3 “pequeños detalles” que llevan al divorcio
Algunas parejas llegan al divorcio demasiado pronto o tras años de aguantar en silencio. A continuación conocerás algunos de esos "pequeños detalles" que acaban con el amor.
Erika Otero Romero
Susana lleva casada ocho meses con quién consideró el amor de su vida, David. Si se fijan dije que ella consideró a David, durante sus años de noviazgo, el amor de su vida, percepción qué, en lo que llevan de casados, se ha ido desdibujando. Esto se debe a que David, al parecer “ocultó” adrede aspectos de su carácter y personalidad que sabía que no serían del completo agrado de Susana; éstos, con la convivencia cotidiana han sido difíciles de enmascarar y justificar.
David es lo que podría llamarse un “buen hombre”; no es infiel, no llega tarde a casa después del trabajo y las veces que va a salir con amigos, Susana es la primera en enterarse. Sin embargo, ella ha ido descubriendo pequeños aspectos que, si bien son tolerables, no dejan de ser significativos. Ella siente que si él no cambia eso que parece tan inofensivo, un día van a tener un serio problema.
Parecerán tonterías, pero no lo son. No para ella. David resultó no ser tan sincero como parecía: Susana ha descubierto uno que otro engaño, que aislados podrían ser insignificantes pero al juntarlos dejarían una evidencia clara de que a David le gusta mentir y que lo hace con intención clara de evitarse conflictos con Susana. Como quién dice: “mejor mentir, que herir”.
Por otra parte, David gusta dar por hecho que la obligación de todo lo que tiene que ver con el hogar y la estabilidad de la pareja, recae únicamente en Susana. Él cree que su único deber para con el matrimonio es trabajar y traer el dinero al hogar. Eso de mantener el orden en casa, el pago de las cuentas, hacer las compras y demás asuntos domésticos son obligación de Susana. Pero cuando por falta de tiempo o por cansancio ella no lava la camisa que él desea usar un día cualquiera para ir al trabajo, se enoja de tal manera que Susana ha pensado que David puede llegar a golpearla. Es tanto su enojo, que deja de hablarle una semana completa, y es ella quién debe buscarlo y disculparse por su “error”, de otro modo podría pasar un año entero ignorándola. Susana no sabe cuánto tiempo será capaz de soportar esa situación y reconoce que necesitan ayuda para no llegar al divorcio.
Los pequeños detalles negativos pueden llevar al hastío
Desde luego que sí, es una realidad que muchas parejas hoy en día buscan el divorcio por algo que ellos llaman “incompatibilidad de caracteres” o diferencias irreconciliables. Éstas suelen ser defectos mínimos que no son tomados en cuenta, pero que a la larga se hacen intolerables para uno de los integrantes de una pareja.
En la historia de Susana y David, se puede ver que hay poca o ninguna colaboración por parte de David en el hogar; además miente y ha descargado en su compañera toda responsabilidad doméstica. Por si fuera poco, es Susana quién debe buscar la manera de reconciliarse con David, porque a los ojos de él, es ella quién ha faltado al convenio matrimonial.
Mucho se ha dicho que un matrimonio es de dos y son ambos quienes deben lograr el equilibrio de la nave o solo queda elegir un camino, entre dos posibles: o se aprende a lidiar con esas situaciones pequeñas, o es mejor decir adiós al amor de pareja. Sin embrago, si identificas estos pequeños detalles que destruyen al amor y trabajas en ellos, tal vez ustedes tengan otra opción para ser felices juntos.
Habla claro, ¡siempre!
Lo más importante es una buena comunicación, en todo momento. Aquí te comparto tres consejos para solucionar los conflictos que esos “pequeños detalles” pueden ocasionar, basados en el poder de la comunicación en la pareja.
1. Expresa lo que piensas
Primero y primordial: si algo te molesta de tu pareja, expón tu punto de vista de manera clara y sin miedos. Callar es el mayor de los problemas, porque si tu pareja es de esas personas que piensa que “el que calla otorga”, tú serás culpable por no fijar tus límites o exponer tu forma de pensar.
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2. Frente a la mentira, la verdad
Si tu pareja miente de manera ocasional aunque no sean mentiras “graves”, hazle saber que conoces la verdad. Habla con él y desenmascárale de frente, haz que sepa que no ha logrado engañarte. Si es alguien sensato, reconocerá su falta y no querrá ser descubierto en una nueva mentira.
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3. Habla de cómo te sientes respecto a los roles en el hogar
Si tu pareja espera que tú seas quién se ocupe de todas las labores del hogar, incluso de arreglar su ropa y zapatos para ir a trabajar, y tú no estás de acuerdo con ello, hazle saber qué esperas que esas labores puedan compartirse. Quizá él no comprenda que cuando exige que te hagas cargo de todas las responsabilidades domésticas, tú sientes que te trata como a una esclava, y no como a una esposa. Hazle saber que deseas ser tratada como su compañera y expresa tus inconformidades. No accedas a complacerle si no estás de acuerdo con lo que te pide; si lo haces, tú serás la responsable de lo que ocurra en adelante.
Cómo compartir las responsabilidades en el matrimonio
Puedes ver que esos “pequeños detalles” pueden corregirse desde el mismo inicio de la problemática. La buena comunicación y el amor son la clave. Ten calma, ten paciencia y si quieres un cambio, empieza siempre por ti.