El sol sale para todos: alégrate por el bien ajeno

Aprende a libertarte del resentimiento por la buena fortuna de otros y acepta con generosidad que también los demás merecen ser felices. El sol sale para todos: alégrate por el bien ajeno.

Diana Cantor Martinez

Por fin había llegado el día más esperado por Gabriela: su novio le pidió que se comprometieran en matrimonio. Entró a su casa corriendo, feliz y desbordada de emoción, y mientras no paraba de contárselo a sus padres, su hermana Marcela la miraba de manera extraña, parecía que la felicidad de Gabriela no representaba alegría alguna para ella. A cada detalle que Gabriela relataba sobre el feliz momento en que Sebastián le había pedido ser su esposa, Marcela replicaba con algún comentario desagradable, tal como: “Qué cursilería, eso ya no se usa, es una estupidez”; hasta llegar al punto de no soportar más y retirarse molesta de la habitación.

La verdad es que Gabriela estaba acostumbrada a esta reacción de su hermana. Nunca la había visto alegrarse con sinceridad por algún logro suyo y, por el contrario, siempre encontraba un motivo para quitarle el entusiasmo.

Marcela se negó rotundamente a ser dama de honor en el matrimonio de su hermana, tampoco participó en ninguno de los preparativos, a pesar de que Gabriela se esforzó por involucrarla. El día de la boda se retiró muy temprano de la celebración. Al momento de hacer las fotografías, la madre notó su ausencia y fue a buscarla, y encontró que Marcela estaba desconsolada, había llorado mucho.

La madre de Gabriela y Marcela era una mujer amorosa, amaba y aceptaba a sus hijas tal como eran, y sabía perfectamente que Marcela tenía otro de sus ataques de celos, que solían aflorar cada vez que a su hermana algo le salía bien.

Aprende a alegrarte por el bien de los demás

No a pocas personas les sucede lo mismo que a Marcela: sufren y se desmotivan cada vez que a alguien en su familia o en su entorno le va bien. En mi concepto, esto no es más que una expresión de sus temores ante la incapacidad para alcanzar sus propias metas. Aprende a liberarte del resentimiento por el bien de los demás:

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El sol sale para todos

Esta frase, a la que recurre mucho uno de mis tíos, es toda verdad: si logras comprender que tienes la misma capacidad y las mismas oportunidades que otros para construir tus sueños, dejarás de lamentarte por el bien de lo demás. Para esto es importante que comprendas que la vida no está diseñada igual para todos, por lo cual debes apropiarte de tus propios sueños y trabajar por ellos.

Practica el elogio

Una de las características de quienes sufren por la buena fortuna de otros son sus comentarios negativos que intentan descalificar lo que la otra persona ha conseguido. En lugar de esto, practica el elogio, el decir algo positivo. Al principio no resultará tan natural, pero al practicarlo de forma constante un día te sorprenderás haciéndolo sin esfuerzo y con sinceridad. Es necesario también que revises tu espiritualidad, para lo cual podrías leer este artículo, que podría echarte una mano al respecto, http://www.familias.com/una-vida-espiritual-te-permite-descubrir-tu-sentido-de-la-vida

Valora tus propios logros

Con seguridad tú también has logrado muchas cosas importantes, piensa en los esfuerzos que has invertido para alcanzar lo que tienes y lo que eres como persona y reconoce que tienes rasgos positivos por los cuales debes sentirte orgulloso.

Evita compararte

Esta es una mala práctica. Tan solo piensa que todos los seres humanos somos diferentes, y todos merecemos cosas buenas. En este sentido, lee en este artículo acerca de la compasión humana, http://www.familias.com/la-compasion-simbolo-de-fortaleza-humana

Aprende a ser generoso, porque es necesario que comprendas que los demás, al igual que tú, también merecen ser felices.

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Diana Cantor Martinez

Hay un momento de la vida en que descubrimos que necesitamos un cambio para poder avanzar y crecer reconoce el momento y no pierdas la oportunidad.