3 cosas que cambian en tu comportamiento con tu segundo hijo, según la ciencia
Los expertos confirman que no eres igual con tu segundo hijo. Descubre los comportamientos que cambian y cómo modificarlos
Adriana Acosta Bujan
En la mayoría de las familias, los hijos primogénitos se quejan de haber recibido una educación más estricta, en comparación con el hermano menor. Este tipo de comentarios tienen una explicación, puesto que los padres suelen prestar mayor atención a sus primeros hijos, enfocando todas sus expectativas en su desarrollo, simplemente porque despierta la novedad e ilusión de ser padres.
A pesar de que la mayoría de los padres aseguran que quieren a sus hijos por igual, muchos comportamientos y actitudes cambian con la llegada del segundo. Sin cuestionar, el amor entre hijos, la manera de educarlos es distinta. Según un estudio publicado en Science Daily, reveló que los comportamientos de crianza entre el primer hijo y el segundo difieren.
El estudio consistió en observar a 55 madres, todas ellas interactuando con su primogénito a la edad de 20 meses, después, al nacer su segundo hijo con la misma edad y utilizando las mismas técnicas, descubrieron que el comportamiento de la madre era distinto, puesto que no participaba de la misma manera al interactuar con sus hijos. Las madres restaban atención al segundo, concluyendo que las actitudes y comportamientos cambian con el tiempo.
¿Qué comportamientos o actitudes modifica?
- Atención
Según lo publicado en El País, Victoria del Barrio Psicóloga de la personalidad, asegura que la atención hacia los segundos hijos se va mermando, me refiero a la dedicación y entusiasmo en la educación, esta se debilita, dando paso al dicho popular “se cría solo”. Lo cual lleva a que el hijo primogénito desarrolle más apego a los padres y el segundo desarrolle una personalidad de ser más mimado, ya que se le deja consentir en todo, sin muchas veces, establecer límites.
Recuerda que cada hijo tiene su propia personalidad, es complicado, educarlos de la misma manera, sin embargo, los especialistas recomiendan que para evitar la falta de atención de los padres, ellos deben de repartir roles a todos sus hijos de manera igual, sin excluir al menor, lo que dará paso a que todos sus hijos desarrollen su personalidad de manera exitosa.
- Comparaciones inútiles
Muchas ocasiones los padres cometemos el error de comparar a los hijos, como por ejemplo decirles: “es que tu hermano es más estudiosos”, “por qué no haces lo mismo que tu hermano”, “tu hermano es más inteligente y organizado” entre otros ejemplos. En la teoría de Sulloway, los expertos recomiendan que los padres debemos reavivar el interés de los hijos en realizar cualquier actividad, así evitar comparaciones que a la larga afectan la autoestima de los hijos.
- Estrés al mil por hora
Según la ciencia, los segundos hijos son más propensos a portarse mal, por lo regular suelen ser suspendidos del colegio, aprenden malos hábitos, son desordenados entre otros factores, todo ello, lleva a la madre a desarrollar estrés, debido a que el tiempo en el cuidado y atención suele disminuir considerablemente.
Sin embargo, puedes aprender algunas técnicas para mejorar la conducta de tu segundo hijo y así disminuir el estrés que te causa. Por ejemplo: Reconoce lo que te hace sentir orgullosa, muestra con abrazos la aprobación por su buen comportamiento, poner atención a sus gustos y aficiones, así como mostrarse empáticos con sus emociones y sentimientos.
Para disminuir el estrés se recomienda, realizar ejercicio, estar en contacto con la naturaleza, pasear a la mascota, disfrutar de un buen programa de televisión, cualquier actividad donde puedas distraer tu mente y a la vez compartir con tus hijos.
La educación se modifica entre cada hijo, sin embargo, te sentirás más libre y confiada, puesto que algunos errores del pasado los puedes modificar ahora con tu segundo hijo, incluso tus temores y miedos disminuirán, por haber aprendido de experiencias pasadas. Recuerda que cada hijo es diferente, disfruta el maravilloso regalo de vida de ser ¡Una excelente madre!