día sus aventuras de música y deportes, gusta de leer lo que se cruce en su camino, piensa que el acto más revolucionario que puede existir es el de reír.