¿Mi hijo me hará pasar vergüenzas? No, si lo enseñas a portarse seriamente

¿Tus hijos no te hacen caso? ¿Tienes que gritar para que te escuchen? Esto te ayudará a enseñarle a tus hijos cuándo deben actuar con seriedad. ¿Mi hijo me hará pasar vergüenzas? Quizás. Ens&eac

Diana Brante Morales

Los niños son ejemplo de inocencia y sinceridad: dicen las cosas como son, no mienten ni actúan con maldad. Sus travesuras suelen ser de lo más divertidas, siempre y cuando no involucren a terceros. Pero pasa a menudo que no saben detenerse a tiempo. ¿Y qué hacemos? Olvidamos que aquello comenzó como un juego y pasamos directo al llamado de atención o a la imposición de un castigo. Las cosas serían tan fáciles si tan solo supiéramos cómo enseñarles a nuestros hijos a reconocer el momento en que deben ser serios. Preocupada por esto, aquí te dejo algunos consejos para orientarlos:

1. Habla con claridad

Los adultos nos complicamos mucho cuando queremos explicar algo, en especial si se trata de temas delicados como la sexualidad, la religión o la magia, incluso la política; entonces, lo que decimos a nuestros hijos resulta aún más enredado. Cada vez que quieras que actúe de una manera en particular, emplea unos minutos de tu tiempo para ordenar tus ideas, luego tradúcelas al idioma infantil y entonces explícale. ¿Por qué no pueden comer alimentos, frutas o golosinas dentro de los supermercados? Porque aún no han sido pagadas. No le des vueltas a temas más complicados como lo que está bien o está mal. La explicación más simple suele ser la correcta.

2. Utiliza un tono de voz adecuado

Es demasiado sencillo pasar al tono que los niños reconocen como enojo, por lo que debemos enfatizar lo importante sin que parezca un regaño. Un lenguaje sencillo, sin palabras con más de un significado, sumado a una voz serena genera de forma inmediata aceptación en quien recibe el mensaje.

3. ¿Reprimenda? Por favor, que sea en privado

¿Se equivocará? Sí. ¿Me hará pasar vergüenzas? Quizás. Pero, ¿qué niño no lo hace? Parte de la naturaleza infantil es intentar hacer las cosas, por lo que en más de una oportunidad se caerán, romperán adornos, dirán groserías o harán pataletas. Lo importante es que cuando eso suceda le indiques de forma calmada que lo que hizo o está haciendo no es lo adecuado. Luego, cuando estén en la privacidad del hogar, tendrás tiempo de darle detalles de lo sucedido y castigarlo si corresponde.

4. Nada de humillaciones

El peor error que podemos cometer es dejar que la ira se apodere de nuestro pensar, porque terminamos diciendo palabras con más filo que cuchillo. Aunque te saque de tus casillas trátalo con amor, no le digas que es “tonto” o que “no sabe nada”, más bien explícale en qué se ha equivocado y cómo puede mejorarlo; muéstrale el camino correcto para que sea una señorita o un caballerito con quien todos quieran jugar y compartir.

Advertisement

5. Ten en cuenta que el ejemplo arrastra

Cada vez que quieras que tus hijos reaccionen frente a una situación de manera adecuada, recuerda que tú también debes haber reaccionado así. Ellos nos ven como superhéroes en su vida, somos los más inteligentes, los más educados, los más capaces para todo, por lo que si nos ven diciendo groserías, actuando de mala manera o contestando de forma ofensiva, lo asumirán como una actitud correcta. Recuerda pensar antes de actuar, pues su cerebro de “esponjita” absorbe todo conocimiento, sin filtro de lo bueno y lo malo.

Cuando educamos bajo las reglas del amor y la aceptación estaremos más cerca de conseguir los resultados esperados. Por ello, ten presente siempre ponerte en el lugar del otro antes de actuar o decir algo que pudiese causar daño. Los niños criados con amor suelen ser mejores adultos.

Toma un momento para compartir ...

Diana Brante Morales

Me gusta comenzar cada día como un nuevo día, darme la oportunidad de ser feliz y sonreír por las cosas básicas. Dar sin esperar nada a cambio. Siempre sorprenderme.