A los 40 una mujer suma experiencias, belleza y vida por delante

Éstas son las virtudes de una mujer de 40 según los especialistas.

Si un hombre espera que su esposa después de los 40 años luzca como si no hubiese pasado el tiempo, creo que le exige demasiado; se trata de un imposible, en realidad. Aprender a aceptar el paso del tiempo en nosotros y en los demás es una clara expresión de la madurez emocional.

Maritza acaba de cumplir 59 años, y sostuvo una relación afectiva por más de doce con un hombre una década menor que ella. En su loco afán por conquistar su amor cada día, Maritza hizo de todo, como subirse a una motocicleta pese a que le aterraba, ver películas de acción y suspenso aunque en realidad sus favoritas son las comedias; pintarse el cabello desde el rojo hasta el rubio para mantener motivado y enamorado a Jorge. Era tal la presión por verse físicamente hermosa y más joven que no dudaba en invertir dinero para hacerse todo tipo de tratamientos estéticos pero, al final, siempre notaba que no era mucha la diferencia.

A Maritza le gustaba acostarse temprano y leer un libro para conciliar el sueño, pero cambió esto por salir tres o cuatro noches a la semana con Jorge, solo para ir a su ritmo. A medida que pasaba el tiempo Maritza empezó a resentirse con ella misma por fingir ser algo que no era, en una carrera desenfrenada por complacer a Jorge.

Pero un día, cansada de todo, se armó de valor y le pidió a Jorge que se marchara de casa, no sin antes entregarle una nota que decía: “Jorge, perdóname, he intentado mil maneras para mantenerte a mi lado y estoy agotada. Siento que tarde o temprano te irás en busca de una mujer más joven. Ya no soporto el peso de ser quien no soy, me exiges demasiado sin darte cuenta y ya no puedo más”.

La belleza después de los 40

Si bien muchas mujeres hoy a los 40 años lucen bastante lindas y conservadas, su verdadera belleza no radica en la lozanía de su piel, o en el brillo natural de su cabello; ahora su belleza está en su interior y en la suma de sus experiencias y vivencias.

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Saben lo que quieren

Una mujer alcanza con esta edad la plenitud de su vida. Sabe lo que quiere, sabe qué está dispuesta aceptar y qué no. Por lo general los hombres que se han mantenido junto a su esposa desde la juventud notan cómo ella es más fuerte ahora y cómo hace de esa fortaleza una verdadera virtud en la vida matrimonial. Imprimen con sabiduría confianza y fe a su esposo y a sus hijos. Pero si una mujer ha llegado a esta edad sin casarse con seguridad ha encontrado otras formas de vivir una vida plena, y aunque que no renuncie a la idea de encontrar un compañero de vida, sabrá esperar evitando involucrarse en relaciones afectivas equivocadas.

La belleza física ya no es su prioridad

Sin descuidar su apariencia física ya no se obsesionan tanto con esto y aceptan de buena manera que muchas cosas de su aspecto físico ya no van a cambiar por más que se esfuercen. Entonces concentran sus energías en otros proyectos que les generan mayor satisfacción personal y que las hace mucho más felices. Al menos este podría ser un propósito, como lo expresa Max Ehrmann en su poema “Desiderata”: “Acata dócilmente el consejo de los años, abandonando con donaire las cosas de la juventud”.

Se esfuerzan por ser mejores esposas y madres

Muchas cosas pierden valor y dejan de ser prioridad para la mujer a esta edad; ahora su familia, sus hijos y esposo se convierten en esa razón de ser. Lo mejor de todo es que a diferencia de sus años de juventud la mujer a esta edad puede ser un poco menos impulsiva, más sosegada y tranquila para enfrentar la adversidad, más prudente y en definitiva más sabia. Dar a los demás es su mayor regalo para sí misma. La sonrisa y la felicidad de su familia son su premio.

Alimentan su ser interior

A esta edad se buscan más respuestas a preguntas trascendentales de la vida. Hay una preocupación constante por encontrar la felicidad para ellas y sus seres queridos. La gran mayoría de mujeres que conozco de esta edad, divorciadas, casadas o solteras se refugian en Dios y en lo espiritual para fortalecerse y levantarse cada día con fuerzas renovadas a seguir viviendo con alegría.

Para terminar, diré que probablemente muchas mujeres han alcanzado este estado antes y otras mucho después de los 40. Algunas quizás siguen esforzándose por parecer más jóvenes, o ser lo que no son o agradar a los demás. Solo puedo decir que si una mujer está conforme consigo misma y se acepta tal como es, potenciando sus virtudes a esta edad o cualquiera, su belleza será infinita y la acompañarán hasta el final de sus días.

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