3 frases que tu papá NUNCA se animó a decirte por su deber de protegerte
Podría ser el Día del Padre o cualquier otro, pero hay cosas que los papás no queremos o podemos decir.
Arturo Leonardo
Ser padre es una tarea difícil, no exenta de sacrificios. No hay manuales al respecto, ni guías puntuales y nadie le explica a uno de qué se trata y, sobre todo, de qué se va a tratar el asunto de la paternidad.
Sin necesidad de “meterse en camisa de once varas” (o sea, en demasiadas complicaciones), hay ciertos roles que únicamente pueden cumplir las mujeres y los hombres cuando son padres. Y no se puede esconder que cada persona, con su carácter y orientación, ofrecerá algo que nadie podrá reemplazar.
A lo que pretendo llegar con esto es que la aventura de un papá es tan extraña y complicada como la de una mamá, con sus diferencias, similitudes y particularidades.
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Es precisamente en este último punto en el que quiero ahondar. En muchas ocasiones, los padres no podemos decir o externar ciertas situaciones o pareceres, no porque en el estricto sentido no podamos, más bien es por ayudar a mantener el equilibrio familiar.
Pues bien, revisa conmigo estas 3 frases que no decimos comúnmente los papás:
1. “Me duele”
A todos los niveles, mostrar fortaleza ante las inclemencias del tiempo, de salud o del corazón, es algo para lo que los papás no estamos preparados. Ojo, claro que podemos enseñar a los pequeños a externar sus sentimientos, y así debe de ser, pero yo recuerdo en este momento dos capítulos que me han pasado recientemente en los que optar por el silencio y la resignación me significó un sacrificio para sobrellevar las situaciones, y los cuento a continuación:
Primero, uno de mis pequeños sufrió un episodio de fiebre, su mamá entró en pánico y yo tuve que mantener la calma y aparentar como si no me importara, aunque por dentro me estaba comiendo el miedo. Al final, cuando todo se solucionó, acepté mi miedo, pero creo que los papás debemos mostrar ese equilibrio, porque no siempre es bueno dejarnos llevar por las emociones.
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La otra experiencia tiene que ver con un día de trabajo: agotado, sin comer, enfermo y demás molestias, al salir me topé con un aguacero apocalíptico y no tenía de otra más que esperar mi transporte para llegar a casa, de modo que no había espacio para quejas o para decir “de esta agua no he de beber”.
2. “Yo quiero…”
La verdad, aunque no generalizo, en muchas ocasiones los padres estamos en la delgada línea en que tenemos que decidir o elegir cosas en las que no necesariamente estamos de acuerdo. “Yo quiero…” es una frase tiene que ser utilizada con mucho cuidado.
3. “No puedo”
Esta va para mi suegro, mi padre y, por supuesto, para mí: tener un pensamiento de superhombre no tiene que ser visto como un signo negativo, es un instinto de protección tan antiguo como experimentar hambre. Créanme, aceptar que uno no puede hacer algo si bien es liberador, resulta increíblemente complicado.
En el Día del Padre y los 364 días restantes en el calendario, acércate a tu papá y ayúdalo a que diga alguna de estas frases, al hacerlo lo estarás ayudando de mil formas.