5 novelas clásicas que tu hijo adolescente debe leer

Aquí está mi TOP 5 de novelas clásicas que todo jovencito o señorita debe leer cuanto antes.

Rafael Vázquez

Desde los éxitos editoriales de Harry Potter, que pusieron a leer a todo el público infantil y juvenil, estamos presenciando el surgimiento de una nueva era de efervescencia por los libros. Hoy, títulos como Eleanor & Park de Rainbow Rowell; Las ventajas de ser invisible de Stephen Chbosky; Bajo la misma estrella de John Greene y ¿Y si quedamos como amigos? de Elizabeth Eulberg, han tenido un éxito contundente entre los adolescentes, puesto que reflejan las preocupaciones y los temas más relevantes para su edad en esta época.

Sin embargo, a veces tengo la impresión de que el hábito de la lectura debe ser aprovechado para hacer contacto con los jóvenes de otras épocas, mediante las historias que han sobrevivido victoriosas al implacable juicio del tiempo; que lejos de explotar como una bomba de dinero y publicidad, están celosamente guardados como tesoros ancestrales, listos para ser descubiertos y mostrar su enorme valor.

Esos tesoros se encuentran en algunas piezas de la literatura universal que, a mi parecer, ningún adolescente y joven debe perderse, no solo porque desarrollar el hábito de la lectura en tus hijos cambiará su vida, sino por las razones particulares que voy a compartir con todos ahora. Aquí está mi “TOP 5” de novelas clásicas que todo jovencito o señorita debe leer cuanto antes:

Demian, de Hermann Hesse

Emil Sinclair está pasando el umbral que separa la niñez blanca y limpia de la turbulenta adolescencia. De pronto le da por decir su primera mentira, por cuestionar su propia moral. Pero conoce a Demian, un amigo que, siendo apenas unos años mayor que él, lo guiará a su autoconocimiento y le dará los elementos necesarios para salir triunfante de su confusión y sobresaltos.

Fahrenheit 451, de Ray Bradbury

En un hipotético mundo del futuro está prohibido leer. Los bomberos, en lugar de apagar incendios, buscan libros para quemarlos. Montag, uno de esos bomberos, fastidiado por la monotonía de su trabajo de destrucción, conoce a una jovencita vecina suya, Clarisse, quien hace muchas preguntas (algo inusual y mal visto en ese mundo futuro) y tiene muchas ganas de aprender cosas. Clarisse logra sembrar en Montag la curiosidad por los libros, al grado que… ¡Momento! “No spoilers“, no voy a contarte toda la novela.

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Momo, de Michael Ende

Si crees que tu vida de antes era una gran fiesta sin prisas y con mucho tiempo para hacer cosas, pero que ahora no tienes tiempo de hacer nada, este libro te explicará mediante una historia fantástica que lo que has hecho es depositar tu tiempo en el banco de tiempo de los hombres grises. Momo, una niña comprensiva, inteligente y brillante, se da cuenta que guardar el tiempo en el banco no es precisamente una inversión sabia. ¿Es la única que piensa así?

El diario de Ana Frank

Durante la ocupación nazi en los Países Bajos, la familia Frank, de origen judío, fue hospedada y escondida por unos amigos para evitar que fueran separados y enviados a campos de concentración. Por esos meses, Ana, una adorable niña entrando en la adolescencia, recibe una libreta como obsequio de cumpleaños, y comienza a escribir en él todo lo que a una mujercita le inquieta: los chicos, la belleza y la coquetería, la familia y, por supuesto, la dificultad de vivir perseguidos. Todo el que lee este diario termina enamorado de Ana Frank.

Mujercitas, de Luisa May Alcott

El único libro de esta lista que no es del siglo xx, trata de cuatro niñas hermanas en los Estados Unidos que van entrando en su juventud a medida que ocurre la Guerra Civil. En un mundo de valores tan trastocados y diluidos como el de nuestro siglo XIX, bien vale la pena revisar la historia de cinco mujeres (hay que incluir a su mamá) que no sólo se las arreglan para vivir, sino para hacerlo de modo ejemplar, con gran fortaleza y crecimiento personal.

Como puedes ver, hay algo en común en todas estas obras: los personajes principales son jovencitos o niños. De hecho, en cuatro de las cinco novelas, la protagonista o coprotagonista es una niña o jovencita adolescente, y en todos los casos, esos mozuelos expresan la difícil jornada de autoconocimiento que todos necesitamos para madurar. Y además se preocupan por sus congéneres, por lo que son personajes indudablemente más admirables y complejos que aquellos que nos proponen las novelas que rompen récords de ventas en los últimos años. Una cosa es cierta: tus hijos necesitan leer buenos libros: Es la única manera de heredarles un futuro impresionante, sin importar qué tan limitados sean tus recursos.

Te propongo algo: lee uno de estos libros y cuéntale a familias.com qué te pareció.

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