3 pasos para ser un padre promotor de PAZ (no dejes que tus hijos sean parte de tanta maldad)
Somos la especie más inteligente del planeta, sin embargo, nos matamos entre nosotros. No dejes que tus hijos sean parte de tanta maldad.
Viviana Dominguez
La semana pasada ante los hechos ocurridos en Orlando, mi hijo adolescente muy serio y preocupado preguntó, ¿cuál es el plan en caso de que alguien entre y quiera atentar contra nosotros?
La violencia como se presenta en estos días, cruel y al alcance de todos, crea sentimientos de miedo e inseguridad en la familia, especialmente en los niños, quienes tienden a personalizar las situaciones, esto quiere decir, que si ellos escuchan una noticia dramática, lo primero que piensan es que a ellos y a su familia les puede pasar.
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¿Qué hacer entonces? ¿Cómo explicarles haciéndolos sentir seguros y protegidos cuando a nosotros mismo se nos hace difícil de comprender?
Sabemos por lógica que no podemos controlar las acciones de las personas, pero si podemos controlar el efecto que sus acciones pueden causar a nuestra familia. Es donde entra a funcionar nuestro rol de padres promotores de PAZ.
Primero quisiera compartir algunas ideas que te a reducir el estress en los niños causado por el impacto de los acontecimientos violentos.
Continuar con la rutina diaria
Es importante que cada integrante de la familia con su rutina diaria; los niños deben asistir a la escuela, jugar con sus amigos, continuar con sus actividades deportivas, etc. No cancelar salidas planeadas como al centro comercial o visitas a familiares.
Los padres también deben continuar con sus actividades cotidianas de trabajo fuera o dentro del hogar.
Hablar del tema
Es importante escuchar las preguntas que los niños tengan acerca del incidente, las respuestas deben ser simples, reales y precisas. No agregar ni extender la , respetando siempre la edad cronológica de los niños.
Estar atento a las emociones
Recuerda que está bien estar enojado, frustrado o triste; los niños tienden a frustrarse frente a pequeñas cosas a fin de canalizar sus emociones. Prestar si el niño se aisla, no quiere salir a jugar o esta callado de lo acostumbrado. Siempre pide ayuda profesional si es necesario.
Brinda un ambiente de alegria y creatividad
Jugar, planear proyectos familiares brinda a los niños un estado de felicidad, paz y estabilidad. Actividades creativas de pintar, dibujar o modelar con plastilina ayudarán a exteriorizar los sentimientos de los más pequeños.
¡Apaga el televisor!
Pasa muy a menudo que cuando ocurren estos hechos violentos y, tendemos a mantenernos informados todo el , escuchamos una y otra vez los mismo. Los niños suelen mantener la por corto tiempo. Seguir escuchando la misma noticia sólo crea más inseguridad y estress en ellos. Si tú como padre quieres seguir, usa otro medio, como leer las noticias en la internet o del periodico.
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Comparto contigo los 3 pasos a seguir para convertirte en un padre promotor de PAZ:
1. Sé positivo
Esto no quiere decir que uno sea irrealista y quiera minimizar los acontecimientos, no obstante frente a tanta negatividad nos toca ser optimistas. Valorando todo lo que uno tiene, como por ejemplo la familia, los hijo, salud, amigos, el trabajo. Sumar en vez de restar. Un pensamiento positivo construye una , por ende un futuro mejor.
2. La paz empieza en el hogar
Enseña a sus hijos a enfrentar los desacuerdos conversando y escuchando, muestra empatía frente al dolor, enojo o diferencia de ideas, en esto radica la PAZ, en entender que todos somos y pensamos diferentes, y que eso está bien, simpre y cuando, no dañe a mi
3. Acciones edificantes
Como con anterioridad, un pensamiento positivo precede a una acción, en éste caso una acción constructiva. Establezcan metas familiares a corto y largo alcance, lleven un método de evaluar y medir las metas, para obtener mejores resultados.
Ante la pregunta de mi hijo, recordé lo que aprendí en un entrenamiento sobre el tema en mi trabajo: “Buscar una salida urgente, esconderse en un cuarto que tenga salida como una ventana, o simplemente luchar por tu vida”. Al terminar mi respuesta, le pregunté: ¿Hacemos una barbique?