La depresión desde adentro
Perder la capacidad de disfrutar puede alterar la vida en forma significativa: baja nuestra productividad, afecta la vida personal y familiar, e incluso, puede desencadenar un suicidio.
Liza Ariza
Me dijeron que podía estar atravesando una depresión. Al principio descarté la idea. Pensé que mi estado de ánimo se relacionaba con falta de madurez para enfrentar la vida, o que era solo una forma de llamar la atención. Pero a medida que el tiempo fue pasando, mi ánimo empeoró. Después entendí que una depresión es una enfermedad como cualquier otra, pero que ataca el cerebro.
¿Cómo saber si estás deprimido?
Mis actividades favoritas no me producían placer alguno. No disfrutaba el sabor de la comida, por lo que comer algo agradable y algo que no lo era, tenía el mismo efecto en mí. Mis horas de sueño disminuyeron drásticamente y al despertar no sentía cansancio alguno, pero tampoco deseos de realizar ninguna actividad. No quería ver a nadie, prefería estar sola. Y con todos los síntomas encima, aún no entendía lo que pasaba: no pude identificar por mí misma los cambios que sufría.
Una forma en que podría describirte cómo es estar en depresión, es que se vive sin emociones, o solo con una: inmensa tristeza que no se puede definir y a veces parece no tener una fuente clara. De inmediato, las relaciones familiares y personales decaen, la productividad laboral se ve afectada y no eres capaz de ver una recompensa detrás de actividades como el estudio o el trabajo.
Consejos para combatir la depresión
La mía es solo una forma entre muchos tipos de depresiones, pero tal vez en este artículo puedas identificarte o ver en él algo que le sucede a alguien cercano a ti. A partir de mi experiencia, quiero mostrarte algunos puntos que pueden ayudarte a superar la depresión:
1. Haz cosas que te gustan
Trata de hacer aquello que siempre quisiste hacer, o esas pequeñas cosas simples que aplazas todo el tiempo: ver el amanecer, correr desaforado por las calles, viajar a un lugar que desees conocer. Salir de la rutina es un punto esencial para combatir la depresión: pequeños logros que rompan la cotidianidad pueden ayudar a sentirte realizado.
Una buena idea es ponerte como meta realizar cada día una cosa que te haga feliz, y no te acuestes sin hacerla. Puede ser tan simple como llamar a un viejo amigo, comer una fruta que te gusta, incluso planear un viaje para el cual aún no tienes presupuesto: la vida también se trata de soñar, y soñar puede ser un remanso para el corazón.
2. Haz deporte
El ejercicio físico genera endorfinas, que es una sustancia que ayuda a que la gente sea feliz. No tienes que salir a correr a diario, necesariamente, ni convertirte en un atleta de alto rendimiento: existe una cantidad enorme de deportes que puedes practicar incluso en casa, como yoga o gimnasia pasiva.
3. Pasa tiempo con aquellos a quienes amas
Compartir tiempo con aquellos a quienes quieres y no ves muy a menudo, te ayudará a recuperarte. Muchas veces, las urgencias cotidianas nos roban el tiempo y le restan importancia al valor que las personas tienen en nuestra vida. Recuerda que no hay algo más importante que estar con la familia y con los seres queridos: ser partícipes de los momentos importantes, comer juntos de vez en cuando y disfrutar de una buena plática trae alegría y gozo a la vida.
4. Exprésate
En general, guardarse los sentimientos produce intranquilidad y desasosiego. Escribir, pintar, cantar, bailar son formas de expresión que ayudan a liberar sentimientos. Busca siempre con quién hablar, encuentra música que te ayude a expresar lo que piensas: ¡un karaoke puede ser una buena idea, o incluso cantar en la ducha!
5. Cuida de ti
Como bien, duerme bien. Los alimentos que consumimos y la manera en la que tratamos nuestro cuerpo también se refleja en nuestro cerebro, y por ende, en nuestro estado de ánimo. Una dieta balanceada puede traer más beneficios de los que imaginas.
6. Disfruta de la naturaleza
Abrazar árboles ayuda a liberar estrés y a curar la depresión. Los animales también son canalizadores de energía negativa, por lo que muchos estudios indican que cuidar de una mascota te da una responsabilidad adicional que puede distraerte de la rutina, además de que recibes de vuelta el amor que puede brindarte.
7. Perdónate
Hay quien se refiere a la depresión como “un exceso de pasado”. Perdónate y soluciona lo que puedas arreglar de tus tropiezos del pasado. Lo demás, acéptalo y reconcíliate contigo mismo. Un retiro espiritual, meditación y oración pueden ayudarte en el proceso.
Robin Williams dijo: “La vida solo te da una pequeña chispa de locura, no debes perderla, porque si la pierdes, lo pierdes todo”. Cuando una persona pasa por infarto, entiende que su vida debe cambiar de inmediato y para siempre, que debe cambiar y mejorar sus hábitos. Usualmente esa persona empieza a comer mejor y a ejercitarse. De la misma manera, un episodio de depresión debe ser tomado con seriedad y quien lo sufre debe cambiar el tipo de vida que ha llevado hasta el momento. Enfermarse no es una decisión, ser feliz sí lo es.
